*El grafiti de Eliezer y Carina no es vandalismo
Estos jóvenes aman el grafiti, pero no el falso grafiti que raya muros y fachadas de casas amparado en la oscuridad. Eliezer identifica lugares apropiados para plasmar su talento; llega a los domicilios, pide permiso y pone manos a la obra

AGENCIA JM

Oaxaca.- Eliezer y Carina forman una joven pareja que sin dejar su trabajo dedican parte de su tiempo para hacer lo que les gusta: el grafiti como arte, alejado totalmente de lo que la sociedad califica de vandalismo.
Estos jóvenes aman el grafiti, pero no el falso grafiti que raya muros y fachadas de casas amparado en la oscuridad. Eliezer identifica lugares apropiados para plasmar su talento; llega a los domicilios, pide permiso y pone manos a la obra.
En uno de tantos muros localizado sobre la calle Benito Juárez, en San Agustín de las Juntas, Eliezer se dispone a transformar la imagen visual de ese deteriorado espacio y comienza a trazar su mural, empezando por unas hojas que él llama sin H; unas hojas entre las que se crean ojos “un poco tristes”.
Así, Eliezer y su esposa se proponen pintar un mural sobre el surrealismo con formas fantásticas. Un mundo surrealista y fantasioso con muchos colores. Los vecinos y algunos transeúntes se muestran sorprendidos, enmudecen y observan largas líneas sin entender.
Bastante animado, Eliezer acepta el diálogo con el reportero mientras bosqueja su obra visual.
Se le preguntó si la sociedad está equivocada cuando le pone un estigma a los grafiteros; y respondió que “Sí, en parte. Porque casi no se les conoce y (a su trabajo) le llaman vandalismo a lo que hacen, o solo por ser grafitero te tachan como eso, un vándalo”.
Y en seguida Eliezer aclara que sin embargo “hay otras personas que nos dedicamos más al grafiti en sí, donde pides permiso y entonces las personas ya no lo ven tan mal, por lo mismo que le dedicas bastante trabajo”.
Eliezer trabajó junto con su esposa Carina bajo la fuerte intensidad del sol, y las condiciones del tiempo los obligó a invertir más de dos días, pero finalmente el mural quedó terminado; luce radiante el colorido y los transeúntes ahora lo admiran y le toman fotografías.
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