Documental “Obispo Rojo”, legado espiritual y político de Méndez Arceo

Alicia Alarcón

Fotos: Fernanda Robinson 

*Alicia Alarcón entrevista a Francesco Taboada, cineasta morelense, sobre su documental “Obispo Rojo” que exhibe la obra sacerdotal de Sergio Méndez Arceo a partir de su llegada a la diócesis de Cuernavaca en 1953, como un cura católico conservador y su transformación como ideólogo de la Teología de la Liberación

*El trabajo de Taboada refleja una profunda sensibilidad en la comprensión de las historias locales y un compromiso con la representación auténtica de estas comunidades

Tres años le llevó al cineasta Francesco Taboada concluir el documental “Obispo Rojo”, que exhibe la obra sacerdotal de Sergio Méndez Arceo a partir de su llegada a la diócesis de Cuernavaca en 1953, como un cura católico conservador y su transformación como ideólogo de la Teología de la Liberación, hasta su muerte treinta y nueve años después, en 1992. Un legado en defensa de los pobres, de los desprotegidos a favor de la lucha de clases, que resuena hoy más que nunca, ya que por muchos años la figura de don Sergio fue invisibilizada por la jerarquía católica más reaccionaria y rancia del país, al no convenir a los intereses de ese entonces, y que ahora es importante reivindicar para que lo conozcan las nuevas generaciones. En palabras de Taboada, este filme “es un rescate histórico de esa figura, y de lo que representó para el cambio social en México, así como una reinterpretación del cristianismo desde la visión crítica y militante”.

 

A partir de un lenguaje cinematográfico que denomina “el personaje colectivo”, Taboada crea una película testimonial donde el protagonista, don Sergio, existe gracias a este personaje colectivo, aquellos que vivieron la historia, la narran y le dan vida al héroe de la película, la misma técnica utilizada por el ruso Serguei Eisenstein. Para Taboada, esta técnica o método denota la influencia de estudios mesoamericanos y el rescate de la tradición oral al señalar que “busco elementos de la cultura náhuatl para contribuir al lenguaje cinematográfico como el personaje colectivo”. Asimismo, explica que otro ejemplo modelador es el cine del boliviano Jorge Sanjinés, se trata de un cine militante, activista.

 

Francesco Taboada, cineasta morelense, refleja una profunda sensibilidad en la comprensión de las historias locales y un compromiso con la representación auténtica de estas comunidades. Enfatiza los temas recurrentes en su filmografía, tales como el grito desesperado de los pueblos indígenas de Morelos por detener el etnocidio, así como las múltiples historias que recoge de los movimientos revolucionarios, en particular del EZLN. Es un narrador comprometido con sus acciones bajo la lente de una mirada ética, además de ser apasionado militante y activista. Es músico autodidacta, dibujante, poeta y profesor de historia de México, y de cine. Aquí la conversación sobre la realización del documental “Obispo Rojo”, y los desafíos a los que se enfrentó.

Leonardo Boff, filósofo brasileño y teólogo.

–¿Por qué te interesó realizar el documental sobre el Obispo Sergio Méndez Arceo?

–Yo conozco la historia de Sergio Méndez Arceo porque soy de aquí de Cuernavaca y es un personaje que está presente en el imaginario sobre todo de la izquierda en el estado de Morelos. Me acerqué al personaje cuando estaba filmando una película que se llama “Trece pueblos en defensa del agua, el aire y la tierra”, y varios sacerdotes que habían sido formados por don Sergio, fueron solidarios con ese movimiento que luchaba por recuperar los recursos naturales y la defensa del medio ambiente en comunidades indígenas. Era el movimiento de los trece pueblos, y estos sacerdotes acompañaron al movimiento. Fue cuando empecé a conocer cuál era el ideario de esta iglesia comprometida, exactamente de la Teología de la Liberación. Desde entonces fui cautivado por estos sacerdotes, por su historia por su compromiso porque la imagen que uno tiene de la iglesia es la que representa la jerarquía católica, el arzobispado, y en este caso eran sacerdotes muy cercanos a la lucha de las comunidades, el compromiso. La militancia de ellos fue lo que me hizo voltear los ojos hacia Sergio Méndez Arceo.

