Benito Taibo
Lo he dicho ya muchas veces y hoy, lamentablemente lo repito; éste es un país racista, clasista, terriblemente injusto y con una clase política llena de sevicia, prepotencia y egolatría desmedida.
La nueva es que se filtra una grabación de una llamada telefónica del más alto funcionario electoral de México (que lo es hasta ahora, a sólo 19 días de las elecciones intermedias) donde hace abierta burla de los pueblos indígenas de nuestro país, y de su manera de hablar el idioma que les impuso la conquista, el español.
Y en cuanto se filtra, lo primero que hace es demandar a quien resulte responsable del espionaje telefónico, dando por hecho que la voz es suya, tanto como las impertinentes y malintencionadas palabras que en la grabación profesa.
Que no nos extrañe que piense que es gracioso imitando (supuestamente) el habla de los indígenas mexicanos. Y que no nos extrañe tampoco que su empleado le festeje el dicho.
Que no nos extrañe que en vez de disculparse, le quiera echar la culpa a los que lo grabaron y filtraron la conversación argumentando que era privada.
Que no nos extrañe que en su conversación suelte alguna frase en inglés (reloaded) que por supuesto debe ser su segundo idioma, porque el primero es uno lleno de “no mames” que se parece al español.
Que no nos extrañe que sus primeras declaraciones sean, a la letra: “”Los comentarios en grabación son jocosos y desafortunados pero están dentro de una conversación personal. …No creo que haya una intencionalidad personal sino una intencionalidad política de desgastar al instituto que está ejerciendo autoridad en el proceso electoral”, dijo.
En fin, que ya no nos extrañe nada en este país.
Un funcionario público, lo es, incluso en sus conversaciones “privadas”. Cuantimás, sí se realizan desde un teléfono que seguramente pagamos todos los mexicanos
Yo, humildemente, tan sólo digo, que prefiero por mucho a “Toro sentado” que a un tonto de pie.