INVESTIGADORES OAXAQUEÑOS.
NÉSTOR YURI / JAVIER TOLEDO FLORES
Dentro de la Biología, la “taxonomía” es la especialidad que estudia la diversidad de los seres vivos, haciendo hincapié en la reconstrucción filogenética. En palabras más sencillas para describir este término, los taxónomos descubren y describen nuevas especies y analizan las relaciones que existen entre ellas para saber quién está emparentado con quién y, además, mediante pruebas de ADN, descubrir nuevas especies.
Itzahí Silva Morales es una joven oaxaqueña, destacada estudiante de doctorado en el Colegio de la Frontera Sur, ECOSUR. Su gusto por el estudio le vienen desde su temprana infancia y, aunque nació en nuestra ciudad capital el mar es su gran amor y pasión.
Una niña de ciudad enamorada del mar. Así creció en su barrio, San Martín Mexicapan, en donde estudió su primaria y secundaria. Sin ser una estudiante “matada”, como ella lo dice, fue huésped del cuadro de honor muchas veces, competidora de olimpiadas de conocimiento y hasta declamadora en muchas ocasiones, lo que la condujo de la mano a integrarse en la rondalla “Luz de luna” de la Casa de la Cultura. Pero hay más: además de tocar la guitarra y cantar es una hábil nadadora.
Para cuando se matriculó en el Cobao de Pueblo Nuevo ella ya estaba segura de que quería irse al mar y conocer el mundo. La elección no le costó trabajo porque desde niña vivió un amor de lejos con las olas, que la esperaron hasta que llegó a la Universidad del Mar, en Puerto Ángel.
Los jóvenes científicos como ella, de apenas 29 años, tienen siempre presente los peligros que corre la humanidad por el cambio climático. Esa visión los hace madurar y estar conscientes de que el esfuerzo que se haga por la salud de los ecosistemas no es tiempo, ni esfuerzo ni dinero perdido. Con esto en mente, graduada como bióloga por la UMAR, aplicó para realizar un trabajo de investigación de gusanos marinos en el ECOSUR, en el campus de Chetumal, Quintana Roo y conseguir una beca del Conacyt para solventar su estancia y estudios.
Ser parte de un programa de Doctorado en Ciencias no es sencillo. Se debe desarrollar todo un proyecto de investigación y estar muy atento al rigor académico. Su proyecto debe responder a hipótesis que deben ser investigadas para obtener nuevos conocimientos. La biología marina es un campo muy amplio, por lo que ella está enfocada en el estudio de una parte de fauna marina, los gusanos que, a pesar de parecer algo repugnante para algunas personas, son organismo muy valiosos de nuestro ecosistema planetario. Ella como taxónoma, realiza una labor indispensable para la conservación de la salud de nuestros mares. En sus palabras, ella dice: “La taxonomía se basa en un Código de Nomenclatura Internacional que especifica, entre otras cosas, las reglas para nombrar a las especies. Por lo tanto, cualquier rama de la Biología o Ciencia que trabaje con organismos, necesita de la Sistemática y Taxonomía para conocer los nombres de las especies con las que está trabajando”.
Existe una enorme variedad de gusanos en el mar, pero ella dedica su esfuerzo al estudio de un espécimen conocido como “gusano cacahuate” o sipúnculo, como se le denomina de manera correcta. Este pequeño animalito ya le dio su primer gran éxito. Su disciplina y persistencia la llevaron a descubrir nuevas especies en nuestras costas. Así lo narra ella: “Los gusanos sipúnculos miden en promedio entre 1-3 centímetros, pero en la costa de Oaxaca se han encontrado por primera vez gusanos ¡de hasta 30 cm! Estos gusanos viven entre las grietas de las rocas del fondo del mar. En Europa los utilizan como carnada para la pesca deportiva, en Asia los ofrecen como platillo afrodisiaco y algunas especies tienen el potencial para ser usadas como medicamento en el tratamiento de la hipertensión humana.”
Para estudiar los gusanos hay que salir a buscarlos y, ese es uno de los placeres de su especialidad pues debe salir a bucear o hacer esnórquel por las playas del caribe mexicano. Debe documentar todas sus actividades, por lo que, además de contar con la autorización oficial para extraer fauna marina, debe llevarlos a su laboratorio en donde les tomará fotografías y deberá buscar en las enormes bases de datos de nivel mundial la clasificación respectiva que se confirmará en laboratorios especializados en los que se analizará el ADN extraído a las muestras.
Itzahí es considerada la principal especialista de sipúnculos en México siendo, además, asesora instituciones científicas como la UNAM. Sus trabajos, han sido publicados en revistas científicas internacionales debido al alto impacto que han tenido.
Orgullosamente ha descubierto y nombrado cuatro nuevas especies. En honor a sus padres, Pastor Silva Cruz junto con su madre Luz María Morales Jiménez nombró a una nueva especie de sipúnculos como “Aspidosiphon pastori”.
Su brillante trayectoria la ha hecho merecedora de premios y estancias internacionales, incluyendo la Universidad de Harvard y el Instituto Smithsoniano en los Estados Unidos. Una vez concluido su doctorado, desea pertenecer al Sistema Nacional de Investigadores y, al mismo tiempo ser difusora científica y docente. Es una joven comprometida con el cambio y la justicia, y lo dice de esta manera: ““Para cuidar nuestros mares, hay que saber que hay en ellos” y “sean siempre capaces de sentir en lo más hondo cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario”.
Itzahí Silva Morales es una estudiante y científica orgullo para Oaxaca.
Contacto: nestoryuri@yahoo.com