Oaxaca.- La nutrición es fundamental en el crecimiento, capacidad de aprendizaje, interacción y desarrollo en la etapa infantil, así lo informó la técnica en nutrición del departamento de Atención a la infancia y adolescencia, de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Dolores de Asís Mata Robles.
Aseguró que una dieta adecuada debe conformarse por tres comidas principales, dos colaciones o refrigerios (matutina y vespertina), y resaltó que al preparar los alimentos se deberá cocinar con mucha higiene para evitar infecciones gastrointestinales y fomentar la práctica del lavado de manos antes de comer y después de ir al baño.
“Es importante que las niñas y los niños desayunen para que pueda tener un mejor desempeño en la escuela, se deben integrar a su dieta alimentos ricos en hierro como: verduras de color verde fuerte o intenso (espinaca, acelga y brócoli), además de vitamina C como los cítricos (limón, mandarina, naranja, toronja) para que así el hierro se aproveche mejor” especificó.
Expuso que la colación, son aquellos aperitivos o productos de tamaño pequeño que sirven para calmar el apetito entre comidas y recobrar energía, por lo que recomendó para el lunch: una fruta de temporada (manzana o plátano), alguna verdura (pepino con limón o jícama rayada con zanahoria), una barra de amaranto (alegría), un sándwich o un taco del guisado que haya en casa.
Explicó que las alteraciones entre el consumo y gasto energético resultan tanto en desnutrición como en sobrepeso y obesidad. “Todas estas condiciones tienen efectos adversos en la salud dependiendo del tipo de la mala nutrición y de la etapa de vida en que se presenten” indicó.
Por lo que destacó la importancia de una cultura del autocuidado desde la niñez, ya que se asegurará una juventud saludable y la prevención de enfermedades en la etapa adulta, y es que “en Oaxaca el siete por ciento de los menores de 10 años que acuden a las unidades de salud para su control nutricional, se encuentran con sobrepeso u obesidad”, aseguró.
Finalmente dijo que la obesidad, está catalogada como un grave problema de salud pública, resultante de la ingesta elevada de alimentos y bebidas con alto aporte y densidad energética y bajos en fibra, en combinación con una escasa o nula actividad física.