El Banco de México reportó el pasado 25 de mayo que la cuenta corriente durante el primer trimestre del 2020 se ubicó en 0.4% del PIB, lo que muestra el impacto en la economía de la pandemia de COVID-19 y las medidas adoptadas para evitar su propagación. De igual manera, durante enero y marzo de este año, Banxico reportó la liquidación de 5,525 millones de dólares.
En este sentido, el Dr. Eliseo Díaz, investigador del Departamento de Estudios Económicos, señala la pandemia de COVID-19 está teniendo graves repercusiones económicas en diversos países, lo que augura un mal desempeño de la economía mundial, debido a que “cuando se trata de una economía abierta (como la de México), los sucesos en otros países repercutirán en las importaciones y exportaciones de otro”.
Una de las afectaciones más visibles recae en la oferta y la demanda de consumo, es decir, en la venta y compra de bienes. Sin embargo, para el especialista de El Colef uno de los grandes retos y que podría dificultar los planes de recuperación del gobierno sería una crisis en la balanza de pagos.
“Una crisis de balance de pagos es cuando un país no puede ajustar con facilidad sus tipos de cambio dentro del sistema económico internacional. Los efectos en la economía son graves; se crea un desequilibrio en los precios relativos que son comercializados; los bienes pierden productividad y atractivo para la inversión. Puede llevar a cancelar proyectos en marcha que están financiados con capital externo”.
Aunado a ello, el académico explica que el país necesita cierta cantidad de capital extranjero para poder cumplir con sus obligaciones de pago con el exterior, es decir, sus compromisos de deuda externa.