Salvador Flores Durán
Oaxaca.- Luego de que los 11 detenidos por los daños provocados al Edificio Central de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UABJO fueron liberados, la violencia, la impunidad y bajos niveles académicos, son los saldos del porrismo que ha actuado libremente en la institución durante el “reinado” del exrector Abraham Martínez Alavés, a pesar de que han dañado severamente el patrimonio universitario y ha hundido en el desprestigio académico a la institución, ubicándola entre el lugar 28 de 32 facultades de derecho en el país.
La delegación de la Procuraduría General de la República liberó bajo caución a 10 de los 11 detenidos durante los hechos violentos registrados en la FDCS y el incendio de la puerta del Edificio Central, mientras que un menor de edad fue turnado a la Dirección de Ejecución de Medidas para Adolescentes.
El conflicto en la Facultad de Derecho por la elección de director, se inició con un Consejo Técnico ilegal, ya que sus integrantes ya habían cumplido con su ciclo legal, y porque el exdiputado del PRI, Abraham Martínez Alavés, pretende imponer como director a Miguel Ángel Vásquez Ramírez, conocido como “El Águila”, quien carece de título profesional, a quien se le vincula con el senador del PT, Benjamín Robles Montoya.
El día de la elección, el director saliente y en funciones de presidente del Colegio Electoral, Raynel Ramírez, decidió desechar la candidatura de Miguel Ángel Ramírez Hernández, con el argumento de que ponía en riesgo la “autonomía” universitaria por aparecer en una fotografía con el priista Alejandro Avilés.
Ante la imposición de “El Águila”, los catedráticos y alumnos seguidores de Ramírez Hernández decidieron tomar el Edificio Central, luego de que fueron rechazados por porros cuando intentaron ingresar a Ciudad Universitaria. Ahí, iniciaron clases con la advertencia de que podrían crear una facultad de derecho alterna “académica”.
El pasado jueves 17 de noviembre, seguidores de “El Águila” desalojaron violentamente a los seguidores de Ramírez Hernández y se posesionaron del Edificio Central. Ante ello, el grupo contrario intentó recuperarlo. Fue entonces cuando el rector Eduardo Bautista, también integrante del grupo político de Martínez Alavés, solicitó la intervención de la Policía.
Ante los intentos de ingresar al Edificio Central, los porros de “El Águila” se atrincheraron y empezaron a agredir a los policías lanzando piedras y bombas molotov. Cuando los uniformados lograron ingresar, los primeros le lanzaron gasolina a la puerta que da a la calle de Alcalá. Luego de controlado el incendio los policías entraron y detuvieron a los 11 que el sábado por la noche quedaron libres gracias a la complicidad del Rector y el abogado general, quienes no aportaron pruebas para vincularlos a proceso.
Martínez Alavés ha mantenido el poder en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca gracias a las acciones porriles y su cercana vinculación con políticos priistas y ya desde la rectoría de Miguel Ángel Concha Viloria, se jactaba de poner a los rectores. Concha Viloria, político priista, quien había sido su asistente en la Comisión Agraria Mixta, hasta lograr que su hijo, Eduardo Martínez Helmes llegara al máximo cargo universitario sin haber dado clases nunca, y actualmente luego de imponer a Eduardo Bautista.
Nativo de San Juan Bautista Jayacatlán, Martínez Alavés militó hasta 1968 en el PRI, fue “asistente” en la casa de quien fuera Secretario General de Gobierno y también rector de la Universidad antes de que fuera “Autónoma”, y formó parte de las juventudes priistas, que encabezó el exgobernador Heladio Ramírez López, quien en su administración le da un cargo en el Tribunal Superior de Justicia.
Martínez Alavés fue dirigente de la Federación Estudiantil Oaxaqueña de 1965 a 1968, una organización de clara filiación priista, y durante 1968, lo rebasan otros actores políticos estudiantiles de izquierda, y abandona la FEO cuando esta se pronuncia para apoyar el movimiento estudiantil.
El avecilla de la “Familia real” es premiado por el gobierno priista con un empleo en la Comisión Agraria Mixta en el gobierno de Fernando Gómez Sandoval, mientras la Universidad lograba la autonomía y se iniciaba el conflicto universitario y la llegada a la rectoría del doctor Felipe Martínez Soriano, (medio hermano de quien posteriormente sería rector, Francisco Martínez), y que culminó con la caída del entonces gobernador Manuel Zárate Aquino.
Martínez Alavés ingresa como catedrático a la Facultad de Derecho en 1973 y llega a la Dirección de la misma con el apoyo del Bufete Popular Universitario creado durante el movimiento estudiantil por el abogado, Rafael Gasga Iturribarría, entre otros.
