INVESTIGADORES OAXAQUEÑOS
NÉSTOR YURI / JAVIER TOLEFO FLORES
Desde la Universidad del Mar, Campus Puerto Escondido, un equipo de investigadores compuesto por profesores y estudiantes de Maestrías y Doctorados combinan ecología y educación ambiental para proteger al perico frente naranja, una especie amenazada por la pérdida de hábitat y el comercio ilegal. Como líder de este equipo y promotor de la conservación de esta ave está el Doctor Miguel Ángel De Labra Hernández, Maestro en Ciencias Biológicas y Doctor en Ciencias, que colabora como investigador del Sistema de Universidades del Estado de Oaxaca, SUNEO.
La ecología detrás de la conservación.
“Entre los grupos de aves, durante los últimos 15 años me he centrado en estudiar los requerimientos ecológicos de los Psitaciformes. Este grupo de aves incluye a las guacamayas, loros, cotorros, pericos, entre otros afines. Particularmente los estudios han incluido psitácidos como la guacamaya verde, Ara militaris, loros como el cabeza azul, Amazona guatemalae, loro cachete amarillo, Amazona autumnalis, loro frente blanco, Amazona albifrons y pericos como pecho sucio, Eupsittula nana y el perico frente naranja, Eupsittula canicularis. Los sitios donde se han realizado las investigaciones son diversos, como la región del bajo Balsas en Michoacán, la región de los Tuxtlas en Veracruz, la región de los Chimalapas en Oaxaca, y en los últimos cinco años en la región de la costa de Oaxaca. Las investigaciones incluyen diferentes temas desde modelos de distribución potencial, estimaciones de densidad, uso del hábitat, uso y selección de recursos alimenticios, es decir su dieta, características de sitios de anidación, estimaciones de los parámetros y el éxito reproductivos”, nos explica el Doctor De Labra.
El caso crítico del perico frente naranja.
Entre los psitácidos estudiados, el perico frente naranja, eupsittula canicularis, enfrenta un panorama sombrío. La pérdida de un 32.6% de su hábitat original y su captura masiva para el comercio ilegal —con registros históricos de hasta 23,500 ejemplares en apenas cinco años— lo han colocado bajo protección especial según la NOM-059-SEMARNAT-2010. Esta ave no solo es vital para los ecosistemas locales, sino que también es un símbolo de los retos de conservación en México.
De la ciencia a las aulas.
“El componente social de esta investigación lo he llevado a cabo en los últimos tres años. En el pasado solamente me enfocaba en estudiar las especies, en tener información básica de la ecología y en estudiar sus requerimientos. Sin embargo, posiblemente esto de incluir la parte social en la investigación ha resurgido porque sabemos que en el pasado había como una dinámica muy interesante entre las comunidades y la naturaleza. Creo que este respeto de las comunidades, de los pueblos indígenas con la naturaleza se ha mantenido desde el pasado. Quizás algunas cosas han permitido que se pierda un poco este equilibrio o esta dinámica, pero en la mayoría de esos pueblos se mantiene ese respeto y cuidado por los recursos naturales, flora y fauna. Entonces, pensando en esto y tomando como herramienta la teoría de educación ambiental, trabajamos con el meta de influir un poco en la percepción de las personas y enfocarlo básicamente en la conservación de la naturaleza, y se puede utilizar en la conservación de las aves”.
“Establecimos un programa piloto que aplicamos con alumnos de 5º y 6º años de primaria en las comunidades de Camalote y Colotepec específicamente sobre la conservación del perico frente naranja, que se encuentra bajo protección de las leyes mexicanas debido al riesgo en que se encuentra por la captura furtiva y la fragmentación y destrucción de sus hábitats naturales. El tráfico de especies es su peor enemigo”.
Esto es un aspecto innovador del proyecto del uso de la educación ambiental como herramienta para la conservación basados en estudios de campo previamente realizados entre 2019 y 2021. El programa buscaba sensibilizar a los niños sobre la importancia de proteger al perico frente naranja.
“Fueron siete talleres a lo largo de estos tres meses y partimos de una encuesta inicial para poder comparar que efecto tienen estos programas. Realizamos diferentes dinámicas que incluyeron desde dibujos, redacción de textos y hasta un juego infantil en que algunos pequeños simulaban ser los pericos y otros los cazadores furtivos. Aplicamos otras encuestas finales y contrastamos resultados y éstos fueron muy alentadores puesto que reflejaban que en un breve lapso su conciencia sobre la conservación de estos pericos, que muchas veces la gente los usa de mascotas, era muy diferente”, nos platica el Dr. De Labra.
La gente tiende a ver a los pericos como mascotas que le provocan diversión, pero esto deforma la percepción que tenemos de las aves silvestres porque su función dentro de sus hábitats naturales es muy importante ya que pueden actuar como polinizadores, control de plagas y dispersores de semillas, permitiendo la reproducción de las plantas de su entorno natural. Las personas hemos fragmentado sus hábitats, cambiado el uso de suelo para convertir las selvas en campos de pastoreo o de siembra y se ha multiplicado el uso de insecticidas, pesticidas y herbicidas. Desafortunadamente, son las aves frugívoras las primeras afectadas por la fragmentación de sus zonas naturales y la caza indiscriminada con fines de tráfico de especies.
Resultados prometedores, retos pendientes.
El impacto positivo del programa en la percepción infantil demostró el potencial de integrar el componente social en las estrategias de conservación. Sin embargo, los investigadores subrayan la necesidad de expandir este tipo de esfuerzos a otras comunidades y sectores, pues la conservación efectiva de especies no puede darse sin la participación activa de la sociedad.
La combinación de ciencia y educación ofrece una esperanza para el futuro del perico frente naranja y otras especies amenazadas. Con iniciativas como esta, Oaxaca avanza hacia un modelo de conservación donde todos, desde investigadores hasta estudiantes, pueden ser parte del cambio.
Contacto: nestoryuri@yahoo.com