Hugo Valencia Juliao
México, DF.- Desarrollan en el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), la Camabot, una cama robótica asistencial de doce posiciones diferentes, orientada para atender las necesidades hospitalarias en el sector salud.
Esto se propuso para representar las prioridades de la Coordinación General de Servicios de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (CGSTIC), en sus vertientes de la sociedad de la información y la economía del conocimiento.
“Le propusimos al director general del Hospital Juárez de México que nos permitiera identificar las necesidades del personal, en vías de optimizar la forma de operación y el cuidado a los pacientes mediante la robótica y las tecnologías de la información y comunicación”, dijo el doctor Mariano Gamboa Zúñiga acerca de cómo surgió este proyecto.
De la mano del equipo comandado por los doctores Mariano Gamboa Zúñiga y Eduardo Vázquez Santacruz, se aplicaron encuestas a gran parte del personal del Hospital Juárez de México, por lo que pudieron reconocer las problemáticas urgentes a resolver.
“Desarrollamos una metodología basada en métodos consultivos, además de desarrollar entrevistas, y pudimos detectar 35 proyectos potenciales. Los proyectos en los que visualizamos la factibilidad para ser de robótica solo fueron seis”.
De esos proyectos, los especialistas aplicaron algunas matrices relacionadas con la viabilidad financiera y tecnológica; además de calcular el beneficio e impacto que pudieran tener los desarrollos.
“Encontramos que la cama robótica asistencial era la que mayor impacto tenía, ahí fue cuando decidimos hacer este proyecto, porque cumplía todos los puntos que nos trazamos institucionalmente”.
Problemas recurrentes en la operación de un hospital son las complicaciones de los pacientes derivadas de su falta de movilidad, ya que las camas de los hospitales no tienen movimientos particulares de acuerdo con las necesidades de cada paciente, mencionó Gamboa Zúñiga.
“Hay una gran cantidad de pacientes que se caen de las camas porque los barandales no suben, por ello identificamos que la seguridad tenía que ser un factor importante para tomar en consideración”, dijo el coordinador.
Esto aunado a que los pacientes de baja movilidad tienen que ser trasladados por el personal del hospital, por lo que las enfermeras y camilleros han presentado problemas de espalda directamente relacionados con la acción de cargar a los pacientes.
“Nosotros buscamos la forma de resolver tecnológicamente estas necesidades; recurrimos al manual de las enfermeras, este prescribe doce posiciones para pacientes. Con eso, concebimos que la cama debía tener esas doce posiciones ideales”, indicó el coordinador general de la CGSTIC.
Según explicó el especialista, la cama funciona como un sensor gigante. “El colchón cuenta con una malla sensora, la cual detecta en qué posición está el paciente, a su vez, esto se refleja en la pantalla táctil integrada. La cama es capaz de sentar al paciente en el momento que sea necesario, sin que el paciente haga un solo movimiento”.
La cama puede ponerse en posiciones para que los médicos y enfermeras realicen su trabajo sin poner en riesgo a los pacientes, incluso la cama puede ayudar a parar al paciente, “estas doce posiciones son muy versátiles”, explicó el doctor Gamboa Zúñiga en entrevista con la Agencia Informativa Conacyt.
“Esto es una innovación completa, hemos registrado 20 patentes industriales con este invento, también hemos publicado 20 artículos en prestigiosas revistas internacionales”, dijo el especialista.
Entre las tecnologías involucradas en este desarrollo está la inteligencia artificial, mecatrónica, electrónica, mecánica y diseño industrial. “Todas estas tecnologías trabajan para un objetivo en común: mejorar las condiciones de estancia de un paciente en el hospital”.
Una de las ventajas del dispositivo es que puede programarse según las necesidades del paciente en el transcurso del día, a modo de rutina, y se puede programar una secuencia de posiciones, por lo que no es necesario realizar un esfuerzo de más.
En el mismo sentido, declaró que la cama está diseñada para medidas latinoamericanas. “Está hecha según las medidas antropomórficas de los latinos; aunado a que soporta un peso de hasta 300 kilos”.
El sistema informático que hace funcionar la cama está basado en algoritmos de reconocimiento de posición para que pueda interpretar la ubicación del paciente y proceder a diferentes movimientos, especificó Gamboa Zúñiga.
“Imaginemos que un paciente está boca abajo y alguien quiere levantar la parte delantera de la cama, entonces si se levantara la cama, el paciente se lastimaría; por ello el algoritmo impide ese movimiento en esa situación específica porque no es seguro”, aseveró el coordinador del CGSTIC.
Este es un proyecto multidisciplinario en donde participan más de 70 especialistas de muy diferentes perfiles, además de que en el diseño industrial del producto participó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) a través del Centro de Investigaciones de Diseño Industrial (CIDI).
El doctor en Ciencias de Ingeniería destacó que en el Cinvestav cuentan con una metodología de administración de proyectos, la cual les permitió ejecutar adecuadamente el manejo de todos los recursos en tiempo y forma.
“El proyecto desde el inició nos llevó tan solo 12 meses, lo que es un tiempo muy corto para un proyecto de este nivel de complejidad. El siguiente paso es llevar la Camabot al Hospital Juárez de México para probarla con pacientes reales y así perfeccionar el diseño para poderla producir en serie”, explicó.
El especialista espera que en tres meses ya tengan las pruebas completas para contar con las opiniones y sugerencias de médicos y enfermeras para hacer las adecuaciones necesarias y presentar el modelo final.