México, país abierto a las agendas descolonizantes, culturales y sociales con América Latina, el Caribe y la Unión Europea 

  • Se busca promover la participación y el diálogo entre los gobiernos, los organismos internacionales y las sociedades civiles de dichas regiones 

 

México es un país que está en una profunda transformación social y cultural, a la cual nos adscribimos para impulsar nuevos vínculos, nuevas formas de relación que nos permitan construir un mundo mejor, más humanitario y más justo, más diverso y menos desequilibrado y, al mismo tiempo, en donde la descolonización de nuestras narrativas sea un eje fundamental de construcción de diálogo.

 

Así lo expresó la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), Lucina Jiménez López, al inaugurar los trabajos del seminario La Cooperación Cultural Internacional frente a un escenario cambiado: Construyendo una agenda compartida entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea que inició el lunes 4 de diciembre en la Sala Adamo Boari del Palacio de Bellas Artes.

Organizado por el Instituto, instancia de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y la Fundación Internacional Unión Europea – América Latina y el Caribe (Fundación EU-LAC), en el seminario se llevó a cabo un intercambio de información sobre las políticas públicas en materia de cultura entre los países participantes en la Fundación, en la cual están inscritos 33 países de América Latina y el Caribe y 27 países de la Unión Europea.

 

Acompañada —vía remota— por Leire Pajín Iraola, presidenta de la Fundación EU-LAC, y por Anna Barrera, directora encargada de Programas EU-LAC, la titular del Inbal dio la bienvenida al Palacio de Bellas Artes a 35 expertos participantes en el seminario, el cual se desarrolló los días 4 y 5 de diciembre.

 

México se congratula de recibirlos en este recinto Patrimonio Cultural de la Humanidad, porque “representa un ejemplo de colaboración artística-arquitectónica y de diseño, en términos de la Europa pensada a principios del siglo XX”.

La directora general agradeció a Leire Pajín “por pensar en el Inbal, que se honra en recibir esta conversación y, al mismo tiempo, ofrece a todas y todos los participantes una ventana de vínculo intercultural con un país que está en una profunda transformación social para poder impulsar nuevos vínculos, nuevas formas de relación que permitan construir un mundo mejor, más humanitario y más justo, más diverso y menos desequilibrado y, al mismo tiempo, en donde la descolonización de nuestras narrativas sea un eje fundamental de construcción de diálogo”.

 

Por su parte, en línea, Leire Pajín Iraola agradeció la hospitalidad de México a través del Inbal para realizar el seminario, y a Alfons Martinell y Jorge Fernández León, consultores de la Fundación, por su compromiso con la cultura y por construir relaciones entre América Latina y Europa desde el ámbito de la cultura, así como por elaborar el documento que se analiza en el seminario.

 

Es un honor —dijo Pajín Iraola— inaugurar el seminario que hemos querido titular La Cooperación Cultural Internacional frente a un escenario cambiado: Construyendo una agenda compartida entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea, dentro de ese marco de relaciones entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea.

 

En el primer día del seminario y con la moderación de Anne Barrera, directora encargada de Programas EU-LAC, así como de los consultores Alfons Martinell y Jorge Fernández León, se llevó a cabo la presentación del documento de la Cooperación Cultural Internacional (CCI), así como las mesas de diálogo Estado de la cuestión de la CCI en el espacio ALC-UE y Perspectivas y escenarios para el impulso de la CCI en las regiones ALC y la UE, entre otras.

“Eso nos transforma radicalmente a quienes nos dedicamos a las políticas públicas, pero también porque destaca los derechos culturales de las poblaciones locales, de los movimientos juveniles, de los nuevos y los antiguos feminismos, y los movimientos que exigen el reconocimiento de las nuevas diversidades hoy en día, no solo indígenas, sino también afrodescendientes y las diversidades sexuales que hoy representan formas culturales muy importantes”.

 

En el primer día se abordó el tema Estado de la cuestión de la Cooperación Cultural Internacional en el espacio ALC-UE, los participantes expresaron que colocar a la cultura como bien público global requiere, necesariamente, de la conjunción de voluntades y de la cooperación redefinida desde los nuevos esquemas que desde aquí se construyen.

 

En la sesión participaron la directora general del Inbal, Lucina Jiménez; Philippe Kern, director ejecutivo de KEA European Affairs; Sylvie Durán, gestora cultural y ex ministra de Cultura en Costa Rica (en línea), y Blanca de La Torre, curadora de cultura y sostenibilidad.

 

Philippe Kern expresó que es preciso entender el conflicto como oportunidad de transformación y cambio que permite, desde el desacuerdo, crear puntos intermedios para la acción conjunta.

Por su parte, la titular del Inbal dijo que es necesario reconocer la capacidad de producción y libertad creativa de todas las personas en pleno ejercicio de sus derechos culturales, y pasar de una política extractiva a una de derechos.

 

En tanto, Sylvie Durán habló sobre la reconfiguración de compromisos y formatos para generar nuevas propuestas intergeneracionales, apostando a las herramientas que ofrece la digitalidad, produciendo diálogos interconectados entre generaciones y con el mundo.

 

Posteriormente, participaron Miguel Ángel Martín Ramos, presidente de la Red de Cooperación de las Rutas Europeas de Carlos V; Milena Sandler, manager general del Festival Internacional de Jazz de Port-au-Prince; y Nandita Shankardass y Piotr Magnuszewski, gestores culturales. Bajo la moderación de Carlos González, se presentaron experiencias y proyectos que muestran buenas prácticas en la Cooperación Cultural Internacional, sin evitar hablar de los retos y tensiones que ello supone. Al mismo tiempo, los proyectos presentados permiten identificar estrategias concretas para fortalecer lazos entre la Unión Europea, América Latina y el Caribe.

