Oaxaca 4 de julio.- Sin importar la pertinaz lluvia que cayó la tarde del pasado viernes en la capital oaxaqueña, familias enteras se contagiaron del arte y alegría por las interpretaciones de las Orquestas de la UNESCO, Esperanza Azteca y el coro de la Ciudad, que se presentaron por segunda ocasión en la capital, esta vez en la Plaza de la Danza.
Bajo la dirección del maestro Jorge Lozano Corres, jóvenes, mujeres y niños originarios de diferentes partes del mundo llenaron de armonía y magia este popular recinto que forma parte del Complejo Arquitectónico de La Soledad.
Tchaikovski, Wherter, Mozart, Haydn, Beethoven y Donizetti fueron los compositores que predominaron en una noche que se convirtió en cálida con los aplausos y emoción de los asistentes. El punto más emotivo fue la interpretación de la pieza Cantábile, de la autoría del oaxaqueño Víctor Martínez, y que por primera vez era escuchada en la capital del estado.
El maestro Jorge Lozano Corres señaló que la misión de la UNESCO a través de la música es traer el mensaje de paz y de unidad a las y los oaxaqueños, además de llevarse parte de Oaxaca para compartirlo con el mundo.
“Oaxaca es la cuna del arte y la cultura, el primer Patrimonio Mundial de la UNESCO, nuestro mayor orgullo”, señaló el maestro Jorge Lozano, fundador de la Orquesta y Coro del organismo internacional. Oaxaqueño de nacimiento que arribó a la capital con música, con alegría, pero principalmente con un mensaje de paz y solidaridad.
A través de notas musicales, se llevó a la sociedad oaxaqueña este llamado a la unidad, al apoyo mutuo, al amor al prójimo y a sus obras que desde hace 70 años acompaña a la UNESCO por todo el mundo.
“La fraternidad que existe entre los músicos para hacer una sola voz, que se escuche en cada uno de los rincones de Oaxaca, es un ejemplo de la unidad que debemos defender los ciudadanos de esta tierra maravillosa”, expresó el presidente del Consejo de Colaboración Municipal, Claudio Ruiz Solana al ofrecer al término del segundo magno concierto un mensaje de agradecimiento a la UNESCO por compartir con los oaxaqueños su talento.
