*El Gobierno de Estados Unidos suma ésta a la detención de Genaro García Luna; el gobierno mexicano desconocía la investigación sobre el militar, la cual data de más de 10 años
Como resultado de una investigación de corrupción por narcotráfico que desde hace años realizaba el Departamento de Justicia, autoridades federales de Estados Unidos detuvieron al general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto, a su arribo al aeropuerto de la ciudad de Los Ángeles, California.
La detención se llevó a cabo mediante la “Operación Padrino”, que data de por lo menos hace diez años, antes de que Cienfuegos asumiera como titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Los primeros informes indican que se investigaba al general en retiro por supuestos nexos con la agrupación delictiva de los hermanos Beltrán Leyva, que controlaban el tráfico de estupefacientes en el estado de Guerrero y Morelos, en la época en que el general Cienfuegos era el comandante de la IX Región Militar, con sede en Acapulco.
De acuerdo con la información de la Revista Proceso, el expediente judicial del caso del general Cienfuegos está bajo la jurisdicción de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, entidad en la que también se procesa por narcotráfico al que fuera secretario de Seguridad Pública del gobierno de Felipe Calderón, Genaro García Luna, acusado de tener vínculos con el Cártel de Sinaloa.
El secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, dio a conocer la captura del general en Los Ángeles luego de que fuera notificado por el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau.
Se trata de la primera vez en que un exjefe del Ejército mexicano es detenido en Estados Unidos acusado de narcotráfico.
Cienfuegos fue el responsable máximo del Ejército durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto (de 2012 a 2018), y fue detenido en Estados Unidos a petición de la Agencia de Drogas Estadounidense (DEA).
El exsecretario, de 72 años, fue capturado en el aeropuerto de Los Ángeles, en California, mientras viajaba con su familia, quienes están en libertad.
Se trata del golpe más importante al Ejército mexicano desde la detención de Jesús Gutiérrez Rebollo en 1997, considerado el zar antidrogas del Gobierno del expresidente Ernesto Zedillo, condenado en 2007 a 40 años de prisión por vínculos con el crimen organizado.
“He sido informado por el Embajador Christopher Landau de los Estados Unidos que el exsecretario de la Defensa Nacional, Gral. Salvador Cienfuegos Zepeda, ha sido detenido”, ha informado el canciller Marcelo Ebrard en Twitter el jueves por la noche.
De acuerdo con información de El País, las autoridades mexicanas no tenían constancia de ninguna investigación y ha sido el canciller el que ha informado al presidente Andrés Manuel López Obrador. No han hecho público todavía cuáles son los cargos de los que se le acusan, pero la orden emitida por la DEA apunta a que su captura tenga alguna relación con el narcotráfico.
La detención se enmarca en uno de los casos más trascendentes para la política mexicana y sus presuntos vínculos con el crimen organizado. La captura en diciembre, también en Estados Unidos, del que fuera el gran estratega de la guerra contra el narco durante el Gobierno de Felipe Calderón (de 2006 a 2012), Genaro García Luna, levantó las primeras ampollas de los anteriores gobiernos. Está acusado —por la misma corte de Nueva York que sentenció a Joaquín El Chapo Guzmán— de colaborar con el Cartel de Sinaloa durante los años de la guerra que emprendió el entonces presidente mexicano tras su llegada al poder. Aunque en la última audiencia de la semana pasada se declaró inocente, la justicia estadounidense lo señala como el brazo del Gobierno que permitió al cartel más poderoso del mundo, a cambio de sobornos millonarios, operar con total impunidad en México.
Cienfuegos fue titular de Defensa, una cartera clave en la continuación de la guerra contra el narcotráfico que siguió Peña Nieto hasta el fin de su mandato y unos años antes de abandonar el cargo se mostró crítico con la militarización del país. Antes de su nombramiento en 2012, entre la terna de generales que se debatía el puesto, Cienfuegos destacaba como un general considerado uno de los militares más influyentes del Ejército y el más experimentado en la diplomacia militar internacional. Nació en Ciudad de México en 1948 y comenzó su carrera en 1964. Fue también inspector y contador general del Ejército y la Fuerza Aérea y comandante de las cuatro regiones militares más azotadas por el narcotráfico.
Cuando se cumplían 10 años de violencia de la guerra que comenzó Felipe Calderón en 2006 y las cifras de asesinados escalaban a más de 100.000 —además de cerca de 30.000 desaparecidos y 35.000 desplazados— Cienfuegos dijo estar en favor de que el Ejército deje las calles. “¿Quieren que estemos en los cuarteles? Adelante. Yo sería el primero en levantar no una, las dos manos para que nos vayamos a hacer nuestras tareas constitucionales”, dijo el general en 2016 al recordar que el ministerio que encabezaba fue creado para la seguridad exterior y que la seguridad interior estaba a cargo de la Secretaría de Gobernación.
El general Cienfuegos habló entonces con franqueza sobre la incertidumbre en la que se mueven los soldados mexicanos, comisionados por el presidente Felipe Calderón para combatir a los cárteles desde el 11 de diciembre de 2006. Desde entonces, los operativos castrenses han sido señalados por el alto índice de letalidad que producen por el uso excesivo de la fuerza y por reiteradas violaciones de derechos humanos. “¿Qué queremos? Que las fuerzas armadas tengan un marco [legal] que los respalde cuando tengan que actuar, que no seamos señalados por cuestiones que son propias de las operaciones que realizamos… Nos encantaría que la policía hiciera su tarea para lo que está”, afirmó.
Estas palabras resuenan ahora tras los mandatos del presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la militarización del país. La creación de la Guardia Nacional, un cuerpo que defendió desde poco después de tomar el poder en 2018, está compuesto en su mayoría por soldados y también agentes de la policía federal.