Ciudad de México 15 de noviembre de 2017.- Fue a mediados del siglo XIX cuando el clínico francés Bouchardat señaló la importancia de la obesidad y de la vida sedentaria en el origen de la diabetes; hoy una de las prioridades para los sistemas de salud en el mundo es convencer a la población de adoptar estilos de vida saludables para prevenir su desarrollo o complicaciones.
La adopción de estilos de vida saludables, que involucra actividades que no causen efectos sobre la salud como una alimentación equilibrada y la actividad física, son factores principales que previenen el desarrollo de enfermedades crónicas como la diabetes.
Durante los últimos 30 años, el número de personas con diabetes en el mundo se ha duplicado; en 1980 la prevalencia fue de 108 millones de diabéticos, en contraste, en la actualidad este padecimiento afecta a más de 400 millones de individuos, esto de acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La diabetes tipo 2 representa 90 por ciento de todos los casos de diabetes. Sin embargo, existe un fenómeno que ha cobrado especial interés en los especialistas en salud, la prediabetes. Un estudio publicado en 2012 en la revista especializada The Lancet, pronostica la presencia de prediabetes en más de 470 millones de personas para 2030 en todo el mundo.
La problemática es tal que el estudio citado con anterioridad estima que 70 por ciento de las personas con prediabetes desarrollarán eventualmente diabetes, y hasta un cinco y 10 por ciento de las personas con prediabetes pasan a un estado diabético cada año, pero esta proporción varía según la característica de la población.
Mientras que la diabetes se presenta cuando los niveles de azúcar en la sangre (glucosa) supera los 126 miligramos por decilitro, el rango medio entre 100 a 125 miligramos por decilitro se conoce como prediabetes. De acuerdo con Clícerio González Villalpando, investigador del Centro de Investigación en Salud Poblacional del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), posiblemente 14 por ciento de la población mexicana tiene prediabetes.
La prediabetes, refirió Clícerio González Villalpando, representa una alteración en el metabolismo de la persona y por tanto genera un alto riesgo a desarrollar diabetes si esta no modifica los patrones de hábitos alimentarios y estilo de vida.
Al igual que la diabetes, la prediabetes es una condición clínicamente silente, la persona con esta condición no presenta síntomas: “no tiene fiebre, tos, diarrea o alguna otra señal que le notifique; es fácil transitar de esta condición a la diabetes sin darse cuenta”, indicó González Villalpando.
Las personas con prediabetes al transitar a la diabetes pueden sufrir daños en ojos (retinopatía), riñones (nefropatías), vasos sanguíneos y corazón (enfermedades macrovasculares), y enfermedad crónica renal. “A pesar de ello las personas pueden no darse cuenta de esto hasta que es muy tarde”, dijo el investigador del INSP.
¿Cómo saber si tengo prediabetes o diabetes?
Respecto a este fenómeno el investigador del INSP y especialista en medicina interna y endocrinología recomienda a la población realizarse un análisis de glicemia para el diagnóstico de prediabetes y diabetes o bien, una prueba de tolerancia a la glucosa (aquella en la que se extrae una muestra de sangre tras el ayuno de una noche, después el paciente toma una bebida de 75 gramos de glucosa y dos horas después tomar otra muestra de sangre), y evitar la prueba diagnóstica conocida como hemoglobina glucosilada.
Y es que está última (hemoglobina glucosilada) podría generar un resultado erróneo. Aunque su uso es recomendado por la Federación Internacional de Diabetes, el doctor González Villalpando señaló que está prueba conlleva un alto riesgo de mala clasificación diagnóstica de los niveles de glucosa en la sangre.
“Hicimos una investigación al respecto y encontramos que la población mexicana tiene mayor tendencia a la glucosilación, lo cual, al usar la prueba diagnóstica hemoglobina glucosilada daría como resultado valores más altos y por tanto un diagnóstico de diabetes cuando en realidad no la hay”, expresó el especialista en medicina interna y endocrinología.
Prediabetes y diabetes, resultado de una transición nutricional
Clicerio González, indicó que el aumento en la incidencia de la diabetes y prediabetes es resultado además del sedentarismo y la urbanización, de un fenómeno que se conoce como “transición nutricional”.
El fenómeno de transición nutricional tiene entre sus característica el aumento en el consumo de alimentos procesados adicionados con altas cantidades de grasas, azúcar sal y la disponibilidad a bajo costo de estos alimentos, dejando de lado el consumo de frutas y vegetales.
“Vivimos en una dinámica social en la cual estamos pagando un precio muy alto que generalmente llamamos desarrollo, pero no estoy tan seguro de que este concepto esté centrado en el desarrollo del ser humano”, expresó el doctor González Villalpando.
Y es que en la actualidad, dijo, la diabetes es una enfermedad que tiene en jaque a los sistemas de salud en casi todo el mundo, no solo por el costo económico que representa su atención, también por las complicaciones asociadas a esta patología: ceguera, derrames cerebrales, ataques cardíacos e insuficiencia renal terminal.
En México, de enero a noviembre de 2017 se han registrado más de 335 mil nuevos casos de Diabetes tipo II, de éstos, 58 por ciento son en mujeres, de acuerdo con datos del Boletín Epidemiológico de la Secretaría de Salud. Las muertes asociadas a esta condición representaron 105 mil 500 casos.
Principales retos sociales
Para el doctor Clícerio González, miembro nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), uno de los grandes desafíos en la lucha contra la prediabetes y diabetes es convencer a la población de adoptar mayor responsabilidad en el autocuidado de su salud.
“Es importante convencer a las personas de su autocuidado, que participen de forma consciente, perseverante, genuina en su desarrollo integral. Muchas personas se sienten estigmatizadas cuando se les insiste en que bajen de peso, realicen ejercicio, lo ven como si fuera una especie de castigo. La población debe comprender la importancia de la actividad física en todos los niveles y en todas las edades”, expresó el investigador del INSP.