Buscan a futuros científicos en confines de Oaxaca

El proyecto Estuvia nace en Zanatepec, una población de apenas 11 mil 218 habitantes en el área del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca. La idea parece sencilla: reconocer públicamente y otorgar apoyo económico a estudiantes destacados para evitar que dejen la escuela.
En realidad se trata de algo más complejo que se inició hace cuatro años, porque además del reconocimiento y del apoyo económico, a los niños se les abre el panorama sobre la ciencia o ramas de la tecnología de punta como opción de estudios.
En Zanatepec crecieron Genaro Toledo, quien ideó el proyecto, y Gabriel López Castro, también muy reconocido en su tierra por haber sido el primero del pueblo en lograr un título de doctorado.
Ambos son investigadores en ciencias físicas, para la Universidad Nacional Autónoma de México y para el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Politécnico Nacional, respectivamente. En cierta forma son el modelo mismo del proyecto: Uno de ellos siguió los pasos del otro.
La historia de Zanatepec, como muchas otras comunidades con alta marginación, es de emigración. Un motivo para irse es continuar los estudios: “todo está alejado, ahora ya existe el bachillerato, pero no hace algunos años; por entonces los que teníamos posibilidad, tuvimos que emigrar para estudiar en otro lado, ya olvídate de la universidad”, relata Toledo.
En este poblado, el promedio de años de escuela cursados es de 6; aquellos que desean continuar sus estudios más allá de lo básico debían emigrar hasta hace poco a los 15 años (ahora hay una prepa).
Como estos municipios están aislados, están un poco abandonados, dice López Castro, quien participa en la entrevista vía internet desde Valencia, España, donde realiza una estancia relativa a trabajos de su disciplina.
Buscan a futuros científicos en confines de Oaxaca 1Hace cuatro años, Toledo y su familia idearon la asociación Estuvia (“es tu vía”), con la que brindan reconocimiento a los estudiantes destacados de ese confín oaxaqueño.
“Una realidad no sólo de Zanatepec, sino del país, es que chicos con un verdadero potencial tienen que detener su educación por problemas económicos o familiares, lo cual es muy triste; hacen un gran esfuerzo para seguir, pero sus posibilidades son muy complicadas porque tienen que trabajar o tienen problemas de familia”, señala López Castro. “¡Y son chicos que ya mostraron antes su potencial!”, resalta el científico; “con un estímulo tratamos de ayudar a que se les facilite un poquito la transición porque hay que emigrar, comprar ropa y útiles, pagar renta. Todos en Zanatepec hemos vivido esa experiencia”, agrega.
“¡Síguele así!”. Toledo piensa que el modelo que proponen —apoyo económico y reconocimiento social para el alumno aplicado— debería ser extendido a otras poblaciones, pero acota que esto sólo se lograría si nace de cada comunidad: “no puede llegar alguien de otro lugar a decirte que lo hagas. Hemos visto que llega gente que dice, oiga, pero nuestro pueblo que está al lado, ¿por qué no nos toca?”.
En ese sentido se descarta el asistencialismo o la idea de un reconocimiento ajeno, de alguien que no conoce el pueblo. Ese no es el objetivo, señalan los físicos oaxaqueños, “debe ser alguien que te conozca, que te diga: ¡bien, así síguele, vas en primer lugar!, ¡ya en secundaria, síguele!”.
El reconocimiento público en el modelo Estuvia se vive en las calles del pueblo, a partir de la gente que va a saludar al alumno destacado, que lo ve todos los días, y sabe que es el mejor en la escuela. Esa fama “se volverá un estímulo diario para los chicos, y no proviene de alguien que llegó de fuera y desapareció”.
“Yo quiero ser…” López Castro ve que los niños de Zanatepec, como en su época, quieren ser médicos, abogados, contadores e ingenieros, o hacer alguna carrera técnica relacionadas con ingeniería.
“Nosotros no resolvemos ningún problema económico, pero pretendemos ayudar a orientar a los jóvenes, abrirles los ojos sobre la posibilidad de estudiar ciencias o áreas de la ingeniería poco conocidas, porque es algo que no sólo les va a permitir formarse, sino también conseguir trabajo; es darles la oportunidad de que sepan dónde pueden continuar sus estudios”, dice.
El reconocimiento Estuvia consta de un estímulo económico a los mejores estudiantes de primaria, secundaria y bachillerato y, justamente, de un reconocimiento que se hace patente en reuniones ex profeso.
