El consumo de requesón como fuente de proteína para el adulto mayor

Por Génesis Gatica Porcayo

Ciudad de México.- Las instituciones de salud pública y privada de México y el mundo coinciden en la importancia de la alimentación y el ejercicio físico como factores significativos para mantener la salud. De esta manera, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) recomienda poner especial atención en nuestra manera de comer, ya que cuando se hace inadecuadamente el organismo se deteriora haciéndolo propenso a desarrollar enfermedades como desnutrición, sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, osteoporosis, etcétera.

En el caso del adulto mayor, indica que puede tener deficiencia de sustancias como calcio, ácido fólico, hierro, tiamina y otros nutrientes como la proteína, ya sea por una mala alimentación o como consecuencia de enfermedades, complicaciones o cambios propios del envejecimiento.

En este contexto, la importancia de mantener saludable el sector de la tercera edad implica la participación de especialistas que se encarguen de estudiar, generar e implementar nuevas estrategias que permitan optimizar la alimentación y nutrición y, por lo tanto, la calidad de vida de los adultos mayores. Tal es el caso del investigador titular del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD), Heliodoro Alemán Mateo.

Con una trayectoria laboral de 20 años en esta institución, el investigador considera que la especialización en nutrición geriátrica atraviesa por una etapa muy importante, lo cual está permitiendo comprender más cómo la nutrición determina la funcionalidad, específicamente la proteína dietaria.

El requesón como fuente eficiente de proteína

Los estudios hechos en el CIAD —que pertenece al Sistema de Centros Públicos de Investigación Conacyt— han comprobado que la adición de proteína a través del requesón en la dieta habitual genera diversos beneficios como la mejora de la sensibilidad a la insulina, además de la ganancia de la masa y fuerza muscular.

Con su investigación sobre el requesón, masa muscular y funcionalidad, se ha pretendido la prevención de la sarcopenia, esta es una nueva entidad clínica que se caracteriza por la pérdida de la masa muscular y fuerza muscular con afectación en la funcionalidad. “Los adultos mayores tienen más riesgo de sarcopenia y, por lo tanto, de perder su funcionalidad”, aseveró.

Heliodoro-Aleman-Mateo“El requesón no contiene hidratos de carbono, tiene un contenido moderado de grasa y eso evita la adición de calorías extra que pueden tener un efecto secundario”, mencionó.

Alemán Mateo no descartó la adición de otras fuentes de proteína como atún o sardina, claras de huevo o suplementos a base de proteínas, que de igual manera pueden mejorar la masa muscular, la funcionalidad y, por ende, la calidad de vida.

Los resultados que obtuvieron con este estudio fue la mejora en la masa muscular y la prueba del equilibrio físico, así como la fuerza muscular.

A la par de mejorar la fuerza muscular y el equilibrio, estas personas mejoraron su masa muscular materializando la optimización de su funcionalidad. El estudio duró tres meses, logrando ver cambios en la población de la tercera edad.

En este grupo, además de que se debe aumentar el consumo de proteínas a través de productos de origen animal o derivados, es importante que la proteína dietaria se distribuya de manera homogénea en los tres tiempos principales de comida: desayuno, comida y cena. “Con el objetivo de mantener la masa muscular y, por lo tanto, la funcionalidad, es determinante desayunar, comer y cenar, aproximadamente entre 25 y 30 gramos de proteína en cada tiempo de comida”, subrayó el especialista.

Alimentos altos en proteína y bajos en grasa son los más aconsejables, así como seguir las recomendaciones del plato del bien comer para complementar la alimentación con mayor eficiencia.

Cambios fisiológicos del envejecimiento

De acuerdo con información del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), México atraviesa por una transición demográfica de importancia considerable, el envejecimiento de la población ya está presente en el país y ha llevado a la necesidad de generar estrategias de carácter social e institucional para enfrentar los desafíos en este sector poblacional.

Ante dichos cambios demográficos, la demanda de profesionales que se especialicen en el campo de la gerontología cobra trascendencia, pues el Inapam considera que en México debe existir una cultura del envejecimiento que se enfoque en priorizar y fortalecer la unión entre las generaciones, para impulsar la revaloración del adulto mayor y se llegue a una edad avanzada saludable.

requeson_C_2El Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud (Cenetec) informa que los adultos mayores experimentan cambios a nivel fisiológico que se traducen en una disminución de la ingesta de alimentos, la cual es conocida como “anorexia del envejecimiento”, con una prevalencia de 21 por ciento en los adultos mayores de 65 años.

Para el doctor Heliodoro Alemán, en la actualidad “tenemos muy claro cómo un nutriente, en este caso la proteína, está mediando la funcionalidad”.

Asimismo, declaró que la discapacidad en México es muy elevada en este grupo etario, de los cuales aproximadamente 25 por ciento tiene problemas para realizar sus actividades básicas de la vida diaria, siendo la rehabilitación el medio más factible para tratarlos sin involucrar medicamentos.

“Hoy en día, se reconoce que la nutrición juega un papel muy importante para recuperar la funcionalidad a través de regular la síntesis de proteínas y ganancia de masa muscular”, declaró.

Recomendaciones para mejorar la calidad de vida

Otra observación de los aspectos que mejoran la calidad de vida, es el aporte adecuado de calorías totales en los adultos mayores. En este aspecto, el doctor Heliodoro Alemán ha contribuido con diversos estudios para saber cuántas calorías deben consumir los adultos mayores.

A través de estudios comparativos con agua doblemente marcada con población de zonas urbanas y rurales, se ha definido que las mujeres de la tercera edad de poblaciones rurales deben consumir un aproximado de mil 900 kilocalorías al día y la población masculina de áreas rurales, alrededor de dos mil 300 kilocalorías.

Cabe destacar que no existe mucha diferencia entre la misma población del sector urbano, por lo que pueden considerarse como parámetros de energía generales, de acuerdo con las declaraciones del especialista.

En cuanto al futuro de las investigaciones en nutrición geriátrica, el doctor Alemán mencionó que “el CIAD es una de las instituciones que más investigación hace en este campo, pero aún nos quedamos cortos en extender nuestros estudios a nivel nacional”.

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