Oaxaca, Oax.- La temperatura de la capital oaxaqueña subió a 30 grados centígrados el mediodía de este jueves, sin embargo, fue aún más cálido el recibimiento de los asistentes cuando Alejandro Murat Hinojosa subió al templete, después de haber firmado su registro como candidato en el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO).
De camisa blanca y con la frente perlada de sudor, el aspirante a la gubernatura subió sonriente para saludar en todas las direcciones a los asistentes que ahí se encontraban. Los presentes, techados por un cielo escampado, se congregaron rápidamente junto a la angosta tarima desbordada de políticos oaxaqueños y del país que asistían a dar el espaldarazo al priista.
Antes de tomar el micrófono, sorpresivamente bajó del sencillo estrado y saludó a ese mar de mil manos que desde las 11 de la mañana se arremolinaba de pasión.
Alejandro tomó el micrófono y dijo: “¿cómo está el sol? Porque está por salir en Oaxaca”. Un guiño que volvió a prender los ánimos entre los partícipes que rompieron el silencio con porras, vítores y cantos. Y es que aún no daban las 11 de la mañana y Escuela Naval Militar y Gardenias estaban repletas. Azucenas y Pensamientos poco a poco iban cerrando circulación, por numerosos correligionarios que asistían a lo que prometía y fue una gran jornada para el candidato tricolor.
Desde la calle Heroico Colegio Militar la multitud fue visible, haciéndose más densa conforme se caminaban las aceras, paso que se volvía más lento, casi estático, al acercarse al edificio del IEEPCO.
Las banderas, pancartas, lonas y cartulinas izadas a lo largo del evento, eran tan coloridas como los trajes regionales istmeños que se lucían orgullosos por las calles de la colonia Reforma. En este lugar, a las 12:27 horas del 24 de marzo, en el registro de Alejandro Murat, palpitó un corazón al unísono.
En su discurso, el candidato reconoció a su esposa, Ivette Morán, por ser quien ha transformado un ser de dos manos en cuatro y la persona con la que ha formado una familia, inspiración para todas sus decisiones.
El rostro amable y risueño tiene un contraste casi de dolor cuando Alejandro Murat habla de las demandas ciudadanas, de quienes no tienen comida, trabajo o educación. El ceño pasa de la alegría al desencanto y es en este punto cuando el abanderado expone todas las oportunidades, ventanas y fortalezas de Oaxaca, un estado que lo tiene todo.
Cuando habla del desarrollo y el trabajo por Oaxaca, las pancartas vuelven al aire, los mensajes de apoyo por parte de los asistentes fueron tan diversos como el estado que planea gobernar el abanderado del Partido Revolucionario Institucional; en ellos se plasman no solo palabras, sino oportunidades, esperanzas, una ruta que seguir encabezada por el hombre fuerte del PRI.
La victoria suena como una pequeña explosión en el cielo y huele a pólvora, se escucha como son costeño o jarabe de los Valles, tiene voz de una porra mal entonada y puede verse en el rostro de entusiasmo de los oaxaqueños que despiden al candidato.
Del acto protocolario, firmó el pulcro papel del instituto con cadencia, como si fuera un sólo trazo, con la seguridad del escritor que está por comenzar su más grande obra.