Salvador Flores Durán
Oaxaca.- A los daños que sufre la Catedral Metropolitana por el plantón magisterial, lo que provoca que sea blanco de pintas, daños en sus canteras, excremento y orines, se suma también que ahora se ha convertido en el refugio de unos 12 integrantes del “escuadrón de la muerte” del Zócalo capitalino.
Los alcohólicos crónicos que todos los días se reunían a tomar alcohol medicinal y mezcal en la esquina ubicadaen la calle de Hidalgo, también fueron “reubicados” por la instalación de puestos de comida y chácharas que venden en el plantón las organizaciones filiales de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Diariamente se reunían bajo el laurel para beber y compartir alcohol, justo donde hasta antes del plantón se presentaba la Banda de Música del Estado, en una de las jardineras que ya había hecho de su propiedad.
Sin embargo, tuvieron que mover su cede ante la invasión de puestos de comida, discos pirata, baratijas y toda clase de mercancías que ofertan los comerciantes afines al magisterio.
En ese grupo del “escuadrón”, llamados así porque siguen bebiendo hasta esperar que llegue a muerte, debido a la casi imposible posibilidad de que se recuperen de la enfermedad, hay de todo, obreros, músicos, exvaluadores del Monte de Piedad, burócratas, maestros o incluso algún reportero que no ha podido rehabilitarse.
Hace unos meses murió uno de sus integrantes, quien fuera funcionario del gobierno estatal, y quien siempre se distinguió por buen humor para ponerse a “dirigir” a la Banda de Música, quien a pesar de hacer varios intentos para rehabilitarse, no pudo vencer la batalla contra una enfermedad hepática.
Ahora los alcohólicos crónicos se reúnen en la puerta lateral de la Catedral Metropolitana, junto a la entrada del Hotel Marqués del Valle, donde algunos beben, ríen y platican sin preocupaciones por los conflictos políticos o sociales que afectan a Oaxaca o mientras otros duermen por momentos para recuperarse de los estragos del alcohol, esperando el fin de su enfermedad.