Arranca 2° Encuentro de Editores y Libreros

Arrancó el 2° Encuentro de Editores y Libreros La recomposición de los textos, el cual forma parte del Programa de Profesionales de la 40 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO). Para inaugurar esta jornada se ofreció la mesa ¿Desaparecerán las librerías tal y como las conocemos?, la cual contó con la participación de los representantes de tres librerías de distintos países: Eduardo de la Garma (La comezón, Mx), Francisco Mouat (Librería Lolita, CL) y Javier Molea (McNally Jackson, EU).

Molea contestó no a la pregunta de si desaparecerán las librerías. “No van a desaparecer porque la experiencia de la librería va existir siempre. Es un lugar de encuentro, de citas, de ligar. La experiencia va a seguir funcionando como la experiencia del cine, del teatro, del mall, del supermercado”. Incluso, no cree que la situación actual de confinamiento y compras a distancia merme la actividad de estos establecimientos.

No obstante, el librero radicado en Estados Unidos apuntó que es complicado mantener a flote un negocio de libros solamente por el gusto de las letras. “Una librería genera un 2% de ganancia anual. No se hace plata con la librería. Abrimos una librería para vender libros, podemos hacer una libre linda. Hay librerías que pueden ser cool, avanzadas y progresistas, pero al final las librerías que sobreviven son las que venden libros”.

Ante esto, recomendó apoyar los proyectos independientes pero hacer un equilibrio con aquello que dejará ganancias y por consiguiente mantener viva una librería. “Apostamos a las editoriales independientes o nos convertimos en sucursal de Random House. Hay que encontrar un balance entre las dos cosas. Pero tener claro que una librería tiene que vender libros para mantenerse en el tiempo”.

Desde Chile, Mouat relató como ha sobrevivido su librería ante el cierre solicitado a raíz de la pandemia. Una persona cercana al proyecto les recomendó sacar un “Bono Lolita”, consistente en un vale pagado por adelantado para adquirir libros en cuanto el establecimiento abriera. Esa estrategia les permitió obtener ganancias para mantenerse durante los meses del confinamiento.

“Ese Bono Lolita fue decisivo. Nos permitió saber que no teníamos que hacer nada más que resistir. Una idea tan sencilla como esta compra anticipada fue el empuje que necesitábamos y esa idea vino de esos amigos que no querían que Lolita cerrara” dijo, y tomo esta experiencia para resaltar la cualidad de las Librerías para crear comunidad en torno a ellas. Una comunidad que, en su caso, dio la idea y la sostuvo durante la pandemia. “No sólo recibes cariño sino esa muestra palpable de que esas personas necesitan un espacio donde comprar y conversar sobre libros”, agregó.

Sobre su experiencia al frente de una librería durante la pandemia, De la Garma explicó que “perdimos mucha comunidad real y ganamos mucha comunidad virtual. Perdimos a la mitad de nuestros clientes, porque somos una libre pequeña, de barrio, los clientes son muy fieles a nosotros. Pero después gané un montón de gente en instagram. Mucha gente que conoció la librería gracias a los envío. Empezamos a ganar territorio. Ahorita las ventas se están mejorando poco, tal vez 60% en línea 40% en físico”.

Esta mesa forma parte del Programa de Profesionales de la FILO, que tiene la intención de convocar a profesionales del libro, ampliar la oferta editorial y fortalecer la vocación de los mediadores y promotores de la lectura. Asimismo, busca trasmitir que a través del fomento a la literatura se complementa la formación académica y se impulsa un mayor nivel de bienestar.

El israelí Etgar Keret se presenta en la 40 FILO

Considerado uno de los más populares e influyentes escritores de Israel, Etgar Keret se presentó en la 40 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) para habar sobre La penúltima vez que fui un hombre bala, su más reciente libro. Esto, en el marco del programa FILO Jóvenes, público al que se dirige la mayor parte de su obra traducida a más de 16 idiomas. 

En este libro de cuentos, Keret impresiona por su capacidad para crear vínculos de empatía ante las situaciones más disparatadas. El escritor puede fabricar una tensión digna de la mejor tradición del cuento corto, lo mismo a partir de un niño que quiere llevarse la caja registradora de una juguetería como regalo o imaginar un Estados Unidos distópico en donde Donald Trump se reelige para un tercer mandato.

Con el promotor de lectura Rafel Cessa como interlocutor, Keret habló sobre su forma personal de escribir. “Para que un cuento sea bueno lo primero que tenemos que entender es que no tiene ninguna función. Nadie debe escribir un cuento para cambiar una palabra o para que alguien se enamore o para que alguien piense que es inteligente. Cuando piensas escribir con esa premisa vas a fallar. Para mí un cuento es como un animal que tiene sus propios deseos, su propia voluntad”.