 

–¿Cuáles fueron los desafíos que enfrentaste al investigar la vida y la obra del obispo y para llevar tu trabajo documental?

–El desafío es cómo vas a contar una historia que habla de la iglesia, pero una iglesia distinta, y cómo vas a financiar la película que habla de una crítica a la iglesia dentro del mismo cristianismo. Es decir, don Sergio siempre permaneció como un cristiano. Sin embargo, fue un crítico de la iglesia como institución. El reto es cómo haces una película que al mismo tiempo sea espiritual y política.

Parte de una secuencia dramatizada. Marcial Díaz como don Sergio y Aldo Tabone como Iván Illich.

Empezamos la película visitando a estos curas: al padre José Luis, al padre Ángel y nos dimos cuenta que la historia era más amplia y fuimos descubriendo que el personaje tenía presencia no solamente en la diócesis de Cuernavaca sino nacional e internacional. Su relación con las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina por haber desafiado a la dictadura; su amistad con el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; su amistad con Fidel Castro; su apoyo a Chile y su amistad con Salvador Allende, y su intervención para que el exilio chileno, pudiera llegar a México y a Cuernavaca. También su apoyo a las luchas de liberación de Nicaragua, El Salvador y Guatemala (fue vocero del Frente Sandinista de Liberación Nacional). Asimismo, su amistad con los papas y su enemistad con Juan Pablo II. Finalmente, la revaloración de la Teología de la Liberación que hace el papa Francisco, de don Sergio como centro de esa revolución que comenzó en el seno de la iglesia cuando quiso transformar la catedral de Cuernavaca, liberarla del fanatismo.

 

La película está construida cuando llega don Sergio a Cuernavaca como un sacerdote conservador, muy severo, con el apoyo del papa Pio XII… y durante el documental va mostrando su transformación. Primero, cuando llega al seminario y se da cuenta que ahí ya están llevando a cabo el cambio litúrgico, de que han construido una capilla redonda, muy diferente de las catedrales y las iglesias tradicionales. Entonces pide a Fray Gabriel el arquitecto de esa capilla del Monasterio de Santa María de la Resurrección, que haga la transformación de la catedral en una iglesia primigenia. En su testimonio, el arquitecto Ramírez Badillo cuenta que era muy joven cuando don Sergio lo invitó a ser el arquitecto residente, dijo que, al principio, dudaba de aceptar el trabajo, pues era ateo, pero don Sergio le dijo: “del ateísmo no se preocupe. Curas, tengo muchos, lo que me hace falta es un arquitecto”.

 

Fue así que transformaron la Catedral; Francisco Ramírez Badillo como arquitecto residente que ejecutó los diseños de Fray Gabriel, de Ricardo de Robina y Matías Goeritz (quien diseñó los vitrales). También transformó la liturgia al hacer que la misa fuera en las lenguas vernáculas, y en español, y se tuviera música tradicional, con mariachi, concheros, o la misa con jazz, la misa tepozteca. En fin, toda esa revolución que inicia en el seno de Cuernavaca se expande en el mundo. Por otra parte, entrevistamos a gente que lo conoció, como Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz; Leonardo Boff, sacerdote brasileño; y Enrique Dussel, historiador, filósofo y teólogo de la Liberación. También estaba el Prior del Monasterio, Gregorio Lemercier, que lo puso al tanto de que ellos estaban llevando a cabo una experiencia de psicoanálisis para encontrar vocaciones. A través del psicoanálisis fueron previendo lo que después resultó muy cierto, que muchos sacerdotes no tenían la vocación, que terminaron desviándose en comportamientos viciosos.

Fray Gabriel Chávez de la Mora

–¿Qué entendemos por comportamientos viciosos?

