*Juan Felipe López Aymes, investigador del CRIM, sostuvo aunque parezca paradójico, se trata de un llamado a dialogar en términos de igualdad con las potencias nucleares
La bomba de hidrógeno que Corea del Norte afirma haber probado con éxito este miércoles es un mensaje a la comunidad internacional, en particular a Estados Unidos, de que avanza en su programa nuclear y, sobre todo, que no está dispuesto a abandonarlo si éste es un requisito para entablar un diálogo.
Las naciones que consideran esa opción están equivocadas, tendrían que pensar en una forma diferente de acercarse al país asiático, uno de los regímenes más aislados políticamente del mundo, sostuvo Juan Felipe López Aymes, investigador del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM.
El especialista en relaciones internacionales dijo que en realidad este tipo de bombas o armas militares no tienen el objetivo de ser utilizadas, “más bien son mecanismos de disuasión; es improbable que los empleen contra Corea del Sur, Japón, Estados Unidos o los territorios aliados de esta última nación”.
En el terreno internacional se trata de un llamado a dialogar –aunque parezca paradójico– en términos de igualdad, aspecto importante para Corea del Norte, por tratarse de un país pequeño y pobre. No tiene muchas cartas, mas que ésta, para colocarse a la altura de la Unión Americana y de las potencias nucleares; de esta manera eleva su nivel de negociación.
El universitario refirió que la lectura interna que podría darse del hecho es compleja, pero importante, pues el gobierno norcoreano aún se encuentra en un proceso de fortalecimiento de poder y de alianzas internas.
Por ello, este desarrollo nuclear podría ser un mensaje al ejército del Partido de los Trabajadores de Corea –entidad con mucho poder–, en el sentido de que “no necesita un ejército tan grande si cuenta con esta arma poderosa para defenderse y cubrir sus propósitos de estabilidad internacional, sobre todo para mantener su régimen, el principal objetivo en cualquier escenario”.
Además, indicó, los expertos se muestran escépticos de que en realidad se haya realizado una prueba de la bomba de hidrógeno por la magnitud del temblor registrado, que es como se mide su potencial. Lo que plantean es que si acaso fue un ensayo de ese tipo, “les falló; de haber sido así, la explosión hubiera sido 100 veces mayor a la reportada. No estamos seguros de qué intentaron; sí hubo una detonación, aunque difícilmente podría confirmarse que fue algo diferente a una bomba nuclear tradicional”.
Este tipo de pruebas por parte de Corea del Norte representan un riesgo a nivel global, sobre todo si consiguen desarrollar esa tecnología –que no es tan fácil–, pero también si logran miniaturizarla para lanzarla desde un proyectil tipo misil. “Claro que es un peligro, sobre todo con consecuencias de largo plazo”, concluyó.
Fuente: Portal Unam