Saña y brutalidad, constantes en crímenes de mujeres en Oaxaca; suman 63 crímenes en este año

Salvador Flores Durán
Oaxaca.- La saña y la brutalidad, son las principales características en la gran mayoría de los 63 crímenes cometidos en contra de oaxaqueñas de enero a agosto de este año, aunque la cifra de 500 en lo que va del gobierno de Gabino Cué Monteagudo, significa un promedio de poco menos de 100 por año.
En tanto, el Istmo de Tehuantepec se muestra como la región de más alto peligro y foco rojo para la vida de las mujeres, al encabezar la lista negra de crímenes de oaxaqueñas con 21 en lo que va del año.
Esa cifra representa el doble de los 10 que se registran en los Valles Centrales y otros 10 en la región de la Costa.
En las regiones de la Mixteca y la Cuenca del Papaloapan han ocurrido ocho crímenes de mujeres de enero a agosto y uno en la Sierra Norte.
De acuerdo con el registro hemerográfico de la organización Gesmujer, en 36 crímenes los victimarios usaron armas de fuego para cortar la vida de las víctimas y en 7 usaron armas punzocortantes.
En el recuento destacan crímenes en los que las mujeres han sido asesinadas con sus hijos, incluso con bebés y menores de edad, la mayoría de las víctimas son jóvenes, y destacan también los homicidios de mujeres en acciones de células del crimen organizado, y otras más que fueron victimadas junto con sus parejas.
En el recuento de crímenes destaca también que se encontraron cuerpos que no han sido identificados. Otros casos son los de mujeres cuyos cuerpos fueron localizados en avanzado estado de putrefacción, y en uno de ellos encontraron a los nueve días el cuerpo de su hijo de nueve meses, ya devorado por la fauna y roedores.
Otro más es el de una mujer de 32 años asesinada por su cuñado en el camino que conduce de Santiago Juxtlahuaca a Santo Domingo del Progreso, asesinada con una barreta.
Entre los feminicidios ocurridos en este año se cuenta el de una niña de tres años, cuyo cuerpo fue encontrado en el basurero municipal de la colonia Guillermo González Guardado, cuyos restos fueron encontrados en una bolsa de plástico y que no pudo ser identificada. El cuerpo presentaba múltiples huellas de golpes.
Otro caso es el de una joven de apenas 14 años, quien era estudiante y trabajaba en un restaurante originaria del municipio de Santiago Zacatepec, quien fue violada y ahorcada.
Los crímenes ocurridos en la región del Istmo de Tehuantepec destacan por su presunta vinculación con actividad del crimen organizado, ya que en la mayoría de los casos las mujeres fueron victimadas con disparos de armas de alto poder, incluso del rifle de asalto AR-15, conocidos como cuernos de chivo.
El último caso registrado por Gesmujer es el de Juanita Ramírez Osorio, de 25 años, madre de dos niñas y dos niños, quien había sido violada hace unos años y denunciado a su violador, quien estuvo preso unos años. El cuerpo de Juanita fue encontrado flotando en el Río Copala, que atraviesa los municipios de Constancia del Rosario y Putla de Guerrero.
La maestra triqui iba a viajar a la capital del estado para participar en las movilizaciones de la Sección 22 del SNTE y su cuerpo presentaba 10 impactos de bala y el tiro de gracia.

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