El jefe del clan creó después la Organización Netzahualcóyotl “Los Coyotes”, organización de izquierda que sostuvo vínculos con el Partido Revolucionario, Obrero, Campesino, Unión del Pueblo (PROCUP).
De acuerdo con la investigadora de El Colegio de México, María Cristina Tamariz Estrada, autora de “la revolución a largo plazo. Trayectoria político militar de una guerrilla mexicana, de la Unión del Pueblo al Ejército Popular Revolucionario”, la Unión del Pueblo fue “resultado de la radicalización de algunas facciones estudiantiles que se pronunciaron por la democratización de sus respectivos centros de estudio, Es el periodo de la llamada “guerra sucia” por los métodos extrajudiciales con los que combaten a grupos disidentes. A partir de 1972, el oaxaqueño Tiburcio Cruz Sánchez asume la dirección del grupo”.
Con Heladio Ramírez López Martínez Alavés fue nombrado magistrado del Tribunal Superior de Justicia, en 1989, cargo al que renuncia y luego se jubila como catedrático de tiempo completo en la UABJO con una jugosa prestación económica.
Martínez Alavés también fue premiado por Ramírez López como diputado federal plurinominal por el PRI, al cual pidió licencia y dejó el escaño a Aquiles López Sosa, quien siendo presidente de la Gran Comisión del Congreso del Estado lo benefició con una dieta de diputado.
El auge de Martínez Alavés en la UABJO se dio luego de que en el gobierno de Diódoro Carrasco fue asesinado Nahúm Carreño Vásquez, quien sostenía un cacicazgo en la institución. A partir de que la viuda de éste asume la rectoría, Martínez Alavés comienza a tejer la red que llevaría a su hijo Eduardo Martínez Helmes a la rectoría, hasta la actual imposición de Eduardo Bautista, siempre en complicidad con funcionarios gubernamentales.
Cuando el actual diputado federal, Francisco Martínez Neri asume la rectoría, Eduardo Martínez Helmes funge como su secretario particular, y se mantiene en el cargo con la llegada de Rafael Torres Valdés a la rectoría, y durante ese periodo crean la Dirección de Redes, donde el otro vástago, Abraham Martínez Helmes, empieza a controlar los padrones de estudiantes, las calificaciones de los mismos y des despliega una red de control electoral para imponer a los directores de las facultades a conveniencia de la “Familia real”.
La “Familia real” ha convertido a la Universidad en su coto de poder: María Elena Helmes Serrano, madre de Abraham Martínez Alavés, es profesora de tiempo completo, con los más altos ingresos, en la Facultad de Enfermería; el director de Redes lleva más de 12 años en el cargo, mientras que la hija, Rocío Martínez Helmes, es profesora de tiempo completo de la Facultad de Derecho.
Además, Mateo Cruz Martínez, sobrino del jefe del clan, ha sido director de obras en la UABJO, Eliezer Cruz Martínez, otro sobrino, es maestro de tiempo completo en la Facultad de Veterinaria; la tía, Delia Helmes Serrano, da clases en Deporte, a pesar de ser odontóloga; mientras que Elios Vásquez Zárate, cuñado de Eduardo Martínez Helmes, es operador del outsourcing y maneja la nómina confidencial; otro de los cuñados Carlos Pérez Campos Mayoral, también es profesor de Derecho; y la esposa del director de Redes, Judiht Asunción Díaz Pablo, trabaja en la misma dependencia, con un jugoso sueldo.
Martínez Alavés pretendió también imponer como directora de la Facultad de Ciencias a la prima del exrector Martínez Alavés, Keyla Jerónimo Cruz, e hicieron director de Derecho a su pareja sentimental de ésta, Reynel Vásquez Zárate.
El paso de Abraham por la UABJO ha dejado una estela de nepotismo, clientelismo, porrismo y violencia, por los conflictos que ha provocado en las facultades para imponer a sus allegados y familiares, y para mantener el control de un jugoso presupuesto anual cercano a los mil millones de pesos, de cuya aplicación ninguna autoridad universitaria rinde cuentas.
En 2016, la UABJO recibió 908 millones 242 mil 590 pesos, un incremento de 77 millones 229 mil 522 con respecto al año pasado, luego de que Martínez Helmes encabezó una marcha de Ciudad Universitaria al Congreso, a quienes pedía un aumento del 50 por ciento, para “brindar una mejor atención a los más de 24 mil alumnos que estudian en la Universidad Autónoma”.