–En el psicoanálisis que hace Gregorio Lemecier a los monjes del seminario resultó que muchos no estaban ahí por vocación: tenía problemas de alcoholismo, de drogadicción, otros más eran homosexuales y otras divergencias neuronales que no eran tratadas, y que con el psicoanálisis surgieron y bueno muchos se salieron porque se dieron cuenta que su vocación era otra.

 

–Este método de psicoanálisis le costó la expulsión del Vaticano a Lemercier.

–En la película hay testigos de ese episodio que van contando, el mismo fray Gabriel. Cómo la prensa empieza a exagerar y a hablar mal del monasterio porque se da a conocer, don Sergio lo da a conocer, y el Vaticano manda una comisión para prohibir el psicoanálisis. La Inquisición le pide que pare con eso y ordena cerrar el Monasterio. Entonces Lemercier se reúne con don Sergio, a la vez que toma la decisión de dejar el sacerdocio.

 

Hay un capítulo que habla de Iván Illich. Menciona toda la etapa intelectual tan activa   en Cuernavaca, y cómo don Sergio lo apoya para que desarrolle el CIDOC, Centro Intercultural de Documentación (1966). Cómo llegaron Leonardo Boff, Erich From, Enrique Dussel, Francisco Juliao. También lo apoya cuando la Inquisición lo amenaza de castigarlo, e Iván Illich no se retracta, los ignora y decide dejar una parte de la iglesia. Siendo creyente dejó las actividades sacerdotales. Después de eso, hay un intento de juicio por la Inquisición hacia don Sergio, quien también tiene que ir, hablar y exponer que la Inquisición lo trataba de juzgar. El Vaticano lo quería expulsar, pero no tenía las pruebas para hacerlo. Don Sergio no lo permite, se defiende, hasta que Juan Pablo II interviene y lo obliga a renunciar como obispo, ya había terminado su etapa como obispo, pero el papa les permitía continuar, pero el caso de Juan Pablo II, no lo permitió. 

 

–¡Qué contradictoria la jerarquía católica en la figura de Juan Pablo II, al obligar a renunciar y expulsar a don Sergio Méndez Arceo, que vela por los pobres, que es congruente en su vida, y en cambio, nunca juzga y siempre defiende la pederastia de Marcial Maciel!

–Pues sí, la experiencia del psicoanálisis hubiera evitado que se propagaran actos como el de Maciel. Pero fueron perseguidos por la Inquisición, mientras Maciel era protegido por Juan Pablo II. Don Sergio era visionario porque se da cuenta que el psicoanálisis puede servir para depurar la iglesia y encontrar las verdaderas vocaciones de sacerdotes que buscan el compromiso con el otro. Ver a dios en el otro, y que el otro sea parte de esa solidaridad, ese cambio y esa liberación.

–¿Cuál podría ser el mensaje central?

–En cuanto a la forma, la película tiene visión militante, activista, lo que hace que no le guste a todo el mundo. Va para todo público porque todos pueden aprender. Pero habrá personas que no están de acuerdo en que Cristianismo y Revolución no hay contradicción. ¿Cuál es el mensaje? que no se puede separar lo político de lo espiritual. El sentimiento espiritual que tiene que ver con la solidaridad con el respeto e interés hacia el otro, y si te preocupa el otro, entonces avanzamos hacia la unidad total. Lo que Leonardo Boff llama el Cristo cósmico.  Eso es un pensamiento profundamente espiritual. Pero don Sergio fue polémico porque muchos teólogos de la Liberación aceptaron la violencia como una forma de lucha para la liberación, y si el ser humano se tiene que liberar del opresor lo puede hacer a través de la violencia. Don Sergio apoyó a los movimientos guerrilleros de Centroamérica, así como a Lucio Cabañas y Genaro Vázquez.

 

–Siendo que don Sergio Méndez Arceo fue una figura icónica, me viene a la memoria también la figura icónica de Zapata, ¿qué te representan ambos personajes. Encuentras   convergencia en sus ideales?

