Como preámbulo de Instrumenta Oaxaca 2015, se presenta “Dispersiones”, trabajo colaborativo entre el artista visual Gerardo Suter y el compositor Javier Álvarez. La inauguración será el 25 de octubre en el Centro de las Artes de San Agustín Etla
Oaxaca.- Resultado de la experimentación creativa entre dos artistas que han trasgredido los límites de la fotografía y video y la composición musical tradicionales es Dispersiones, interpretación visual y sonora de los “cielos” de Oaxaca realizada por Gerardo Suter y Javier Álvarez, que se abrirá al público el próximo 25 de octubre a las 13 horas en CaSa, Centro de las Artes de San Agustín Etla, Oaxaca, como preámbulo del programa Instrumenta Oaxaca 2015, que se desarrollará del 11 al 22 de noviembre.
La propuesta que han desarrollado Suter y Álvarez a invitación de Instrumenta Oaxaca 2015, es una instalación audiovisual de carácter inmersivo, que tiene como protagonista “los cielos” de Oaxaca, a partir de un despliegue de imágenes videograbadas y proyectadas a muro y en cinco pantallas, y de sonidos que llenarán un espacio de 5 x 10 metros a través de un sistema 5.1.
Tan es así que Dispersiones se inscribe en su serie Observatorios, que son instalaciones que abordan el tema de la representación, la percepción y la mirada, desde el campo de la imagen. Durante 15 años Suter ha desarrollado trabajos para sitios específicos con la utilización del espacio arquitectónico como soporte y contenedora final de la obra, a lo que nombra con el concepto “imagen expandida”. El material visual que emplea es una interpretación de los cielos donde se instala la obra.
En Javier Álvarez, compositor mexicano con reconocimiento internacional, autor de más de 80 obras para orquesta y de cámara, música electroacústica y piezas para cine y para danza, el artista visual encontró al cómplice ideal para la generación de los universos sonoros y visuales que acciona Dispersiones.
La música para la instalación, precisa el compositor, ha sido construida a partir de sonidos pulsados que al sobreponerse el uno al otro dan como resultado un paisaje sonoro granular, fluido y efervescente. Así, “conforme transcurre este manto sonoro, escuchamos en su interior impactos de objetos que transitan y se mueven en el espacio de forma sugerente, creando imágenes relacionadas al vuelo y, por lo tanto, a las imágenes propuestas por Gerardo”.
En la dupla Suter-Álvarez conviven dos artistas miembros del Sistema Nacional de Creadores, reconocidos cada uno por el trabajo de investigación y exploración de lenguajes, técnicas y estilos, en las artes visuales y en la música contemporánea, respectivamente, quienes a lo largo de su trayectoria profesional han hecho patente su deseo de traspasar las fronteras convencionales del arte para ofrecer experiencias creativas que inquieten y perturben al espectador.
Como productor visual, Gerardo Suter (1957) fue distinguido como representante de México en la III y VII Bienal de la Habana (1989 / 2000) y en la XXIII Bienal Internacional de São Paulo (1996). En 1997, ingresó por primera vez al Sistema Nacional de Creadores de Arte en el área de Artes Visuales, y en 1998, se le otorgó la Beca Rockefeller-MacArthur de Cine, Video y Multimedia. Sus últimos proyectos son, DF penúltima región (Antiguo Colegio de San Ildefonso, Ciudad de México, 2011), Canto de obsidiana (Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, 2012) y Equivalencias (Centro de las Artes de Nuevo León, Monterrey, 2013).
Por su parte, Javier Álvarez (1956) es un compositor mexicano con reconocimiento internacional, que realizó estudios en México, Estados Unidos e Inglaterra; en éste último país vivió durante 25 años. En Gran Bretaña recibió la Beca Mendelssohn, el Premio Lionel Robbins y la codiciada Beca Gémini; y en México le han sido otorgados el Premio Nacional de Ciencias y Artes (2013), el Reconocimiento Instrumenta Oaxaca a la Trayectoria en el ámbito nacional (2014) y la Medalla Bellas Artes (2015).
Dispersiones ocupará un nuevo espacio de CaSa, donde a partir de la distribución de sonidos e imágenes creados por los artistas, la instalación juega con el afuera y el adentro a partir de la deconstrucción y posterior reconstrucción audiovisual de la bóveda celeste de Oaxaca.
“Es una obra que tiene que ver con la experiencia, por lo que es necesario estar en el lugar para sentir y tener la sensación de inmersión en este espacio sonoro visual”, destaca Suter, en tanto Álvarez concluye con una invitación al público “a sumergirse en el espacio sin una expectativa preconcebida; a llegar, por así decirlo, con los ojos y los oídos en blanco y darse la oportunidad de crear libremente, como quien vuela, su propio entorno imaginario”.
La realización de la propuesta creativa de Gerardo Suter y Javier Álvarez fue posible con el apoyo de CaSa, Fundación Televisa, Gobierno del Estado de Oaxaca, Secretaría de las Culturas de Oaxaca, CORTV, Conaculta, Secretaría de Turismo y Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca.
Anuncian interpretación visual y sonora de los cielos de Oaxaca
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