Ninguna mujer recurre al aborto con alegría. Basta con escucharlas.
(Un aborto) Es y siempre será una tragedia.
Simone Veil
En Francia el aborto es legal desde el año 1975. La lucha está presente en todo del mundo y, a pesar de lo politizada que pueda estar la conversación, ninguna palabra irá por encima de las voces de quienes experimentan culpa, dolor, alivio, miedo o vergüenza al abortar.
Interrupción (Ariel) es el primer libro de Sandra Vizzavona, quien, en una búsqueda personal, reunió las historias de mujeres que abortaron y cuya desición habían cargado en silencio. Además de lograr sus valiosos testimonios, brindó, de cierta forma, alivio a quienes tuvieron el valor de hablar de sus vivencias sin sentirse incómodas, molestas u ofendidas.
Un libro coral con revelaciones desde la paz hasta el arrepentimiento; con singularidad en cada caso y pluralidad de voces en las que convergen la conciencia, la empatía y los prejuicios.
Con el paso de las décadas, en algunos otros países el acceso a la práctica se ha inscrito en la ley, sin embargo su ejercicio debe ser discreto, por no decir secreto. Vizzavona abortó a los 16 años de edad. Ideas y pensamientos la envolvieron. En una segunda ocasión, 10 años más tarde, lo vivió de distinta forma, pero no fue hasta que se convirtió en madre que pudo asimilar aquella primera pérdida ocurrida en su adolescencia. Interrupción pretende ser también esa intermición de la afrenta y la ira.
Sandra Vizzavona es abogada en derecho laboral, inscrita en el Colegio de Abogados de París desde enero de 2000. En febrero de 2021 publicó su primer libro, Interrupción. Ansiosa por hacer oír la voz de las mujeres que han abortado y sacar a la luz la diversidad de sus experiencias, cuenta su vivencia a través de la historia de quienes le compartieron la suya.