Érika González
Puebla.- Para 2020 las defunciones hospitalarias por cáncer gástrico en México crecerán 20 por ciento, cifra mayor a la estimada para América del Sur (15 por ciento) y América del Norte (10 por ciento) en el mismo año, según indica el portal de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Mariana Martha Cruz Roncal, Bruno Eduardo Reyes Torres y Emmanuel Marcelino Juárez Alvarado.
El estrés, una dieta rica en salazones, ahumados y baja en frutas y verduras frescas y el tabaquismo, son solo algunos de los factores más comunes que aumentan el riesgo de padecer cáncer gástrico, afirma la doctora en Ciencias Biológicas, María Alicia Díaz y Orea, investigadora titular C de la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), quien junto con un grupo de alumnos e investigadores de la facultad descubrieron, a principios de 2014, proteínas inmunogénicas presentes en mujeres que padecen cáncer cervicouterino y que sirven para proporcionar un diagnóstico y tratamiento temprano para cáncer gástrico, que hoy ocupa un lugar importante en mortandad en México al ocasionar 15 decesos por cada 100 mil habitantes en adultos de 30 a 59 años, según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
En el laboratorio de Inmunología Experimental de la Facultad de Medicina de la BUAP se estudian los antígenos de secreción (proteínas) obtenidos del cultivo de células tumorales gástricas, útiles para el tratamiento y diagnóstico de pacientes con adenocarcinoma gástrico.
“Las células tumorales eran células normales que empezaron a mutar produciendo proteínas tumorales propias de la célula mutada. Parte de esas proteínas son facilitadoras, facilitan la invasión del paciente, y otras son protectoras, protegen al paciente pero pueden ser inhibidas por las mismas proteínas que está produciendo la célula tumoral”, detalla en entrevista para la Agencia Informativa Conacyt, Díaz y Orea quien pertenece al Sistema Nacional de Investigadores (SNI) nivel I.
La especialista afirma que se han obtenido 21 antígenos que liberan células tumorales. Las proteínas denominadas CAG-1 y CAG-5 (de cáncer gástrico) son reconocidas por 75 por ciento de los pacientes con adenocarcinoma gástrico, y la CAG-6, por 62.5 por ciento, lo que indica que son propias del tumor; mientras que las proteínas restantes son reconocidas tanto por los llamados pacientes problema (con cáncer gástrico) como por los controles (sanos), lo que revela que se trata de una proteína normal.
Los investigadores han desarrollado anticuerpos policlonales contra esas proteínas, a fin de verificar si estas proteínas son antígenas de superficie de la célula tumoral, o si fueron liberadas por la célula tumoral durante su cultivo.
En inmunología, cuando se genera un anticuerpo, ese anticuerpo es reconocido por células citotóxicas propias de nuestro organismo. El anticuerpo encontrado por el grupo de investigación de la BUAP induce una citotoxicidad celular que destruye la célula tumoral.
Inmunofluorescencia indirecta en corte de biopsia
Inmunofluorescencia indirecta en corte de biopsia de paciente con (A) cáncer gástrico intestinal, (B) cáncer gástrico difuso, utilizando uno de los anticuerpos obtenidos contra el antígeno de secreción tumoral CAGA-1. Detecta cáncer gástrico tipo intestinal.
“Todo esto lo estamos probando en ratones a los que les implantamos células tumorales de pacientes y los empezamos a tratar con los anticuerpos que tenemos contra las diferentes proteínas aquí en el laboratorio, en el cuarto de cultivo, sacrificamos a los ratones y obtenemos las muestras”, declara la doctora en Ciencias Biológicas.
Esto ha dado pauta a la investigación de estas proteínas para generar una vacuna, y aunque ya se solicitó la patente de la investigación, se tienen que pasar múltiples etapas de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), refiere la investigadora.
“Nosotros no nada más queremos alentar a los pacientes a que ya tenemos algo para tratarlos, pero sí en que nos vamos a apurar para poderlos ayudar”, agrega.
La doctora hizo hincapié en que el cáncer gástrico afecta con mayor frecuencia a la población femenina debido a los estrógenos y adelantó que está trabajando en una prueba que, al igual que una prueba de embarazo, puede identificar si las pacientes tienen células tumorales causantes del cáncer cervicouterino.