Oaxaca 9 de noviembre de 2017.- Frente a un nutrido público de jóvenes preparatorianos, en el marco de la 37 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) se presentó la charla De la escritura a la ilustración, donde el ilustrador de literatura infantil y juvenil, Juan Palomino; y el poeta y escritor colombiano, Darío Jaramillo, conversaron con la moderación de Nancy Canalizo.
La charla abrió haciendo alusión a Alicia en el país de las maravillas, de Lewis Carroll, libro considerado pionero de la literatura infantil y juvenil por estar dirigido especialmente a los infantes y combinar texto con ilustración. A partir de esta experiencia primigenia, los participantes contaron su propia relación con el género.
Palomino contó que él comenzó a leer hasta su juventud, pues no fue un hábito que tuvo en la infancia. Refirió que, en efecto, Alicia en el país de las maravillas, causó cierto impacto en él por la extrañeza y cierto tono siniestro de la obra.
Al preguntársele lo que toma en cuenta para crear un personaje a través de la ilustración, Palomino dijo que “visualmente tienes dos alternativas para crear un personaje que tenga cierta consistencia y profundidad. Una es que seas muy bueno en el gesto y la expresión y la construcción física del personaje, creo que ese es un talento que no tenemos todos”.
Sobre su propio método, el ilustrador refirió que prefiere otro distinto al primero. “Yo trato más bien de poner al personaje en una atmósfera y una situación que sugiera la misma psicología, el estado de ánimo y ser de ese personaje en ese momento específico. Para mí es más fácil construirlo así que a partir de su propio rostro”.
“Lo primero que tiene que hacer un ilustrador es una lectura muy íntima y muy cuidadosa, muy detenida. Todo el tiempo estar pensando quién soy yo frente a esto que estoy leyendo y frente a esta historia, para que el resultado de la interpretación no sea sólo fiel al espíritu del texto sino que vaya algo de mi propia vida y, si todo sale bien, también el lector se pueda encontrar a sí mismo en esa experiencia que está teniendo a través de las letras y las imágenes”, señaló.
Casi para finalizar, Palomino admitió que la ilustración pasa por un muy bien momento, pues está dejando de ser un mero acompañamiento del texto para ser algo valioso por sí solo y que tiene un lugar privilegiado en el mundo editorial.
Presenta su Patria, Paco Ignacio Taibo II en la 37 FILO
Con un foro abarrotado como es común en sus presentaciones, Paco Ignacio Taibo II presentó la tarde de este jueves en la 37 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), Patria III, tercer tomo de su serie de libros históricos donde se abordan varios episodios de México en el siglo XIX.
Acompañado de Óscar Javier Martínez y frente a público de todas las edades, Taibo II habló sobre este tercer tomo, producto de una década de investigación que da cuenta de los últimos embates de la república dispersada en guerrillas que, pese a todo pronóstico, logró hacer frente al imperio invasor hasta conseguir la caída de Querétaro y el fusilamiento de Maximiliano.
“El reto era traer este momento brillante, glorioso, fascinante, enloquecido del siglo XIX a nuestros días en un país donde a) los jóvenes no leen según el gobierno mexicano, b) a nadie le interesa un carajo su historia, c) los libros son carísimos”, dijo Taibo II al inicio de su presentación, sobre los riesgos que implicaba escribir libros de historia.
Sobre el mismo punto dijo que en México se nos ha ocultado nuestra historia o se han buscado formas de restarle interés. “La historia oficial de este país ha sido un sistema de construir la nada. El libro de texto gratuito, la ceremonia, cívica, la calle con muerto. Si tú quieres borrar de la memoria emocional a un héroe ponle su nombre a una pinche calle”, apuntó.
“Un chavo una vez conversando le tiré de sopetón ‘Mariano Escobedo’, y respondió que era una calle en Polanco en Ciudad de México donde hay refaccionarias de coches gringos. Puta madre, tengo que hacer algo para rescatar a Mariano Escobedo de todo esto”, citó como ejemplo de las situaciones que le motivaron a escribir y difundir la historia de una manera distinta.
Contó que para su investigación se remitió a miles de archivos, cartas, notas, libros y demás documentos. “La palabra es el único elemento constructor del país, lo sabían y lo hacían”, dijo sobre tantos escritos que halló y sus autores. “Era como un reto imposible, estuve a punto de tirar la toalla y escribir una novela policiaca que suceda en Oaxaca, es mucho más sencillo. Pero dije no, esta historia hay que contarla”.
“Tengo idea muy clara de que la historia hoy para los que la escribimos tiene un doble sentido: de mayor profundidad, mayor rigor, mayor precisión de investigación posible, pero al mismo tiempo la historia es un arte narrativo y hay que saber contarla y que cualquier estudiante pueda seguir cualquier libro de historia y ser capturado por la gran novela de aventuras que es la historia narrada, sin meterle ficción sin inventar diálogos, básicamente sabiendo como contarla”, apuntó.
Con una serie de datos sobre Miguel Hidalgo, Porfirio Díaz, Benito Juárez y otros personajes y momentos de la historia, que despertaron el interés del público que sacio su curiosidad en la sesión de preguntas y respuestas, finalizó esta presentación y firma de libros.