*15 millones de personas padecen ceguera, según estimaciones de la OMS el 20% pueden haber sido causados o haberse agravado por la exposición al sol
Ivonne Jiménez
Uno de los órganos más importantes del ser humano es “La Piel”, su peso es de aproximadamente 5 kilogramos y actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea protegiendo órganos internos de los ataques externos.
Sin ella el cuerpo no estaría protegido, hidratado o sería imposible eliminar el exceso de calor y las toxinas mediante el sudor.
Gracias a ella podemos sentir; y es que la piel cuenta con un sinfín de terminaciones nerviosas que sirven como vía para transmitir información a nuestro cuerpo. Así, gracias a estas terminaciones nerviosas, podremos recibir un sinfín de estímulos táctiles, tales como térmicos o incluso dolor.
A pesar de su importancia, muy pocos le ofrecen los cuidados pertinentes, en época de verano cuando los rayos solares son más fuertes. Se tiene datos que desde comienzos de los años setenta se ha detectado en todo el Mundo un incremento de la incidencia de cánceres en la piel estrechamente vinculada a las costumbres personales de exposición al sol y a su componente ultravioleta (UV).
Los efectos crónicos que causan la exposición al sol pueden producir también reacciones oculares de tipo inflamatorio, queratitis actínica y cáncer.
La Organización Mundial de la Salud, la Organización Meteorológica Mundial, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y La Comisión Internacional de Protección contra la Radiación no Ionizante y la Oficina Federal Alemana realizaron una guía práctica conjunta para que las autoridades nacionales, locales y medios de comunicación informen sobre la importancia de la protección solar y la prevención del cáncer en la piel.
En esta guía señalan que pequeñas dosis de radiación UV son beneficiosas para el ser humano y esenciales para la producción de vitamina D. La radiación UV también se utiliza para tratar diversas enfermedades, como el raquitismo, la psoriasis y el eczema. Estos tratamientos se realizan bajo supervisión médica.
Pero en exceso y después de varios años de exponerse al sol sin la protección adecuada la radiación UV puede producir también reacciones oculares de tipo inflamatorio y lesiones en la piel. Los efectos crónicos comprenden dos grandes problemas sanitarios: los cánceres de piel y las cataratas.
Cada año, se producen en todo el mundo entre dos y tres millones de casos de cáncer de piel no melánico y aproximadamente 132 mil casos de cáncer de piel melánico. Los cánceres de piel no melánicos se pueden extirpar quirúrgicamente y rara vez son mortales, pero los melanomas malignos contribuyen de forma sustancial a la mortalidad en las poblaciones de piel clara. Entre 12 y 15 millones de personas padecen de ceguera causada por cataratas. Según estimaciones de la OMS, hasta un 20% de estos casos de ceguera pueden haber sido causados o haberse agravado por la exposición al sol.
Además de un envejecimiento prematuro de la piel como consecuencia de la degeneración de las células, del tejido fibroso y de los vasos sanguíneos inducida por la radiación UV.
Por ello es importante tener los cuidados necesarios contra los rayos UV, los consejos de médicos y dermatólogos especialistas en la materia, detallan que las horas más recomendables para tomar el sol es hasta las 10:00 de la mañana, y luego toda la tarde a partir de las 16 horas. Se debe evitar, por tanto, las horas más peligrosas: desde las 10 a las 16 horas.
Se debe aplicar bloqueador solar con factor mínimo de 30, de preferencia de 30 minutos antes de salir al aire libre en las partes expuestas como son Cara, manos, nariz, orejas y utilizar prendas protectores de preferencia con tela de tejido apretado, fibras sintéticas como el poliéster, algodón y el rayón y de colores claros.
Además sombrero o gorra, y lentes obscuros, beber suficientes líquidos y no se debe de confiar si el día está nublado, ya que los efectos del sol son similares a los soleados.