Oaxaca.- La cantante oaxaqueña Susana Harp ofreció su Guelaguetza, ofrenda que demostró una vez más la riqueza cultural del estado. Ataviada con la vestimenta del Barrio de la China y recitando un poema a su tierra “Oaxaca” la intérprete demostró su talento al iniciar el concierto que tuvo como fondo el himno de las y los oaxaqueños, el “Dios Nunca Muere”.
Así pues, una noche que comenzó con lluvia se despejó para dar paso a las melodías que han dado identidad a nuestra gente; la región de los Valles Centrales se hizo presente; se escucharon los acordes de la banda de música que interpretaban el tema “Llévame oaxaqueña”, mismo que fue acompañado de la voz de Harp y de Emilio Cordero, pieza que robó los primeros aplausos de la noche, mientras bailarines y chinas oaxaqueñas se hacían presentes en el escenario y en la explanada de la Plaza de la Danza para ejecutar el “Jarabe del Valle”.
Así pues, en unos minutos la cantante oaxaqueña nos hizo recorrer diversas regiones de Oaxaca, con canciones, sones e imágenes de diversos rincones de esta mágica tierra; presente estuvo San Vicente Coatlán, Ejutla de Crespo con su “Jarabe Chenteño” y “El Guajolote”, mujeres y hombres con indumentarias multicolores bailan al son de la banda acompañada de la voz de la cantante oaxaqueña.
Bastaron tan solo unos minutos para dar pie a los sones mazatecos, la región de la Cañada maravillaba a propios y extraños, se hicieron escuchar los cantos de Huahutla de Jiménez en su lengua materna; para posteriormente presenciar la madre de todas las danzas, la Danza de la Pluma con la delegación de Huayapam.
Mujeres altivas con trajes de terciopelo que portaban flores bordadas se hicieron presentes en el escenario, el Istmo y sus sones hicieron vibrar a todos y cada uno de los presentes, la “Llorona y la Sandunga” con la melodiosa voz de la intérprete oaxaqueña, hizo que el público aplaudiera una y otra vez.
La Sierra Norte con su Torito Serrano de Macuiltianguis, y la nostálgica “Canción Mixteca” de José López Alavés, melodía que fue interpretada por Susana Harp en compañía del cantante oaxaqueño Antonio Cisneros.
De esta forma y con la ejecución del insuperable Jarabe Mixteco, Susana Harp rindió su homenaje por el primer centenario de esta emblemática melodía.
Y no podía faltar la tierra de las mujeres bellas, la cuenca del Papaloapan, que maravilló y robó los reflectores, al igual que la presentación de la música de sotavento de esta región, donde la cantante interpretó el “Butaquito” y “La Bamba”.
Finalmente la algarabía y gallardía de las mujeres y hombres de la región de la Costa se hizo presente para cerrar con broche de oro la noche que hizo remembranza a la máxima fiesta de las y los oaxaqueños.
El carnaval putleco y las chilenas, prepararon el escenario para dar paso a las chilenas de Pinotepa Nacional, de esta forma y con las canciones como “Arenitas del Mar” y “Pinotepa Nacional”, concluyó su presentación Susana Harp, mientras el cielo se iluminaba con las luces multicolores de los fuegos pirotécnicos.
La entrevista
Entrevistada posterior al concierto y mientras realizaba una firma de autógrafos para sus fans, Susana Harp dijo estar feliz, muy agradecida por la espera del público después de la lluvia.
“Pasaron cosas hermosas, fue una Guelaguetza de muchos cantada, corta e incluyente, un proyecto realizado en 6 semanas”, expresó la artista.
“No tengo con qué dar las gracias a la gente por su espera, yo adentro esperando a que terminara el chubasco y ellos afuera esperándome, es algo hermoso”, expresó, al tiempo de reconocer la espera y paciencia del público, después de la lluvia que se hizo presente antes del concierto.
Natasha Segura, una pequeña dijo haberle gustado el espectáculo, pues lo que más la impresionó fueron los bailes, y las canciones que interpretó la cantante oaxaqueña.
Violeta Romero, originaria del Distrito Federal, quien esperaba su turno para recibir el autógrafo de la representante de nuestra cultura oaxaqueña, dijo estar encantada con el concierto que ofreció Susana Harp.
“Todo maravilloso, la gente muy alegre, me dio una muestra de lo que es Oaxaca, no tengo palabras para describirlo, me puso la piel de gallina escucharla y ver bailar a los jóvenes”, expresó.