*En el medio rural la reducción fue de 36.09 a 18.5 por ciento; leche materna previene enfermedades en recién nacidos: SSO
Oaxaca, 5 de junio.- La leche materna brinda al niño y niña defensas que los protegen de la diarrea, tos, y otras enfermedades propias de la infancia, por ello es el alimento más completo, lo informó así la Jefa de la Unidad de Medicina Preventiva de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), Ivette Caballero López.
En entrevista señaló que la alimentación del pecho materno, además de proporcionar todas las sustancias nutritivas que requieren los lactantes en cantidad y calidad, también contribuye a su desarrollo emocional, favorece la relación afectiva entre madre e hijo.
Destacó que es de suma importancia amamantar al recién nacido, ya que la leche de la mujer está diseñada para fortalecer el sistema digestivo inmaduro del bebé con capacidad gástrica de 5 mililitros, y tiempo de digestión de 90 minutos.
Y es que cifras de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT 2012), revelan que a nivel nacional en nuestro país entre 2006 y 2012, la lactancia materna exclusiva disminuyó de 22.3 a 14.4 por ciento, mientras que en el medio rural la reducción fue de 36.09 a 18.5 por ciento.
Caballero López dijo que en México la mitad de los niños menores de dos años usan biberón, aún cuando la recomendación es que no sea usado en su alimentación. Al año solo la tercera parte de los niños reciben lactancia materna, y a los dos años tan sólo la séptima parte.
Dijo, que al principio, se recibe de la madre el “calostro” o primera leche, la más rica en defensas. Es importante amamantar al bebé inmediatamente después de haber nacido, y dar pecho como único alimento y bebida durante los primeros seis meses de vida.
Sostuvo que después de ese tiempo la lecha materna ya no es suficiente, se necesita empezar a dar de comer otros elementos, pueden ser naturales, poco a poco y de uno por uno, estos deben ser preparados y servidos con limpieza para evitar enfermedades.
Finalmente señaló que el pecho materno establece más rápido la succión efectiva y el patrón adecuado de alimentación, mejora el control de la temperatura del neonato, estabiliza los niveles de azúcar e incrementa las evacuaciones y disminuye la ictericia.