Salvador Flores Durán
Oaxaca.- Ante un importante incremento de las personas que se dedican a la prostitución, calculadas en más de cinco mil, el presidente municipal, Javier Villacaña Jiménez, ordenó la realización de operativos para frenar la proliferación de esta actividad en el Centro Histórico de la capital oaxaqueña, luego de que las autoridades municipales sólo tienen un registro de 350 personas que ejercen el sexoservicio.
Ello luego de que las trabajadoras y trabajadores sexuales han expandido su radio de acción más allá de las calles de Zaragoza, Galeana, Periférico, Mina, Trujano y JP García.
El alcalde capitalino instruyó a las áreas de seguridad pública y salud realizar un operativo inmediato para frenar la proliferación del sexoservicio en el Centro Histórico y zonas que no cuenten con los permisos para ello.
La determinación se tomó luego de que vecinos del Centro Histórico denunciaron que algunos grupos pretenden extender las zonas de tolerancia.
Villacaña Jiménez dio indicaciones para establecer la presencia policiaca y de las autoridades correspondientes en las calles de Arista, Díaz Ordaz y sitios cercanos al llamado Barrio de la China y realizar una revisión en bares y cantinas, verificando que no existan irregularidades y todo transcurra conforme a la normatividad.
El edil capitalino enfatizó que en caso de que existan personas que estén incurriendo en actividades al margen de la Ley, se aplicarán las sanciones correspondientes, pues el Ayuntamiento capitalino “no tolerará ningún acto que vulnere la seguridad y tranquilidad de la capital oaxaqueña”.
De acuerdo con el Centro de Atención y Control de Enfermedades de Transmisión Sexual del municipio capitalino, el padrón de sexoservidoras y sexoservidores es de 350 personas, pero carecen de un registro preciso debido a que hay una población flotante, especialmente de mujeres, que llegan a la capital desde otros estados del país.
El Ayuntamiento capitalino atiende a las 350 personas dedicadas a esta actividad en casas de citas, bares y cantinas, o en la vía pública, para actualizar sus expediente clínicos y realizarles estudios de laboratorio para detectar enfermedad,
Las sexoservidoras son atendidas en prevención y detección de enfermedades como cáncer, sífilis, gonorrea, clamidia y cualquier infección. De detectarles el contagio se les da tratamiento y se les retiene su carnet hasta que finalice el tratamiento. Los padecimientos más comunes son bacterias, hongos y parásitos.
En caso de detectarse el contagio de Virus de Inmunodeficiencia Adquirida (VIH), se inicia un trabajo de terapia psicológica y el carnet de salud se retira a la trabajadora para impedir que ofrezca sus servicios.
Entre las personas que son atendidas se cuentan 30 personas transgénero que acuden a revisiones médicas y de las personas que atienden en ninguna se ha encontrado casos de trata de personas o explotación sexual.
A la capital del estado llegan mujeres a ejercer la prostitución de Chihuahua, Baja California, Sonora, Guadalajara e incluso de Guatemala, El Salvador, Argentina y Colombia.
En la capital del estado, cuando se construyó la Central de Abasto, se clausuró la zona de tolerancia que conocida como “El Pueblito”, la cual funcionó desde la década de los años 50 a los 70.
En 1978 el entonces presidente municipal, Jesús Martínez Álvarez, clausuró “El Pueblito”, debido a que unas 40 calles de la ciudad eran invadidas por comerciantes que se negaban a trasladarse a las recién construidas Central Camionera y Central de Abasto.