Visión Política /Por Ignacio Castro*
Cuando veas las barbas de tu vecino cortar…
Ardua tarea le espera al nuevo gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, al asumir el cargo el próximo 1 de diciembre. Si bien estará arropado por la mayoría priista en el Congreso oaxaqueño y podrá sacar adelante las iniciativas que proponga, una de sus principales acciones debe ser deslindarse de la influencia e injerencia de su padre, el ex gobernador José Murat Casab, en cuestiones gubernamentales.
Ello para evitar que se repitan casos como el del mandatario del estado de Jalisco, Aristóteles Sandoval Díaz, quien se ha visto en diversos problemas por la intromisión de su progenitor, el magistrado de la Séptima Sala especializada en Materia Civil del Supremo Tribunal de Justicia de Jalisco, Leonel Sandoval Figueroa.
En abril del 2015 diversos medios informativos dieron a conocer un audio en el que presuntamente habla Leonel Sandoval y pide realizar acciones ilegales para lograr el triunfo del PRI en el proceso electoral que finalmente se celebró en Jalisco en junio del año pasado para renovar las 125 presidencias municipales del estado.
Además, el magistrado sostuvo en ese audio que el PRI jalisciense tenía de su lado al Tribunal Electoral para ganar las elecciones locales.
La “balconeada” mediática tuvo sus efectos: de entrada el gobernador se deslindó de las actividades de su padre. Además, Sandoval Figueroa, ante la presión pública pidió licencia temporal para separarse del cargo de magistrado y así poder ser investigado.
El caso llegó al Tribunal Electoral del Poder Judicial de Jalisco cuyos integrantes rechazaron, en su sesión del 1 de mayo del 2015, la petición del PAN para sancionar a Sandoval Figueroa” por faltas a la normatividad electoral vigente”, al resolver que no había pruebas suficientes para sancionar al papá del gobernador.
Finamente Sandoval Figueroa, quien pidió licencia por 50 días, regresó al cargo de magistrado el 9 de junio del 2015, pero el daño al PRI ya estaba hecho: el Revolucionario Institucional perdió Guadalajara, “la joya de la corona”, que ganó Enrique Alfaro, de Movimiento Ciudadano, además de que un buen número de municipios quedaron en poder del PAN, PRD y hasta del PT.
Igual sucedió con el ahora ex gobernador de Nuevo León, el priista Rodrigo Medina de la Cruz, cuyo padre, Humberto Medina Ainslie, fue acusado por diversos medios de comunicación de ser el “poder tras el trono”.
Esto luego de que en mayo del 2015 se dieron a conocer varios audios donde se escucha supuestamente a Medina Ainslie dar instrucciones a un funcionario. “Usted simplemente acata instrucciones”, le insistió al ordenarle cuestiones relacionadas con el manejo de las finanzas del gobierno estatal.
Ese mismo mes el PAN acusó a Medina Ainslie de enriquecimiento ilícito y de ser el dueño de diversas propiedades en el municipio de San Pedro por un monto de casi 300 millones de pesos, las cuales presuntamente adquirió durante el gobierno de su hijo, Rodrigo Medina.
Estos casos deben servir de ejemplo y de lección al gobernador electo Alejandro Murat Hinojosa, para gobernar Oaxaca a partir del 1 de diciembre, en beneficio de todos los habitantes del estado, uno de los más pobres del país a pesar de contar con gente trabajadora y gran variedad de recursos naturales.
Al respecto, vale comentar que según el reporte de Medición de la Pobreza 2014 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Oaxaca es la segunda entidad federativa más pobre de todo el país, pues el 66.8 por ciento de su población vive en la pobreza, De ese total, 2.66 millones de oaxaqueños están en situación de pobreza y un millón 130 mil más en condiciones de pobreza extrema.
Recordamos estas alarmantes cifras para señalar que en la gestión de José Murat Casab (1998-2004), a quien paradójicamente se le atribuye una gran riqueza, se incrementó el porcentaje de la población de Oaxaca con pobreza alimentaria, de capacidades y patrimonial, en comparación con los años 1999 y el 2010, de acuerdo a cifras del CONEVAL.
Por ello, esperamos que Alejandro se deslinde gubernamentalmente de Murat Casab, quien tuvo su oportunidad para hacer algo por Oaxaca y no la aprovechó. Esperamos que escuche a los oaxaqueños, que conozca las necesidades de los 570 municipios del estado y que las decisiones que tome las adopte con base en la realidad estatal y a su propio criterio como gobernador, con el apoyo de sus funcionarios y asesores.
*Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UNAM y Maestro en Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
Con una trayectoria de 27 años como periodista y comunicador social, inició su carrera profesional en 1989 como reportero en el periódico El Día. Prácticamente ha cubierto todas las fuentes de Información General, con énfasis en el sector político. En el 2002 ingresó a la Agencia Mexicana de Noticias, Notimex, en donde cubrió las fuentes del Senado de la República, la Cámara de Diputados, la Presidencia de la República y el extinto Instituto Federal Electoral (IFE).
También se desempeñó como Jefe de Información del periódico El Día. Fue Gerente de Información en la Coordinación de Comunicación Social del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como Subdirector de Prensa y Difusión en la Dirección de comunicación Social de la Procuraduría General de la República (PGR).
