Ivonne Ortega, Secretaría General del CEN PRI
En mi anterior vista a Oaxaca comprobé el gran ánimo de la gente, que ha plasmado en sus tradiciones como La Guelaguetza, en sus artesanías como el barro negro, y en su cocina que tiene una amplia variedad de moles y deliciosos guisos a base de insectos, la cual es mundialmente famosa -como la de mi querido Yucatán-.
Oaxaca es un hermoso estado que en temas de política ha pasado por muchos altibajos, sin embargo en mi última visita pude sentir otro ánimo en el ambiente político. Sentí la fuerza de sus mujeres y hombres fieles a su idiosincrasia, gente realmente comprometida en lo político, con ganas de dar a los candidatos del PRI un voto de confianza.
Así, observando cómo ha surgido un nuevo espíritu en la gente de Oaxaca, donde se entrelaza la tradición y el ánimo renovador, me dirigí a la primera reunión donde estuve con Beatriz Rodríguez Casasnovas, candidata a diputada por el distrito 8, donde recibí muchas muestras de cariño.
Decidí llevar una blusa oaxaqueña que me habían regalo en mi última gira por el Estado y, al llegar, una señora me abrazó y me dijo “portas muy bien las blusas oaxaqueñas pero te hace falta algo”, se quitó sus aretes y me los regaló; unos preciosos aretes típicos de la región.
La abracé y pude sentir lo que significaba mi presencia en Oaxaca. Quiere decir, en primer lugar, que el PRI está regresando a las bases y está regresando a escuchar a la sociedad, porque estar en Oaxaca significa que toda la estructura nacional está ahí.
Empezó el evento, era una reunión de evaluación de la estructura y activismo político del distrito 8. Me dio gusto ver a las otras mujeres candidatas, Sofía Castro Ríos, del Distrito V; Yarith Tannos por el Distrito VII; a la suplente de la candidata Beatriz, Laura Vignon, Mariana Benítez, candidata a diputada plurinominal; y a muchas mujeres priistas que confían y respaldan el trabajo de otras mujeres.
Y ese sentido le di a mi discurso – hoy es tiempo de las mujeres, y no hay que desperdiciarlo, hay que demostrar que las mujeres podemos estar en cualquier cargo público, pero lo mejor de todo es que las mujeres unidas, tomamos más fuerza para alcanzar las metas-.
En esa dirección fue mi discurso, les hablé con el corazón, porque esa es la única manera con que se le puede hablar a nuestras estructuras, si nuestras estructuras dan todo por nosotros ¿cómo no hacer lo mismo por ellas?
Al término del evento, Rebeca Cervantes, una priista comprometida, se me acercó y me dijo que mi discurso le había dejado motivada. Rebeca trabaja muy de cerca con mujeres y me explicó que hace falta que las mujeres nos apoyemos entre nosotras y, como una muestra más del ímpetu de las oaxaqueñas, me dijo que me regalaba la blusa que traía puesta.
También se me acercaron paisanas y paisanos que viven en Oaxaca. Al despedirme, todos los asistentes al evento me dieron muestras de cariño y mensajes que me hacen pensar que los priistas vamos por buen camino.
Antes de partir de esa encantadora tierra, tuve la oportunidad de saludar y tomar protesta a un grupo de ingenieros comprometidos con su estado, que realmente quieren involucrarse en su transformación y entienden que la política puede ser un canal.
Son la estructura de la Sociedad Mexicana de Ingenieros, encabezada por Antonio Murrieta Necoechea. Tomé la protesta a los comisionados políticos que estarán en cada distrito electoral federal del estado.
Agradezco a todos los que me acompañaron en mi estancia por Oaxaca, que fueron: el Presidente estatal del PRI, Héctor Anuar Mafud Mafud; la Secretaria General, Elizabeth Acosta López; el delegado del CEN del PRI, Fidel Herrera Beltrán; el delegado regional, Javier Guerrero García.
Se ve que van por buen camino, el que llevará a la sociedad a confiar nuevamente en la política.
La tradición oaxaqueña y su ánimo renovador
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