Salvador Flores Durán
Oaxaca.- La maestra en pedagogía por la UNAM, Claudia Chávez Gómez, acusó que en 30 años de movilizaciones magisteriales en Oaxaca y a pesar de que cada año se han incrementado de manera muy importante los recursos a este sector, la calidad de la educación no ha mejorado en nada y seguimos en el último lugar nacional en rezago educativo, y señaló que el discurso de la privatización de la educación por parte de la Sección 22 es una mentira.
La doctorante en pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México, señaló que en estos 30 años de movilizaciones de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación se ha violentado el derecho a la educación de generaciones de niños oaxaqueños.
En entrevista, la especialista dijo que la evaluación de los docentes se tiene que hacer para que los maestros conozcan sus deficiencias y fortalezas y para continuar capacitándose, “necesitamos maestros a los que les guste enseñar”.
“Lo que no me parece es que pongan en medio la educación, lo que no ven, ellos quieren mantener sus privilegios, y tienen derecho a pelear por esos privilegios, pero entonces que no utilicen el discurso de la educación en el estado para poder tener lo que ellos están buscando”, señaló.
Además, destacó que el conflicto magisterial ha provocado el crecimiento de las escuelas particulares en la entidad, especialmente de las consideradas “patito”, porque la sociedad ha perdido la fe en las escuelas públicas.
Entrevistada luego de entregar constancias de un curso impartido a investigadores el Instituto de Investigaciones en Humanidades de la UABJO, dijo que Oaxaca vive un momento muy difícil “tenemos que saber leer lo que está sucediendo. Desde hace 30 años ha habido estas demandas por parte del magisterio oaxaqueño para que la educación mejore en el estado”, pero ha sido contraproducente.
Egresada de la primera generación de Ciencias de la Educación en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, dijo que tras 30 años de lucha magisterial no se ha observado una mejoría en la educación “a pesar de todos estos movimientos y de los crecientes recursos que se han destinado para la educación en el estado, porque hay muchos problemas”.
La investigadora que ha sido docente en educación intercultural, en el nivel de educación básica, media y superior, dijo que Oaxaca es estado con una diversidad lingüística y cultural se tienen algunos problemas para aplicar los programas educativos de la SEP, porque están pensados para una población homogénea.
Sin embargo, dijo que hay maestros que resuelven el problema de la diversidad lingüística “son creativos, proponen actividades de aprendizaje para los estudiantes. Creo que hace falta un poco más de compromiso por parte de las personas que estamos con la responsabilidad de estar frente a grupo”.
Chávez Gómez dijo que se tiene que ser muy críticos para leerlo la situación que vive Oaxaca, y si queremos que los alumnos puedan transitar en el sistema educativo y llegar hasta la educación superior “eso solamente lo podemos lograr si hay un compromiso verdadero con nuestros estudiantes, porque ellos necesitan del maestro y si el maestro está en movimiento, peleando por sus derechos laborales, lejos de lograr que nuestros estudiantes aprendan, los estamos abandonando, y nos estamos respetando su derecho a la educación”.
Respecto a la demanda de la Sección 22 del SNTE en contra de la evaluación docente, dijo que estas tienen que ser un “ejercicio de mejora, no tiene que ser una actividad de reprobar, es una ejercicio que tenemos que hacer de manera constante los docentes, sobre todo para detectar qué sabemos que nos falta y cómo podemos fortalecernos”.
Planteó que la evaluación en la educación debe verse como un ejercicio “de darnos cuenta y ser consciente de cuáles son mis fortalezas y mis deficiencias. Sí necesitamos maestros que conozcan y sean conscientes, que sepan de la materia que imparten, pero sobre todo necesitamos maestros a quienes les guste enseñar, ¿cómo podemos ser docentes si no nos gasta enseñar?”, cuestionó.
Dijo que hay personas que trabajan como docentes pero no estudiaron para docentes y “tienen ese trabajo porque sí, nada más. No porque realmente tengan esa vocación de enseñar”.
Explicó que el problema de la educación en Oaxaca es “nuestro egoísmo. A veces solamente miramos lo que nos interesa y la otra cosa que veo es que el maestro tiene el poder de manipular a los padres de familia. Si a los padres de familia un maestro les dice algo, para los padres es ley y ahí vemos también el resultado de los movimientos magisteriales”.
Las generaciones que ahora son padre de familia, explicó, fueron los estudiantes de hace 30 años, “eso quiere decir que estamos totalmente atrasados porque no hemos logrado que las personas de la sociedad oaxaqueña tengan un conocimiento”.
En Oaxaca la educación tendría que ser contextuada y el proceso educativo se tiene que implementar dentro del contexto regional y de las diferentes comunidades, pero aclaró que “no podemos tampoco hacer un proyecto educativo específico para Oaxaca, porque estaríamos dejando fuera a los niños de la ciudad, y solamente estaríamos atendiendo a los niños de los pueblos indígenas”.