“No puedes decir yo quiero que este cuento tenga un efecto, la única forma de crear un verdadero efecto sobre un cuento es perder el control sobre él. No saber a dónde va. Si tú haces tu trabajo bien siempre estarás sorprendido con los resultados. Si tú tratas de conseguir algo con un cuento no vas a tener una historia alocada sino una temática”, continuó el autor.

La empatía es de los ejes recurrentes en sus historias, al respecto, Keret declaró que “el punto esencial de la empatía en los seres humanos es la sensibilidad al dolor. Si veo a alguien que se cayó en la calle voy a correr lo ayudaré porque sé lo que se siente el dolor. Si no somos capaces de ponernos en los zapatos de alguien más para mí es estar como ciego o sordo o vivir sin un pie. No somos seres completos, hay que tener la capacidad, si no, nos estamos autonegando”.

Sobre ser empático con los demás, hay que ser sensible a las emociones de uno mismo. Al respecto, apuntó “me parece que hay muchas emociones que vemos como negativas y el miedo y el dolor son cosas que debemos aceptar, que no me gustaría pasar, pero reconociendo que me hacen humano y parte de la sociedad humana. Una persona que no tiene el valor de articular sus deseos tiene una existencia un poco triste”.

“William Faulkner tiene esta idea maravillosa de ‘entre la nada y el dolor, escojo el dolor’. Es mejor sentir, aunque tus sentimientos sean sentimientos de tristeza, que estar totalmente cerrado. Les recomiendo a todos no dejar de experimentar”.

FILO Jóvenes está dirigido a público de 12 a 17 años con el objetivo de acercar a las y los adolescentes a la literatura de forma amena y acorde a su dinámica generacional. La programación completa se puede consultar en www.filoaxaca.com

En la cuerda floja de la literatura

En la cuerda floja de la literatura fue el título de la mesa donde las escritoras Yael Weiss, Ariana Harwicz y Mónica Ojeda hablaron sobre sus acercamientos a la literatura, como lectoras y autoras. Esto, en el marco de la 40 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) celebrada este año de manera virtual.

Fue Weiss quien abrió la conversación hablando sobre el borde entre la locura y la cordura, tema presente en su trabajo. La mexicana considera que la cordura tiene que ver con la colectividad, con estar de acuerdo todos en las mismas cosas. Por el contrario, la locura, “es cuando alguien empieza a delirar, cuando empieza a ver cosas que no están viendo los demás, a pensar que las cosas son diferentes, está en ruptura con la normalidad, con el mundo compartido”.

“De todos estos personajes que cometen cosas extrañas que vemos en la prensa o en el día a día, lo que me gusta es evitar este dolor de sentirlos lejanos e incomprensibles, sino traerlos de vuelta a lo humano, meternos a su lógica y darnos cuenta de que sí es una lógica en la que todos podríamos caer en ciertas circunstancias y estamos solos ante ellas. Reconocernos en la locura del otro es en cierto modo romper la barrera con esas personas”, continuó sobre su trabajo y los temas que le interesan.

Al hablar sobre su trabajo, Harwicz comentó que “todo el ejercicio que me propongo tiene que ver con romper la lógica de la lengua, de una costumbre, de algo heredado. Mis personajes siempre están en el filo, en el borde, en la frontera. A cinco minutos de no ser considerados ciudadanos normales, a tres minutos de ser una madre que merece ser encerrada o que puede matar a su hijo”.

Para la argentina ser escritora o escritor “se trata de ver lo que no ven otros, para ver lo que ven todos, mejor no escribir y dedicarse a otra cosa. Cuando escribo no trato de escribir, sino de mirar. Mirar que encuentro en ellos de monstruoso, de criminal, de abyecto”.

Finalmente, Ojeda coincidió con sus colegas en decir que el oficio de escribir es sobre detectar y plasmar lo extraordinario. “Entender lo siniestro como estar sumergido en una cotidianeidad, pero descubrir que hay una grieta ahí, que se está colando dentro de lo cotidiano. No pienso en nada fantástico, si nos diéramos cuenta de los horrores que nos rodean no podríamos vivir. La literatura da esa posibilidad de mirar desde un lugar seguro, darte la oportunidad de volver tangible ciertas cosas que no lo son”.

La 40 FILO se lleva a cabo hasta el 30 de octubre con actividades divididas en programas para cada público según sus edades, ocupaciones e intereses. Pueden ser consultadas en www.filoaxaca.com

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