Salvador Flores Durán
Oaxaca.- Mientras el gobierno estatal pagó por adelantado la deuda contraída por la construcción de la Ciudad Administrativa a la empresa que formaron amigos del exgobernador Ulises Ruiz, encabezada por Neftalí Jiménez Arango con el argumento de que se ahorrarían 800 millones de pesos, la economía estatal registra los peores indicadores nacionales.
El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) señala que la actividad económica se encuentra en números rojos, el mercado laboral está destruido y gran parte de la población, hundida en la pobreza, de acuerdo también con las cifras del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal del INEGI.
Las cifras del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), indican que durante el primer trimestre del 2016, el ITAEE de la entidad registró una caída de 0.7% a tasa anual.
De acuerdo con el IDIC, el problema que enfrenta Oaxaca es que la actividad económica depende del funcionamiento de las pequeñas empresas.
Señala que el 95 por ciento de las Pymes de la entidad tienen hasta cinco empleados, lo que implica que cuando hay efectos de desaceleración en la parte industrial, cuando baja el turismo o cuando hay conflictos sociales, como ha ocurrido con el conflicto magisterial, y que afectan la economía, se vuelven muy significativas y terminan por afectar toda la economía del estado.
En Oaxaca la actividad económica más importante son los servicios inmobiliarios y de alquiler de bienes muebles e intangibles, con una aportación de 16.5 por ciento al Producto Interno Bruto estatal, seguida de las industrias manufactureras con 15.9% y el comercio con 14.7 por ciento.
El organismo destaca que hay un problema estructural en la entidad, al no tener un elevado nivel de industrialización, y al no existir políticas que busquen mejorar la situación, difícilmente se podrá mejor el rezago económico.
En la entidad menos de 100 empresas generan más de 60 por ciento de la producción, por lo que, cuando las problemáticas anteriores involucran a las empresas más grandes, como en los conflictos que se han suscitado durante los últimos meses, la economía se ve fuertemente afectada.
Según las cifras del INEGI, al cierre del primer semestre de 2016, Oaxaca se ubicó como la entidad con la tasa de desocupación más baja del país, sólo 2.01% de su población activa se encuentra sin trabajo. Sin embargo, también encabeza la lista de la informalidad laboral, ya que 81.45% de su población ocupada se encuentra en esta situación.
De la población ocupada, 25.6% no gana más de un salario mínimo; 23.3% gana de uno a dos, y 22.0% no percibe ningún ingreso. A esto se suma que 61.92% de los trabajadores remunerados no tienen acceso a prestaciones sociales.
Destaca que el problema en Oaxaca es que la mayor parte de los micronegocios, que son la mayoría, tienen un giro de comercio al por menor, muchos de los cuales están en la informalidad; por ende, “se paga poco, hay pocas o nulas prestaciones, en donde además prácticamente no hay un valor agregado”.
Este panorama hace que la entidad se posicione como la segunda más pobre del país, con 66.8% de su población en esta condición, sólo después de Chiapas.
Así el gobierno estatal prefirió adelantar el pago total de una deuda por la construcción de la Ciudad Administrativa a casi dos meses de terminar la administración de Gabino Cué Monteagudo, pero dejará una deuda estatal multimillonaria mientras que en seis años no se promovió ninguna inversión productiva de importancia, y la obra pública no refleja las cifras millonarias que recibió en participaciones del gobierno federal.