–Claro. La pasión que tenía Zapata por su pueblo y ese sentimiento de entregarse a la lucha para liberar a los campesinos oprimidos por el sistema de las haciendas, es muy parecido a la necesidad de don Sergio de liberar a la feligresía de la opresión que la misma iglesia ejercía en ellos. Don Sergio llega a Cuernavaca y se da cuenta que la gente es fanática que no hay libertad espiritual sino un dogmatismo fanático. Empieza esta lucha de liberación que ve reflejada en las guerrillas, en la lucha sindical, en el pensamiento anti sistémico de Iván Illich, en el movimiento del psicoanálisis de Lemercier.  Entendió que la religión no era el eje principal sino la forma en la que vives tu vida, y él habla de que el cristianismo era una forma de vida, que Cristo no vino a traer una religión.

 

–¿Don Sergio tuvo relación con líderes guerrilleros como Lucio Cabañas y Genaro Vázquez?

–Sí, en el documental hay testimonios. También tuvo relación con el Güero Medrano, líder del Partido Proletario Unido de América (PPUA) que fundó una colonia popular, la Rubén Jaramillo, en Temixco. Don Sergio participaba en los domingos rojos donde iban estudiantes, indígenas, y los mismos sacerdotes a apoyar con trabajo -tequio- la fundación de esa colonia totalmente proletaria, independiente, autónoma. Don Sergio impide a toda costa que el ejército invada la colonia y que tomen preso al Güero Medrano. Finalmente, el Güero huye. De acuerdo a los testimonios, se dice que don Sergio manejaba muy bien los temas de espionaje y del contraespionaje, es decir estaba inmerso en este sistema de la guerra fría y cómo funcionaba, cómo era la propaganda política, cómo las cosas se tenían que mover, destrabar y avanzar en el proceso de liberación.

 

–En esos terrenos, seguramente tenía muchos contactos.

–Sí claro, varios de los curas ejercían como espías. Para él estar enterado en lo que pasaba tanto en el sindicato como con los patrones, en el gobierno. Era un estratega. Al grado que el entonces presidente de la república, Luis Echeverría tenía teléfono rojo con él. Don Sergio se nutría de lo que le decía el presidente y viceversa.

 

–Me hacer ruido pensar que el entonces presidente Luis Echeverría, con todo el antecedente del 68, tuviera una relación de este tipo con don Sergio Méndez Arceo. No puedo imaginarme a don Sergio entablar una conversación con Luis Echeverría.

–Don Sergio tenía esa habilidad de estar con los patrones, con los grandes políticos, con los presidentes y al mismo tiempo con la gente más humilde porque era un mediador. Para eso había que tratar con el presidente, él estaba dispuesto a hacerlo. Era un personaje muy respetado y al mismo tiempo nada tolerado por la alta jerarquía.

 

–¿Cómo te ha impactado personalmente la historia de Don Sergio Méndez Arceo?

–Me impactó mucho por esa convicción en la libertad espiritual y mental del ser humano para realizarse; utilizando el cristianismo como una mediación.

 

–¿Eres agnóstico?

–A partir de la película me volví católico cristiano. El catolicismo es parte del cristianismo. El cristianismo como esa gran filosofía de vida, tal como lo ve Dussel o Leonardo Boff. Yo era de izquierda agnóstico. Ahora soy cristiano militante de la izquierda.

 

–¿Qué testimonios consideras especialmente conmovedoras que te estremecieron?

