* “Tezozómoc, el tirano olvidado”, aporta dos visiones que permiten al lector elegir su posición ante los esfuerzos de Tezozómoc por derrocar a Ixtlilxóchitl y perseguir a su hijo Nezahualcóyotl y la versión del descendiente del “Rey Poeta”, Fernando de Alva Ixtlilxóchitl
Pachuca de Soto, Hgo.- Con la provocación de cuestionar las verdades históricas y sea el lector quien tome la decisión de creer o no en los “héroes” y “villanos” de las culturas prehispánicas, el escritor Antonio Guadarrama compartirá en la Feria Universitaria del Libro, FUL 2015, su libro “Tezozómoc, el tirano olvidado”, que bajo el sello de Ediciones B, ofrece al lector una interesante novela histórica a dos voces, para hacer una radiografía del guerrero, estratega, tirano y antagonista de Nezahualcóyotl, Tezozómoc.
“Sí tomamos como verdad todo lo que leemos, lamentablemente viviremos en el engaño”, advierte el historiador y anticipa que esta obra tiene por objeto darle al lector la oportunidad de decidir lo que quiere creer e impulsa el derecho a poner en duda las versiones oficiales, porque desde la perspectiva del novelista e investigador, es parte de su tarea “la interpretación de la historia, aprender a desmenuzar y aprender a descubrir las mentiras”.
Con la herramienta de dos voces narrativas, Guadarrama plantea en esta obra escrita en 2009, la atmosfera que rodeará el nacimiento del imperio azteca y aporta dos visiones que permiten al lector elegir su posición ante los esfuerzos de Tezozómoc por derrocar a Ixtlilxóchitl y perseguir a su hijo Nezahualcóyotl.
En esta, la primera entrega de la colección Grandes Tlatoanis del Imperio, compuesta también por los libros “Nezahualcóyotl, el despertar del coyote”; “Moctezuma Xocoyotzin, entre la espada y la cruz” y “Cuitláhuac, entre la viruela y la pólvora”, Antonio Guadarrama presenta personajes con todo tipo de matices, sin pretensión de idealizarlos, “personajes humanos, que es lo que falta en la historia de México. Hacer un héroe de cartón en una novela es una maldad contra el lector”, enfatiza el autor y cuestiona la idealización de la historia azteca a ultranza, cuando eran humanos que cometían errores y tenían aciertos.
“El lector sabrá si quiere creer o no, pero en la historia que escriben los descendientes de Nezahualcóyotl, tiranizan a Tezozómoc porque él mata al padre de Nezahualcóyotl y lo busca para matarlo en una persecución que le toma 10 años, huyendo por todo el Valle de México. Ahora la historia de Tezozómoc es bastante opaca, porque la cuenta el tataranieto de Nezahualcóyotl, Hernando de Alba Ixtlilxóchitl, quien escribe para engañar a la corona española con el único objetivo de cobrar las rentas de Texcoco. Entonces nos inventa una historia plagada de mentiras y cosas absurdas e inverosímiles, anécdotas dignas de cualquier película de acción”, relata.
Y es que entre los escritores de novela histórica pocos se han aventurado a abordar las culturas prehispánicas y menos aún a ir a fondo con investigaciones profundas, sustentadas en documentos oficiales, códices, crónicas de los españoles, libros de frailes y libros actuales de antropólogos, arqueólogos e historiadores. De ahí el éxito que han tenido las novelas escritas por Antonio Guadarrama, quien reitera sin ninguna presunción el afán de apoyarse en todos estos documentos, sin discriminar, a fin de ofrecer al lector las distintas versiones de una misma historia.
Haciendo uso de la voz narrativa de la gente de Texcoco, Antonio Guadarrama retoma los mitos de Nezahualcóyotl, los relatos que lo presentan como el poeta, arquitecto, gran hombre y del otro lado tiene como antagonista al tirano Tezozómoc. “Sin embargo, nada de esto nos consta, no lo podemos comprobar y no trato de hacerlo, simplemente investigo y le presentó al lector una voz distinta a la oficial, desde esta segunda voz trato de poner en duda la historia oficial, recuperando las voces de los historiadores profesionales de México que han puesto en duda muchas cosas sobre la vida de Nezahualcóyotl” explicó.
Para la historia oficial, el enigmático y controvertido personaje fortaleció el poderío Tepaneca sobre las demás tribus y se descubre como el gran tirano del México antiguo, obsesionado con derrocar a sus enemigos e imponer su dictadura sobre las tierras de Tenochtitlán. “Cuando leí por primera vez sobre Tezozómoc me pareció una historia fabulosa, lamentablemente si hoy preguntas muy pocos saben quién fue este personaje. No quiero ponerlo en un pedestal, pero si dar otra versión sobre la historia”, afirma Antonio Guadarrama, tras subrayar que tanto Tezozómoc como Nezahualcóyotl son los personajes menos claros en la historia azteca.
Guadarrama presentará su novela “Tezozómoc: El tirano olvidado”, el sábado 29 de agosto a las 14:00 en el auditorio “Nicolás García de San Vicente” de la Feria Universitaria del Libro (FUL) que organizan la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y su Patronato, con el auspicio del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).