Finalmente, se señaló la relevancia de retomar las discusiones de Mondiacult, la Agenda 2030, y de profundizar en problematizaciones y reflexiones alrededor de temas como: occidentalidad, decolonialidad, virtualidad, materialidad/inmaterialidad del patrimonio cultural, la nueva generación de derechos culturales, la diversidad, la identidad, el lugar de la lógica de mercado en la CCI y su superación, y la cooperación internacional como cooperación entre sistemas culturales con multiactores.

 

Para el segundo día de actividades, el Seminario Cooperación Cultural Internacional frente a un escenario cambiado: Construyendo una agenda compartida entre América Latina, el Caribe y la Unión Europea analizó las prioridades de la cooperación cultural internacional ante el nuevo escenario global, específicamente entre las regiones estudiadas, así como la forma de progresar dentro de una cultura del bien común público, en un diálogo enriquecedor a cargo de diversos especialistas, directivos, artistas y promotores culturales internacionales.

 

Al hablar sobre Propuestas sobre las prioridades de la Cooperación Cultural Internacional a nivel general y específico del espacio: Unión Europea, América y el Caribe, la directora general del Inbal, Lucina Jiménez, señaló que, en su gestión, por primera vez, se participa en los planes de justicia de los pueblos y comunidades para escuchar a las autoridades tradicionales y colectividades, y entender porque para ellos el arte es fundamental en una procuración de justicia. “Eso es algo que está transformando las mentalidades y formas de actuar de los centros.

 

“Creo que esta conversación nos coloca en una posibilidad de construir a partir de las grandes iniciativas euroamericanas y los procesos concretos. Hay una falta de simetría o desigualdad entre las formas de trabajar en la Unión Europea y las que existen en América Latina y el Caribe, y esta es una cuestión en la que tendríamos que reflexionar, porque muchas veces la lógica de funcionamiento de esas redes opera de una manera distinta”, aseguró.

 

En su intervención dentro de la mesa abordada, Toni Attard, director de Culture Venue; Lauren Ritchie, fundadora de Eco Justice Project y creadora de Columbia Climate Conversation; y Natalie Urquhart, directora ejecutiva de la fundación Cultural Nacional de las Islas Caimán, plantearon su experiencia dentro de la Cooperación Cultural Internacional, y los elementos concretos que se pueden priorizar para incentivar la interacción en el espacio América Latina, el Caribe, Unión Europea.

En otro tema, se presentaron propuestas sobre las prioridades de la Cooperación Cultural Internacional a nivel general y específico del espacio Unión Europea, Latinoamérica y el Caribe y se exploraron diversas perspectivas para abordar los desafíos geopolíticos, interculturales y climáticos que afectan el panorama cultural global.

 

Los participantes en el debate resaltaron la necesidad de superar barreras, como prejuicios en políticas migratorias y estructuras, identificando la movilidad como un factor clave para establecer conexiones y fomentar el aprendizaje.

 

Por último, coincidieron en la necesidad de que el sector cultural debe accionar desde una vía estratégica, como lo señaló Enrique Vargas, generando mecanismos de diálogo y entendimiento entre ciudadanía, instituciones y regiones.

 

Apostar por una sensibilización de las estructuras europeas, pero también locales, nacionales e internacionales, para pasar de entender la cultura como expresión artística a una ciudadanía cultural, con pensamiento crítico, libre de ejercer sus derechos culturales de primer orden. En esta sesión se pone en el centro a las personas, que construyen escenarios culturales cotidianos; incluso Jazmín Beirak, congresista española, consideró generar procesos, incluso más sostenibles, desde una mirada horizontal no solamente con la ciudadanía, sino entre regiones, es aquí cuando podemos hablar del debate de fondo sobre diversidad cultural o hegemonía cultural.

 

México, país abierto a la cooperación  

Luego de dos días en los que se desarrollaron seis mesas de diálogo, debates y presentación de experiencias en la materia, con la participación de más de 30 participantes con especialidad en políticas culturales, externaron voluntad de continuar los trabajos que lleven a las dos regiones –la Unión Europea y Latinoamérica y el Caribe— a reconocer lo que se tiene en común y lo que se tiene como retos para fortalecer esa colaboración.

 

Al clausurar este encuentro internacional, la directora general del Inbal expresó: “México es un país abierto en el sentido de la cooperación y también de la hospitalidad. Nos gusta dialogar con las personas que son distintas a nosotros, porque sabemos que nos enriquecen otras miradas y nos dejan siempre una reflexión en torno a qué parte de ese camino trazado de manera común nos ha hecho ser lo que somos hoy”.

 

Este espacio –dijo— nos ha permitido sembrar y germinar una semilla de diálogo alrededor de la cooperación cultural internacional, y este espacio, que por primera vez hacemos en el Inbal, se ha nutrido en la práctica de algo que se ha venido a conversar; la cooperación cultural internacional es diversa, porque nuestras realidades son diversas y aquí se han escuchado voces de muchas orillas entre la Unión Europea y la región de Latinoamérica y el Caribe.

Por su parte, Adrián Bonilla, director ejecutivo de la Fundación EU-LAC, consideró que el seminario se enmarca en una agenda de trabajo más amplia y que tiene que ver con las prioridades enunciadas por los jefes y jefas de Estado de las dos regiones reunidos hace unos meses en Bélgica después de ocho años de vacío, en que las máximas autoridades de nuestros países no se habían encontrado.

 

“Esto significa que hay, independientemente del contexto internacional –que es un contexto difícil, por las circunstancias de económicas y políticas que existen– la voluntad en las dos regiones de encontrar acuerdos y puntos en común, de buscar una agenda que unifique a las políticas exteriores de los países de las dos regiones”.

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