Salvador Flores Durán
Oaxaca.- La iglesia de Santa Elena de la Cruz en Xoxocotlán fue insuficiente para albergar a los cientos de personas que acudieron a la misa de cuerpo presente y acompañaron los restos mortales de quien fuera líder histórico de la Central de Abasto, Marcos Villanueva Serrano, quien la tarde de ayer fue sepultado en el panteón de ese municipio.
A la ceremonia fúnebre acudieron dirigentes de organizaciones del Mercado de Abasto, comerciantes, locatarios, familiares y amigos, muchos de los cuales se tuvieron que quedar en el patio de la iglesia debido a la cantidad de personas que acudieron a despedir a quien fuera el primer administrados del mercado Margarita Maza.
Recordaron que Villanueva Serrano siempre los apoyó y que fue quien impulsó el cambio de los vendedores que se ubicaban en las principales calles de la capital, luego de que al terminarse la construcción del mercado no querían cambiarse al nuevo centro comercial.
En la misa de cuerpo presente, ante la viuda e hijos de quien fuera líder de la organización “Princesa Donají Mercados”, el sacerdote también lo recordó como un hombre generoso que apoyó a la iglesia de Santa Cruz Xoxocotlán y como un hombre que ayudó a los ciudadanos.
“Agradecemos a Marcos porque fue una persona que colaboró mucho con la parroquia, y cuando uno es generoso y solidario, y comparte lo que tiene, es que uno no ha puesto sus ojos solamente en las cosas materiales, y por lo tanto hay ese grado de unidad en la persona. Reconocemos su solidaridad, porque esa parte nos hace muy humanos, porque hay más alegría en dar que en recibir”, señaló el prelado en la misa en que participó una soprano y un grupo de cámara, que interpretó música oaxaqueña y litúrgica.
“Como sacerdotes encomendamos a nuestro hermano Marcos a las manos de Dios, elevamos nuestras oraciones por toda su familia y por los que han tenido contacto con Marcos. Elevamos nuestras oraciones para que nos ayuden a recobrar la certidumbre y la paz”, señaló.
Bajo un sol intenso, los dolientes arribaron a la iglesia del centro de Xoxocotlán desde la casa del líder de locatarios en la colonia Rufino Tamayo, acompañados por una banda de música y una larga fila de personas que acudieron a despedirse de Villanueva Serrano.
Los cohetes sonaron potentes en el cielo despejado mientras el féretro era transportado en hombres por los familiares para ingresarlo a la iglesia, al término de la cual el cortejo fúnebre llegó hasta el panteón de ese municipio, acompañado de las cientos de personas que también compartían el mezcal infaltable en las ceremonias luctuosas en Oaxaca.
El sacerdote había dicho que “por nuestra fe en Jesucristo, la vida se puede terminar en un instante, pero nuestra fe es la que nos une y es la que nos lleva a nuestra vida eterna. Pido a Dios la gracia para que todos podamos estar en la vida eterna. No nos dejemos manipular por doctrinas falsas de nuestra sociedad, recobremos el camino si nos hemos perdido y vayamos nuevamente a Jesús, solamente en él está nuestra esperanza en la vida eterna”.