–Hay testimonios de víctimas de la guerra sucia; hay un profesor que es torturado por la policía, quien explica que don Sergio abogó por ellos, y logró la liberación de él y todo el grupo. Hay otro testimonio en el que un obrero fue encarcelado por los patrones, los dueños de Rivetex. Estaba en huelga porque les habían quitado la media hora que tenía para comer -ni siquiera podían parar para comer. Los patrones lo encarcelan, y van a ver a don Sergio para que paren la huelga… ¡Bueno! Preguntó, con quién tengo que hablar, le dijeron que con el cobijero. Va don Sergio a la cárcel, dijo, a ver quién es el cobijero. Lo llevan con él. Entonces el cobijero le dijo, usted viene de parte de los ricos, y vuelva con los ricos, nosotros no estamos dispuestos a escucharlo porque usted es un cura para los ricos. Don Sergio se quedó escuchándolo. Dijo, me están dando una gran lección, considérenme su amigo, voy a abogar por ustedes. Yo no quiero ser juez, yo soy parte.  a partir de ese momento fue la epifanía de don Sergio, se transforma y se vuelve vocero del movimiento obrero.

 

–Por qué consideras que es importante recordar y difundir la figura de don Sergio Méndez Arceo en la actualidad?

–Se intentó destruir el trabajo de don Sergio en la diócesis de Cuernavaca. Al mismo tiempo, Juan Pablo II, a través de (Girolamo) Prigione, que era el delegado apostólico, después el embajador del Vaticano, se encargó de desmantelar toda la obra que don Sergio había hecho con la filosofía de la opción por los pobres. Simultáneamente, se intentó desaparecer la historia de don Sergio de la historia eclesiástica y, también de la historia oficial. La presencia de la iglesia en la lucha social de México ha sido muy importante, y la de don Sergio se invisibilizó. Para mí, es un rescate histórico de esa figura, y de lo que representó para el cambio social en México, así como una reinterpretación del cristianismo desde la visión crítica y militante.

 

–Al respecto, te pregunto ligando la pregunta con la política. El presidente López Obrador se asume cristiano, ¿tú crees que se identifique con la filosofía de don Sergio Méndez Arceo?

–López Obrador ha dicho públicamente que se identifica con la opción por los pobres. Es un concepto de la teología de la liberación que don Sergio difundió y ejerció. En definitiva, López Obrador tiene toda la enseñanza que don Sergio dejó, inclusive en una mañanera mencionó que lo conoció y que lo respetó. Sí hay una continuidad porque el estilo de gobernar de López Obrador está muy apegado a los ideales del cristianismo que don Sergio promovió. Y por eso la curia católica está en contra de López Obrador. Son detractores que atacan, se afilian abiertamente con la ultra derecha porque no aceptan esa visión cristiana de López Obrador que viene de la teología de liberación de don Sergio. Es muy claro que la iglesia institucional en México, a pesar de que el papa Francisco es un seguidor de la Teología de la Liberación, como que la curia católica mexicana no ve esa parte, y aquí ejerce su crítica en contra de la opción por los pobres que, de manera política, López Obrador ejerce en su manera de gobernar.

 

“Obispo Rojo” tiene una duración de tres horas. Está propuesta como una serie documental de tres capítulos. Obtuvo dos estímulos del Instituto Mexicano de Cinematografía, en coproducción con Estudios Churubusco, con el apoyo de canal 22 y recientemente obtuvo un apoyo de EFICINE para la distribución a través de Alfhaville.  Recientemente, en el 45 aniversario de la Revolución Sandinista, recibió la invitación de la vicepresidencia de Nicaragua para presentar “Obispo Rojo” en la Cinemateca Nacional como parte de los festejos, la cual tuvo tres presentaciones con mucho éxito. “Quedamos muy satisfechos por la respuesta del público. Claro que hay una relación entre don Sergio y Nicaragua, fue vocero del FSLN. Fue a Nicaragua muchas veces. La gente mayor lo recuerda. El público joven no lo conocía y aguantó las tres horas”, explicó. 

 

Próximamente, “Obispo Rojo” se estrenará en salas alternativas, en salas de arte, cine club, Cineteca Nacional y de las provincias, y también en comunidades donde será exhibida a través de cine móvil. “Los que vivieron la época de don Sergio revivirán esa época con la película. Las nuevas generaciones conocerán un personaje que es un ejemplo modelador de congruencia”.

 

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