Salvador Flores Durán
A pesar de las críticas en redes sociales, de la muy baja y crítica popularidad de Enrique Peña Nieto, de las tragedias que se viven en el día a día en cada rincón de México, el régimen priista vive uno de sus mejores momentos y la tendencia del poder del régimen se encuentra a la alza. Veamos.
PAN y PRD están en la lona y los partidos políticos opositores están pulverizados. El Pacto por México logró reformas impensables en busca de recursos e inversiones que apetecían desde hace muchos años la riqueza natural de los mexicanos.
El Pacto, fraguado por el exgobernador oaxaqueño José Murat, ha tenido un costo altísimo para el PRD y el PAN. Y la candidatura de Alejandro Murat es prácticamente un hecho.
En Oaxaca se rompe la alianza AMLO-Gabino Cué con motivo del golpe a la CNTE, un aliado que se convirtió incomodísimo y un pesado lastre para el gobernador.
El golpe mediático, de paso, se pensó muy bien para quitar la atención de la fuga del Chapo.
La respuesta de la CNTE será virulenta porque se dicen traicionados.
La intervención del gobierno federal en este caso hace repuntar los bonos de Peña Nieto. La CNTE fue víctima de su propia soberbia, hizo en Oaxaca todo lo posible para lastimar a todos los sectores sociales, incluidos los que pudieron ser sus aliados naturales. Muchos de ellos afectados por las prácticas magisteriales, hoy aplauden el manotazo del gobierno federal.
Sin duda se trató de una decisión de fuerza. La presión del gobierno federal tuvo que ser muy importante para que el gobierno estatal tomara la decisión y se trata de una nueva alianza con miras a la sucesión estatal. Parece que sin duda el PRI regresará al gobierno de Oaxaca.
La sucesión en el estado será de pronóstico reservado.
Los aspirantes quedan así. José Antonio Estefan Garfias como candidato del PRD, en una alianza con el PAN pobrísima si nos atenemos a los votos que el panismo obtuvo en la elección federal pasada, con el apoyo de Diódoro Carrasco y el gobierno panista de Puebla, de su primo hermano, el diputado federal priista de Puebla como futuro presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de diputados.
Tal vez con el apoyo del oaxaqueño dirigente de la élite empresarial del país. Y muy posiblemente con el apoyo del exgobernador Ulises Ruiz, quien le debe haber sido diputado local en el tiempo en que Estefan Garfias era dirigente del PRI, lo que le permitió a URO entrar de lleno en la política local en el sexenio de Diódoro Carrasco. URO le retribuyó el favor con la Secretaría de Administración. También hay que contemplar el escenario de, una más, división perredista. Las fuerzas que apoyan al diputado federal Francisco Martínez Neri y que harán todo lo posible por que sea el candidato a gobernador. Además, Estefan puede contar con el apoyo de los priistas cercanos a Diódoro Carrasco.
Benjamín Robles Montoya seguramente será el candidato de Morena, quien buscará mediante AMLO el apoyo de la CNTE que se siente traicionada. Su candidatura sumará votos del perredismo que recuerda el pasado priista de Estefan Garfias. Veremos en los próximos meses a AMLO en campaña recorriendo con Benjamín Robles todo el estado, como lo hizo con Gabino.
En el PRI, sin duda, el director del Infonavit será el candidato a gobernador. Y los demás aspirantes seguirán moviéndose para buscar un lugar donde acomodarse y seguir viviendo de la ubre estatal. Varios de ellos ya le bajaron el perfil a sus precampañas y otros siguen con la idea de vender caro su respaldo a Alejandro Murat. Así que todo está puesto para el regreso al PRI al gobierno de Oaxaca.
El regreso del PRI
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