Jesús Revueltas
Oaxaca, Oax.- Alejandro Murat Hinojosa está acostumbrado a ser evaluado, porque en la política y en la función pública todo se puede medir y contrastar, especialmente ahora que la ciudadanía ha alcanzado un nivel de análisis y crítica impensable hace unos años.
Es el mejor candidato a gobernador que puede tener el PRI. Alejandro se destaca por su formación académica y por su trayectoria como servidor público, con logros, con acciones reformadoras en las dependencias donde se ha desempeñado, además de su labor como diputado federal. Un candidato difícil de derrotar por cualquiera, incluso por una probable alianza en Oaxaca.
Sin duda, la transformación del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit) le valió la posibilidad de ser candidato a gobernador. Ahí le dio buenos resultados a México y al presidente Enrique Peña Nieto. Ahí demostró que nadie le ha regalado nada, como le dijo la secretaria Rosario Robles en su emotiva despedida.
Desde su niñez, en Ciudad Ixtepec, conoce la realidad del estado. Durante su juventud ya recorría las regiones y aprendió que el trabajo y la constancia son armas para formar el carácter, por lo que decidió forjarse una historia propia con una sólida base académica en las áreas del Derecho y la Economía.
Al lado del Premio Nobel Joseph Stiglitz vio la economía con sentido humanista, con sentido social. Por eso en cada oportunidad, Alejandro explica que los números y variables económicas deben mostrar resultados concretos en los ingresos de las familias.
Su principal ventaja frente a los demás aspirantes son los resultados, porque si bien todos tienen la aspiración de trabajar y manifiestan intenciones de sacar a Oaxaca del atraso, no todos pueden demostrar resultados concretos y verificables.
Alejando Murat tiene un matrimonio ejemplar con Ivette Morán. Además, a sus cuatro hijos les fomentan una vida sana, porque tanto él como su esposa son deportistas disciplinados. En una gira de trabajo reciente por el Istmo de Tehuantepec, a pesar de la apretada agenda de reuniones desde la mañana, Alejandro e Ivette corrieron una carrera de 4 kilómetros; al terminarla, todavía asistió a una cena con empresarios que culminó pasada la medianoche, en donde expuso un diagnóstico de las oportunidades económicas de la región.
Alejandro Murat es un hombre talentoso, pero además tiene mucho corazón. Lo he visto conmoverse al atender las historias de mujeres, hombres y ancianos. Lo he visto disfrutar de las comidas típicas en las diferentes regiones del estado, dialogar y reír a carcajadas con sus paisanas en los mercados de Oaxaca.
Alejandro ha forjado su carácter. Sabe lo que quiere, se fija metas, trabaja con estrictos programas y mantiene la determinación para lograr sus objetivos. En una entrevista con Carlos Marín en El asalto a la razón, con aplomo aseguró que va a ser gobernador de Oaxaca. Está preparado para ello y, con el apoyo de la gente, encabezará lo que llama un nuevo proyecto para transformar Oaxaca.
Los demás aspirantes, todos ellos con méritos y cualidades, tienen la oportunidad histórica de mantener la unidad en torno a Alejandro Murat, quien garantiza a su partido no sólo la posibilidad de regresar al poder, sino de devolverle a Oaxaca la esperanza y la posibilidad materializar su desarrollo.