Romper el techo de cristal permitirá a mujeres ocupar cargos de gestión en IES y ciencia: Norma Rondero

* Aún existe la creencia de que las féminas deben dedicarse a disciplinas asociadas a cuidados

 

*En México únicamente el 26 por ciento de los miembros de la Academia Mexicana de las Ciencias pertenecen a este sector

Ana María Lozada Xochicale

Si bien la presencia de mujeres en la ciencia y en espacios universitarios es creciente, ocupando más lugares como parte del alumnado y en las carreras académicas, la proporción no se sostiene en cargos de gestión ni en el llamado STEM, acrónimo en inglés que hace referencia a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, consideró la doctora Norma Rondero López, secretaria general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Al participar en el Festival Internacional del Libro y la Lectura “Semillas” organizado por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), plantel San Lorenzo Tezonco, reconoció la necesidad de romper el techo de cristal y el piso pegajoso, ya que “prevalecen prácticas cotidianas y de condicionamientos no proporcionales a la posibilidad de llegar a estos lugares”.

Sin embargo, “venimos escalando y encabezamos instituciones de investigación y educación”, un ejemplo cercano es la Casa abierta al tiempo donde aunque ha habido rectoras en las unidades el sector femenino nunca ha encabezado la Rectoría General.

“En 50 años de existencia soy apenas la tercera mujer que ocupa la Secretaría General, las dos únicas que me antecedieron en este cargo contendieron por la Rectoría General y no llegaron”.

Así, “pareciera haber una especie de regla que dice los hombres a las ciencias, nosotras a las disciplinas más asociadas a cuidados y en la vida social los varones son los proveedores y las féminas cuidadoras, ellos productivos y ellas productoras”.

En la Mesa redonda Mujeres en el campus. Dialogo entre universitarias, en la que participaron las doctoras Ofelia Angulo Guerrero, secretaria de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) de la Ciudad de México, y Gabriela Sánchez Gutiérrez, directora general del Instituto de Investigaciones José María Luis Mora, Rondero López abordó el tema de la igualdad y no discriminación desde el punto de vista educativo y social.

“En las universidades se tienen que socializar mejor las prácticas inclusivas e incluyentes para establecer respeto, búsqueda de la igualdad, equidad, seguridad, no violencia y desde luego de desarrollo y respeto al sector femenino y a su participación en el espacio de las ciencias”, reconoció.

Hay actividades cotidianas que llevan a plantear ciertas condiciones de cambio en los espacios universitarios y “no basta con un lenguaje incluyente y hablar de todas, todos y todes, sino una práctica incluyente efectiva hacia toda la comunidad de la diversidad sexo genérica”.

La secretaria general de la UAM aceptó la necesidad de “socializar mejor estas prácticas y si no se hizo en niveles educativos previos o en los hogares, hay que hacerlo en la universidad, estamos aquí y necesitamos ocuparnos de ello y establecer respeto y búsqueda de la igualdad y equidad”.

Entonces, una universidad debe ser construida entre todas y todos como un espacio que logre combatir la desigualdad y mejorar las condiciones con políticas de apoyo integrales.

Angulo Guerrero refirió que son pocos los estudios que permiten explorar los retos y oportunidades que este grupo de la población enfrenta en posiciones de liderazgo y una de las tareas más importantes de la contemporaneidad consiste en reescribir la historia para recuperar del olvido a muchas de ellas que pese a sus contribuciones a las ciencias, tecnologías y humanidades han sido silenciadas.

No obstante los avances alcanzados en las últimas décadas, todavía es muy reducido el número global de investigadoras en el campo de las ciencias y en el caso de México solo tres de cada diez integrantes de la comunidad son del sector femenino y únicamente 26 por ciento de los miembros de la Academia Mexicana de las Ciencias son mujeres.

Algo similar ocurre en el Sistema Nacional de Investigadores, donde el porcentaje total femenino es del 39 por ciento y entre 1992 y 2020, de los 360 investigadores eméritos registrados solo el 28,8% son féminas.

En la SECTEI se han desarrollado un conjunto de acciones y estrategias cuya finalidad es la de asegurar el derecho a la educación, la ciencia y la tecnología e innovación, prioritariamente de las mujeres en condiciones de vulneración y desventaja, mencionó y adelantó que la dependencia a su cargo entregará este 2023 el Premio en Ciencias Biológicas y de la Salud “Matilde Montoya”, a la doctora Irma Gabriela Anaya Saavedra, de la Unidad Xochimilco de la UAM.

La doctora Gabriela Sánchez Gutiérrez, refirió que estos cambios que tienen que ver con la incorporación del sector femenino a la ciencia no ha sido fácil y durante mucho tiempo se negó su acceso a la educación, “se veía muy mal que estudiaran una carrera profesional” y aunque hoy se puede decir que las barreras están desapareciendo, aún falta mucho por lograr un avance equitativo.

Convino que en el ámbito educativo y en las dinámicas de investigación y docencia prevalecen aún las desigualdades de género debido a que hay una cultura patriarcal imperante que hace que tengan que lidiar con muy diversas barreras y obstáculos relacionada a la muy desigual carga de trabajo reproductivo que se asume de manera diferenciada.

La desigualdad y la pobreza que se manifiesta con mayor crudeza en el mundo, particularmente en América Latina no solo son productos de las políticas económicas que nos han llevado a un modelo de desarrollo absolutamente injusto e insostenible, muchas desigualdades de origen étnico, clase, LGTTTIB+, migración forzada y particularmente por las relaciones de género.

La brecha de género se amplía conforme avanzan en sus carreras como investigadoras y a manera de ejemplo la directora general del Instituto de Investigaciones Luis Mora, dijo que seis de sus 26 centros tienen directoras, durante la mesa que estuvo moderada por la doctora Gloria Luz Alejandre Ramírez, profesora del plantel Casa Libertad, y en la que la rectora Tania Rodríguez Mora, rectora de la UACM destacó la importancia de que las mujeres que ocupan cargos de dirección participen en estos espacios.

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