Para los habitantes de Zanatepec, el centro de educación superior más cercano está a unos 80 kilómetros de distancia, en Juchitán, y es un instituto regional de ingenierías. El siguiente es en Oaxaca, a unos 300 km de distancia, ciudad a la que se llega por una carretera muy accidentada que se recorre en 6 o 7 horas.
Las siguientes opciones ya están fuera del estado, en Puebla, Veracruz, Chiapas y el DF.
“Entre bueno y promedio”. Genaro Toledo comparte: “Afortunadamente no tuve necesidad de dejar la escuela, pero cuando tienes que estudiar y trabajar, entras en un dilema porque ya no te concentras en el estudio y te empiezas a rezagar”.
“Sí, hay una parte gratuita que es la enseñanza, pero venir a la ciudad es un gasto que no toda la gente se puede permitir. En mi época, más de la mitad de mis compañeros de secundaria no continuaron sus estudios. Y gente con mucho potencial: yo siempre fui un estudiante entre bueno y promedio, tampoco algo excepcional, pero vi chicos de unas capacidades excepcionales que se fueron rezagando”.
“Estuvios” universitarios. A cuatro años de iniciar el proyecto, los muchachos apoyados por los físicos empiezan a alcanzar la universidad.
“Tratamos de seguir en contacto con ellos, todavía no lo hemos logrado al cien por ciento, tenemos información de dónde están, en qué escuela están estudiando, sabemos de tres chicos que ya entran a la universidad, pero no hemos logrado estrechar más (el contacto) y lo que se necesita para lograrlo es mucho apoyo; por las mismas condiciones de Zanatepec, no hay un e-mail para escribirle al chico o a la chica, hay que ir a su casa, hablar con los papás”, explica Toledo.
La apuesta, concluye, es “todo el tiempo estar estimulando a los niños; cada generación de alumnos es algo nuevo, nuevos intereses y hay que aprovechar ese potencial”. Vea También; ¿Sabemos Educar?
Reacción en cadena
Cuna de físicos
Gabriel López Castro fue el primer oriundo de Zanatepec que logró un doctorado. Lo hizo en una actividad netamente científica: la física. Zanatepec supo ver en su posgrado algo relevante y lo honró poniéndole su nombre a una colonia.
La presencia de López Castro en Zanatepec no ha sido frecuente en los últimos años; su influencia radica en que es tomado como un ejemplo.
La imagen pública. Genaro Toledo, también nacido en Zanatepec, optó igualmente por convertirse en físico. No conoció personalmente a Gabriel López Castro sino hasta bien avanzados sus estudios, cuando él le dirigió sus tesis de maestría y doctorado. “Para nosotros, localmente, era y es una imagen muy importante, un paisano que había alcanzado ya altos niveles educativos, algo muy simbólico”.
Físicos teóricos. Genaro Toledo convive actualmente como colega con Gabriel López Castro. Se propuso descubrir una forma de que los ejemplos académicos en Zanatepec se multiplicaran. Ese fue el origen de Estuvia (“es tu vía”).
La asociación Estuvia es justamente un puente que se dirige a Zanatepec desde el mundo de la universidad y las opciones profesionales que brindan las ciencias y la tecnología de punta.
Desde hace cuatro años Estuvia apoya a los alumnos destacados de cada escuela (tantos como hay cada ciclo) y realiza estancias y pláticas de científicos en el municipio.
El recurso del método
Rastreo
La búsqueda de talentos se realiza prácticamente a pie, en cada escuela de Zanatepec.
El rastreo se realiza a partir del trabajo de los miembros de la organización. Lo pesado está al final de curso, cuando hay que reunir toda la información de los alumnos. Todo es directamente en la escuela, con los supervisores escolares, hasta determinar quiénes son los mejores alumnos del municipio.
Sin e-mail. El rastreo y posterior seguimiento de los alumnos no sería cosa difícil… salvo que en Zanatepec el uso de herramientas como internet es todavía muy limitado.
La cacería de talentos se inicia de escuela en escuela y el seguimiento se da de casa en casa. No hay otra forma de saber qué pasa con los alumnos que no sea ir con el padre, la madre.
Todo de y para el pueblo. Esta dinámica es un proyecto local en un sentido profundo: promotores, miembros voluntarios y beneficiados son de Zanatepec, no hay un enfoque asistencialista.
A cuatro años de iniciar, Estuvia lleva científicos a Zanatepec. La invitación para los investigadores consiste en proponerles una plática, que el científico llegue a la comunidad, pernocte allí y, sobre todo, que viva la comunidad.
Más información de Estuvia puede encontrarse en la página internet de la asociación:
http://www.estuvia.org.mx

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