*Se suma a la de ayer martes de casi un 2% en el tipo de cambio respecto al dólar
El Banco Popular de China ha vuelto a sorprender este miércoles al anunciar una nueva rebaja del 1,62% del tipo de cambio de referencia del yuan con respecto al dólar, bajada que se suma a la ya efectuada ayer martes de casi un 2% y que ha desatado los temores de que se esté fraguando una guerra de divisas.
Esta nueva caída, que por segundo día consecutivo roza el máximo legal del 2% posible de fluctuación con respecto a la moneda estadounidense, sitúa el tipo de cambio en 6,3306 yuanes por dólar frente a los 6,2298 del martes.
La institución financiera justificó en un comunicado su acción de hoy por la baja cotización de su moneda en la jornada anterior y definió esta variación como “normal”. Según señaló en el escrito, la nueva medida “refleja no sólo la mejora de la orientación hacia el mercado, sino el rol clave que desempeñan la demanda y la oferta del mercado en la formación del tipo de cambio”.
El emisor chino también anticipó que, a corto plazo, podrá haber más oscilaciones en el tipo de cambio que se fija a diario, y señalo confiar en que, “tras un breve periodo de adaptación”, las fluctuaciones del yuan convergerán “en una zona razonablemente estable”.
Preocupación
Sin embargo, sus palabras no han conseguido calmar las crecientes preocupaciones que reinan sobre la salud de la segunda mayor economía del mundo. Muchos expertos ven estas medidas como un intento de impulsar las exportaciones del país y hacerlas más competitivas para así frenar la desaceleración de una economía que muestra signos preocupantes.
En lo que va de 2015, el valor del comercio exterior ha caído un 7,3% con respecto al mismo periodo del año anterior, algo que sitúa la bajada interanual en el 8,8%. Otros datos, como los vaivenes del mercado de valores o el estancamiento de su producción manufacturera no han hecho sino aumentar la preocupación de las autoridades.
El Gobierno de China “está más centrado en los asuntos domésticos que en las implicaciones globales, y emplea todos los medios a su alcance para estabilizar su economía”, declaró Ronald Wan, jefe ejecutivo de Partners Capital Internacional a Bloomberg. “Un yuan más débil significa un menor consumo de energía, y la demanda china de productos extranjeros y materias primas bajará”, añadió.
Muchos coinciden en señalar que esta decisión puede contribuir a enderezar su economía, pero que afectará a otras potencias exportadoras de Asia como Japón, Taiwán o Corea del Sur. De hecho, las monedas y los mercados de valores de estos países ya han registrado bajadas desde que se hizo pública la noticia de la rebaja del yuan, y ahora se teme que la situación degenere en una nueva guerra de divisas, como ya alertó en una nota el banco de inversión Nomura.
Exigencias de EEUU
Ayer, Estados Unidos recibió con prudencia la devaluación del yuan, y sus autoridades apuntaron que esperaban una mayor liberalización de la divisa china. “Si bien es temprano para evaluar todas las implicaciones del cambio en la tasa de referencia, China ha señalado que los cambios anunciados el martes son una nueva etapa hacia una tasa de cambio más determinada por el mercado”, declaró el protavoz del Tesoro americano en un comunicado.
Desde hace años, Estados Unidos sostiene que el yuan está infravalorado para favorecer las exportaciones chinas y le exige que su valor esté más ajustado a los del mercado. “Seguiremos presionando a China sobre el ritmo de sus reformas para lograr una transición hacia una tasa de cambio basada en los mercados y para que encamine su economía hacia una mayor dependencia de la demanda interna”, subrayó la nota.
Muchos analistas ven en estos anuncios de Pekín la voluntad de que su moneda sea incluida en la canasta de divisas del Fondo Monetario Internacional (FMI), que conforman los derechos especiales de giro de la institución con sede en Washington, algo para lo que las autoridades chinas llevan presionando largo tiempo.
El FMI calificó ayer la decisión de China de reformar su sistema cambiario y promover un yuan más sensible a las fuerzas del mercado como “un buen paso”. Sin embargo, la institución financiera avisó de que el “impacto exacto” dependerá de cómo se implemente el nuevo mecanismo, algo que sólo se verá en el futuro.
http://www.elmundo.es/economia/2015/08/12/55cae97246163f34698b456d.html