Oaxaca.- Carlos Cociña y Elvira Hernández, dos de los más relevantes poetas chilenos de las últimas décadas, hablaron sobre su quehacer bajo la dictadura militar en su país, durante la charla Poesía y Dictadura, realizada la noche de este martes en el foro de la 36 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO).
Rodrigo Landaeta, poeta chileno radicado en Oaxaca, fue el encargado de moderar esta charla, y explicó que tanto Hernández como Cociña pertenecen a una generación que vivió cambios drásticos en su país. Primeramente, con el ascenso al poder de Salvador Allende, elegido presidente por elección popular.
Después de esto, Allende fue derrocado por los militares, quedando en el poder Augusto Pinochet, quien impuso una dictadura que duró 17 años y que provocó en Chile momentos de represión y miedo sobre los habitantes.
Fue en ese tiempo cuando Cociña y Hernández usaron la palabra como medio de expresión y resistencia ante el sistema opresor. “El golpe militar terminó por imponer algo que se denominó cambio, pero no era el cambio que buscaban los movimientos sociales de la época”, dijo Hernández.
“Lo que sucedía en Cuba nos entusiasmaba, pensamos que llegaría un buen cambio para Chile, pero lo que llegó fue otra cosa. A nivel cultural, las cosas dieron un giro de 360 grados. Parte importante de la generación chilena que escribía poesía salió del país, se produjo un vacío”, relató.
“Comenzó entonces una búsqueda a tientas entre los que nos quedamos y estábamos en un periodo de formación, se produjo una escasez. El aparato cultural queda destruido”, apuntó Hernández sobre lo difícil que se volvió producir arte en todas sus formas durante la dictadura.
“Hablar de dictadura y poesía a veces me parece extraño, pero cualquier quehacer artístico siempre está inserto en un devenir social. No solamente en Chile, sino en muchos lugares de América Latina y África hubo en ese tiempo movimientos revolucionarios que buscaban un cambio social”, dijo por su parte Cociña.
“Los escritores y poetas chilenos empezaron a construir un nuevo lenguaje, porque el existente no alcanzaba para dar cuenta de los que se necesitaba decir, de lo que estaba pasando”, agregó sobre la forma en que el autoritarismo motivó la evolución de las letras en Chile.
“El golpe militar no sólo cercenó el arte, sino a toda una sociedad y lo que se censuraba era la vida. No hablo de la gente asesinada, sino de la vida cotidiana. Cualquier acto era un acto sospechoso”, recordó Cociña.
Con experiencias vividas al tratar de hacer poesía durante la dictadura militar concluyó esta charla, que formó parte de las actividades de la 36 FILO donde se incluyen invitados de la delegación chilena.