*Xóchitl Guadalupe Cruz López es la primera niña en el país en recibir este reconocimiento a la mujer, debido a su trabajo sobresaliente de divulgación científica.
Con tan solo ocho años, Xóchitl Guadalupe Cruz López, es la primera niña en todo México que recibe el “Reconocimiento ICN a la Mujer”, que otorga el Instituto de Ciencia Nuclear de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por demostrar aptitudes sobresalientes para el trabajo de divulgación científica.
Originaria de la zona Altos de Chiapas, en el sur del país, Xóchitl actualmente cursa el tercer grado de primaria en la escuela Josefa Ortiz de Domínguez.
Desde los cuatro años mostró su interés por investigar todo lo referente a la ciencia, a pesar de vivir en una zona rural y no contar con los recursos económicos para realizar clases extracurriculares.
Jesús Iradier Santiago, coordinador estatal del Programa Adopta un Talento (PAUTA) de la UNAM, afirmó que Xóchitl participa en esta iniciativa desde hace cuatro años, y que ha ganado premios en las diferentes ferias en las que ha participado con proyectos de alto impacto social.
También comentó que en México hay muchos niños y jóvenes con una gran capacidad para el ámbito educativo y científico, lo cual es un “recurso natural” muy importante para el país, pero ésta en muchas ocasiones se pierde porque los menores no reciben la atención adecuada por las autoridades educativas o sus familias.
“Me siento muy feliz por haber ganado esos premios. Nunca me imaginé llegar hasta ahí, es una emoción que no puedo explicarlo”, dijo la ganadora, quien agradeció a sus padres y a su hermano la ayuda que le han dado.
Xóchitl narró que, entre otros proyectos, ha construido un calentador solar de agua para su propio domicilio, cuyas partes fueron: dos puertas de cristal, mangueras para la salida del agua que conecta con todos los botes, una que comunica con el tanque de agua y botellas.
Cruz López relató que para su creación contó con la ayuda de su padre porque necesitaba subir a una escalera sin protección -está instalado sobre el tejado de su casa- y a ella le daba miedo por ser “chiquita”. Además, la tarea de conectar los tubos demandaba a alguien que tuviera más fuerza.
El calentador que ideó, al estar hecho con materiales reciclados, “no daña al medio ambiente” y ayuda a estas personas, aseguró.
Al día de hoy, Xóchitl está pensando en hacer un calentador más grande con paneles solares, por lo que está buscando el apoyo de universidades o investigadores.
“Hay personas de bajos recursos que no tienen posibilidades de comprar esos calefactores, entonces talan los árboles para conseguir la leña y eso afecta al mundo con el calentamiento global“, señaló.