La pedagoga planteó que en el estado tendría que hacerse algo particular pero “desde lo general, adaptarlo, flexibilizar los programas, como se ha hecho siempre, pero ahora con más consciencia y compromiso”, y abundó que en materia educativa se han ganado muchas cosas para los pueblos indígenas, con instituciones educativas de nivel básico, medio y superior específicos, en los que se están recuperando sus usos y costumbres y su lengua indígena, “esas son ganancias importantes”.
Recalcó que “han sido contraproducentes los 30 años de lucha magisterial en muchos sentidos. Creo que hemos llegado a un exceso y todos los excesos son malos”.
Recordó que como estudiante de secundaria en Oaxaca se quedó sin clases tres o cuatro meses, “siempre estábamos en paro. Que si los maestros peleaban entre ellos, y no entendía los términos como el “charrismo”, pero me acuerdo como estudiante que en ese momento perdí muchísimas clases”.
Dijo que salió de la secundaria con muchos vacíos y huecos de conocimiento, y en la preparatoria sus conocimientos previos eran muy limitados para desempeñarse mejor como estudiante, y “eso pasó con muchos, los niños de primaria tienen muchas carencias porque pierden muchas clases. Si vamos dejando fracturas en cada nivel seguramente vamos a tener el resultado de un sujeto mal formado y también mal informado, y por supuesto esas son consecuencias del movimiento magisterial que de alguna forma ha omitido el derecho a la educación”.
Como sociedad que aspira a la democracia, los maestros sí deben pelear y hacerse escuchar “pero hay foros y formas de ejercer ese derecho a manifestarse. Estamos totalmente a favor, pero creo que en Oaxaca particularmente, los derechos de terceros han sido sometidos, ya no valemos, simplemente están ellos y los gobiernos federal y estatal. La sociedad civil está fuera de este enredo, y así nunca vamos a poder avanzar en los que se necesita”.
Chávez Gómez señaló que la educación es un propósito colectivo, mediante la cual los pueblos buscan la equidad, la justicia social y la democracia, pero en todo ello el movimiento magisterial “sí ha sido un tanto contraproducente”.
La investigadora dijo que los padres de familia que están en este momento en medio del dilema con los maestros “somos aquellos que también nos dejaron de dar clases y por eso a veces los padres de familia se creen lo que les dicen los maestros, entonces caemos en un círculo vicioso. Igual dentro de 30 años vamos a estar en último lugar de rezago educativo”.
Explicó que otro efecto del conflicto magisterial es el crecimiento del número de escuelas particulares en Oaxaca, porque la sociedad ha perdido la fe en la escuela pública, “porque no hay clases, los maestros no van, entonces los padres de familia hacen un esfuerzo y meten a sus hijos a una escuela privada que por lo menos me garantice que va a tener clases todos los días aunque yo pague algo”.
Señaló que las escuelas privadas son un negocio porque las personas que tienen las posibilidades de abrir una escuela cobran poco pero “son escuelas que se les llama “patitos” y contratan a profesionistas sin la preparación adecuada para enseñar.
Dijo que cada nivel educativo tiene su especialidad y su metodología de enseñanza “pero que nos queda como sociedad si ya no creemos en la educación pública, ya no creemos que sea buena, ya no creemos que les convenga a nuestros hijos y nos queda el camino de hacer el sacrificio de mandar a nuestros hijos a una escuela patito”.
Recalcó que el discurso de la privatización de la educación por parte de la Sección 22 es una mentira, y no está señalada en ningún documento legal hasta este momento, “la reforma educativa, que si bien no es una reforma educativa desde mi punto de vista, tampoco orienta a la privatización de la educación. No sé por qué están tratando de que así parezca, porque al gremio le conviene también mantener sus privilegios”.
Señaló que muchos profesionistas o que no son profesionistas están dando clases, “no son maestros, no saben pedagogía, no saben educación y a veces ni siquiera tienen una profesión, pero como la plaza es herencia y como es un buen trabajo, renumerado”, lo tienen que desempeñar.
Consideró que “los maestros son privilegiados porque trabajan de lunes a viernes, tienen vacaciones y les conviene tener ese trabajo, pero en realidad no tienen la preparación suficiente para desempeñarse como docentes. Si todos tuvieran un trabajo bueno, permanente y que pudieran heredar, claro que estuvieran peleando en las calles para que eso se mantuviera”.
Planteó que “entiendo que esta lucha del magisterio oaxaqueño es para conservar eso, me parece bien. Lo que no me parece es que pongan en medio a la educación, que es lo que no están viendo. Ellos quieren mantener sus privilegios y tienen derecho a pelear por ello, pero entonces que no utilicen el discurso de la educación en el estado”.