Guadalajara, Jalisco 29 de noviembre de 2018.- Qué, quién, por qué, cuándo, dónde. Esas preguntas suelen considerarse como las bases del periodismo; sin embargo, con el paso del tiempo esta profesión ha encontrado formas de ir evolucionando. Uno de estos métodos sugiere no solo dar a conocer un suceso, sino profundizar y así ofrecer un producto completo para un público más exigente.
Dar a conocer la información con un profundo método de investigación es una de las primicias que aborda el libro Informar las noticias. Hacia un periodismo basado en conocimiento, una obra del académico estadounidense Thomas Patterson, que se presenta como una de las novedades que ofrecen los Centros de Investigación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).
Esta obra es una traducción elaborada por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), y surge ante la necesidad de contar con acervo que hable sobre la situación del periodismo y los distintos métodos que pueden convertirlo en una opción de conocimiento para la sociedad, menciona la doctora Grisel Salazar Rebolledo, profesora asociada al Programa de Periodismo de esa institución.
“No es un libro teórico, es como un manual para la práctica; siempre decimos que es un manual para inconformes, para ‘periodistas rebeldes’, para aquellos que buscan algo más que las técnicas tradicionales del periodismo. Es un libro que está parado sobre la complejidad actual a la que se enfrenta el periodismo: audiencias, fuentes y el propio periodismo”.
La docente del CIDE señala que el modelo de Patterson propone que la información que el periodista recauda se enriquezca para fortalecerse, esto a través de fuentes científicas o académicas y que con ello se pueda ofrecer un producto más robusto en cuanto a información y contenido.
“Se trata de informar las noticias, no solo decir las noticias, sino dotar las noticias con algún tipo de información. La primicia del libro recae en mencionar que los periodistas no solo deben ser entrenados en informar el qué, cómo, cuándo, quién, dónde, sino familiarizarlos con el método científico, con los textos académicos y así nutrir la información periodística”.
Un panorama adverso
Para la maestra Rosalía Orozco Murillo, directora del Centro de Formación en Periodismo Digital de la Universidad de Guadalajara (UdeG), el trabajo de Patterson, que recopiló el CIDE, es una provocación para que los periodistas y ciudadanos busquen la manera de generar y consumir un periodismo basado en el conocimiento.
La también docente de la Maestría en Periodismo Digital de la UdeG mencionó que esta obra puede ser un referente para periodistas en activo; no obstante, también señaló que existe una serie de retos que impiden que estos profesionales lleven a cabo su labor de informar a la sociedad.
Algunos de estos desafíos para el periodismo radican en la falta de financiamiento para aquellos que trabajen bajo estos modelos, detalló la académica; otro reto que enfrentan los medios nativos digitales con estas características es conocer la forma de posicionar su marca y explotar la información.
“A mayor calidad de contenido, se obtiene mayor monetización o valor de la marca; si un usuario confía en un medio y sabe que ese medio va a dar información valiosa y se puede confiar en él, entonces ese usuario va a compartir y recomendar esa información, va a buscar ese medio porque sabe que es confiable”.
El desafío de informar
Salazar Rebolledo explica que el libro aborda tres esferas de complejidad a las que se enfrenta el periodismo actual: audiencias, es decir, los cambios en los consumidores de información y los métodos de informar; fuentes, donde se dedica un espacio para hablar sobre el origen del conocimiento y su obtención a través de una preparación más profesional.
El último de los focos de complejidad que sugiere el autor es la misma industria periodística; en esta sección se habla de los problemas que enfrenta el periodismo para poder desarrollarse con plenitud. “Los periodistas no pueden salir a escribir del mundo sin antes asumir su responsabilidad con la democracia, pues son una especie de ‘traductores’ sociales”.
Esta obra no solo va dedicada hacia los periodistas, considera la académica del CIDE, sino que también puede ser consultada por otros especialistas de las ciencias sociales, ciencias políticas o por cualquier persona interesada en temas de democracia o ciudadanía.