Salvador Flores Durán
Oaxaca.- En el extremo opuesto del gobernador de Puebla, Manuel Moreno Valle, quien realizó obras muy cuestionables solo para promocionar su imagen como aspirante presidencial, el gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, fue una decepción en materia de obras enfocadas para resolver los problemas de la sociedad, aseguró el doctor en Arquitectura, Alejandro Ochoa Vega, profesor investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Xochimilco.
Luego de presentar la ponencia “Museo Internacional del Barroco en Puebla, una mirada crítica”, en el VI Seminario del Observatorio de Arquitectura Latinoamericana Contemporánea, que se desarrolla en la Facultad de Arquitectura 5 de Mayo de la UABJO, dijo que muchas de las obras que realizan los gobernadores no se justifican para resolver los problemas de la sociedad y tienen un enorme costo presupuestal, porque se realizan para beneficiar a grupos políticos o amigos.
“Uno hubiera esperado que Gabino Cué, viniendo de la izquierda, aunque vino de una alianza extraña con la derecha, habría promovido obras con impacto social, de menor impacto visual, pero que hubieran resulto más problemas a la sociedad, y me da la impresión de que no, que fue una decepción en ese sentido”, señaló.
Ochoa Vega dijo que la sociedad debe buscar que los gobernadores tengan menos poder y que abran sus gobiernos a la participación social, que consulten a los técnicos y a los especialistas que puedan aportar conocimiento sobre el desarrollo urbano y sobre el patrimonio arquitectónico, “sobre las obras que van a tener un impacto social y que es necesario que la gente tenga una participación”.
El investigador de la UAM Xochimilco dijo que gracias a la intervención y protestas que encabezó el pintor Francisco Toledo, como líder intelectual y moral, algunas obras que pretendía realizar Cué Monteagudo no se realizaron, como ocurrió con el Centro de Convenciones que pretendía construir en el Cerro del Fortín, “tuvo cierta influencia para que algunas obras se pararan”.
Acusó que es una práctica muy común de los gobernadores que busquen promocionarse o escalar políticamente con obras, incluso mal hechas, “los gobernadores y los presidentes usan los recursos públicos para promoverse a través de obras muy costosas, muy suntuosas o muy excesivas, a veces innecesarias, y buscan que se noten mucho, que sean muy emblemáticas y que se quede como la gran obra de un gobernador en turno”, y con ellos buscan ganar la imagen de que realizaron muchas obras.
Explicó que en Puebla reconocen que Moreno Valle hizo muchas cosas, “incluso justifican que a lo mejor ha robado, que ha gastado demasiado presupuesto, pero que hizo obras que son de beneficio para la ciudadanía”.
Indicó que la sociedad debe tener un lente más crítico con los gobernadores y demandar que las obras sean concursas, “que los colegios de arquitectos puedan participar y no solamente sean obras asignadas para los arquitectos amigos o famosos”.
Señaló que en materia de obra pública “sí hay mucha corrupción, la obra está dirigida a favorecer a determinados grupos, a los amigos del gobernador. Hay que acabar con eso porque es un cáncer para la política y para el presupuesto”.
Ochoa Vega dijo que muchas veces las obras que realizan los gobernadores es escenografía, “maquillaje, para que se vea bonito lo de afuera, y adentro, donde está la gente trabajando, están en condiciones muy malas”.
Recalcó que “hay una búsqueda de imagen y para eso tienen un presupuesto enorme, que se gasta en eso, que no se ve en lo sustancial, en la vida cotidiana de las personas, en su trabajo”.
Explicó que por ello se debe buscar que la comunidad y la sociedad reclame que “el presupuesto sea usado en lo que hace falta no en obras de relumbrón, no para que se note que el gobernador estuvo, sino obras para la gente”.
Criticó que muchas de las obras realizadas por Moreno Valles fueron fastuosas o faraónicas, como la remodelación de los fuertes, las plazas, el teleférico que “no era tan necesario, sino más bien una obra que se ve, que por lo tanto a él le interesaba, pero eso implicó destruir una casa colonial en el centro histórico de Puebla”.
Dijo que en el gobierno de Moreno Valle, quien busca ser candidato del Partido Acción nacional a la presidencia, y en donde el exgobernador de Oaxaca, Diódoro Carrasco Altamirano, se desempeña como secretario General de Gobierno, se hicieron muchas obras, segundos pisos, autopistas, libramientos, “que probablemente sean necesarias pero muchas son nada más para que queden muy visibles y notorias, y costaron muchísimo. No sabemos qué tanta necesidad había de ellas”.
Explicó que en los gobiernos estatales deben constituirse mecanismos y órganos de consulta, como el que en la Ciudad de México logró que se frenara la construcción del corredor Chapultepec en la zona del metro Chapultepec, donde el gobierno local quería hacer un paso aéreo que “afectaba mucho el paisaje y que era muy costoso. Se llamaba paseo cultural y en realidad era un corredor comercial, entonces era favorecer a ciertos grupos económicos más que favorecer a la ciudadanía o a las colonias cercanas”.
Dijo que a través de los consejos, los colegios de arquitectos y las universidades, deben tener voz sobre las obras que quieran realizar los gobiernos estatales y no solamente decidan los gobernadores.