Oaxaca.- A fin de contar con un espacio donde resguardar, catalogar, difundir y promover la obra de los artistas plásticos locales, desde 2003 el estado cuenta con el Museo de los Pintores Oaxaqueños (MUPO).
Adscrita a la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (SECULTA), esta institución ha logrado convertirse, gracias a la calidad de sus actividades, en uno de los referentes más destacados de la cultura en la entidad, cuya historia y trayectoria vale la pena conocer.
La historia
El MUPO se afinca en la casa ubicada en la esquina que forman las calles de Independencia y Manuel García Vigil, en el centro histórico de la Ciudad de Oaxaca.
Esta construcción data del siglo XVII y se edificó por iniciativa de don Juan Gómez de Tapia, párroco de Tututepec, y del filántropo portugués Don Miguel Fernández Fiallo.
Bajo el auspicio del Obispo Isidro Sariñana, dichos benefactores destinaron en 1686 este edificio a la educación de las niñas oaxaqueñas, con el nombre del Colegio de Doncellas de Nuestra Señora de la Presentación.
Con las Leyes de Reforma el colegio fue clausurado y la construcción pasó a manos del estado, con lo cual sufrió severos daños. En 1866, bajo el mandato de Porfirio Díaz, reabre sus puertas.
Desde entonces los usos de este edificio han sido muchos y muy variados, pues fue Museo de Antropología e Historia, Museo Regional del Estado, sede del Ayuntamiento capitalino y de 1993 a 2003 de la Secretaría de Turismo.
En 2003 surge la idea del Gobierno del Estado de abrir en este edificio un museo dónde mostrar lo mejor de la plástica oaxaqueña y relacionarla con talentos nacionales y extranjeros, lo que da pie al nacimiento del MUPO.
El espacio
El MUPO se abrió con la finalidad de ofrecer un espacio abierto al desarrollo y muestra del arte contemporáneo en la entidad, sobre todo mediante exposiciones que promuevan y difundan la obra de artistas oaxaqueños.
Paralelamente, busca establecer un diálogo entre la creación estatal y la existente en otras latitudes del país y el mundo, a fin de lograr un enriquecimiento integral tanto para artistas como para el público en general.
De tal manera, el MUPO se ofrece como un foro crítico e incluyente de las distintas maneras de hacer y apreciar el arte, con la posibilidad de enlazar a sus creadores con museos y galerías de otros sitios.
Asimismo, la institución es un espacio abierto a las más variadas expresiones culturales, complementando su programa de exposiciones con visitas guiadas, talleres, conferencias, muestras de danza, teatro, cine, entre otras.
En su búsqueda por dar oportunidad a los creadores locales, el MUPO lanza convocatorias a fin de que artistas emergentes puedan ocupar sus salas y mostrar su trabajo.
Con cerca de un centenar de exposiciones a lo largo de su existencia, el MUPO continúa su tarea de posicionarse como un espacio abierto a todos.