* Antibióticos naturales refuerzan sistema inmunológico y no causan alergias

IVONNE JIMÉNEZ

Hace 88 años los científicos investigaban y buscaban algún medicamento para poder salvar a miles de personas que morían de enfermedades tan sencillas de curar como una gripe, meningitis, pulmonía, escarlatina y simples infecciones de cortadas que se infectaban.

Alexander Fleming, científico británico descubrió en 1928 la penicilina, y observó que tenía el poder de matar bacterias, pero no logró aislar penicilina pura, y sólo empleó esa sustancia como antiséptico.

Pero no fue hasta 1938, cuando Howard Florey un farmacólogo australiano que compartió el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1945 con Ernst Boris Chain y Alexander Fleming, y su equipo de investigación de la Universidad de Oxford, aceptaron el reto de producir una cantidad suficiente de penicilina para probarla en seres humanos.

Es así como empezó la era de los antibióticos, y se había alcanzado una nueva historia en la lucha del hombre contra las enfermedades.

Un antibiótico es una sustancia química que mata o impide el crecimiento de microorganismos, que usualmente son bacterias, que enferman el cuerpo. A pesar de sus bondades y de las vidas que han salvado muchos antibióticos producen terribles alergias y el abuso en su uso está provocando que nos volvamos resistentes a sus efectos teniendo que utilizar antibióticos más fuertes que tienen efectos adversos en nuestro cuerpo.

Por lo anterior, los antibióticos naturales que no producen alergias y cuya acción en el cuerpo no es agresiva, se convierten en una buena opción para poder enfrentar las enfermedades.Hay muchos alimentos que por la combinación de compuestos que los forman y sus propiedades naturales refuerzan el sistema inmune e incluso atacan enfermedades específicas.

Lo sorprendente es que estos son alimentos que están en nuestra dieta, pero que quizá debemos empezar a pensar en utilizarlos un poco más, sobre todo cuando estamos enfermos.

El ajo y la cebolla son de los mejores alimentos y más potentes antibióticos naturales, combinados tiene más de 60 componentes antivirales y antibacteriales, que no sólo curan sino que previenen todo tipo de infecciones.

La ventaja del ajo es que protege contra el daño del ADN y se puede usar de manera externa, aplicado directamente sobre heridas para evitar una infección, e ingerido. Así, como por arte de magia estarás libre de cualquier molestia y para potencializar su efectividad se puede combinar con limón.

El jengibre tiene un poder antibiótico selectivo, esto quiere decir que es implacable con los microorganismos malignos y fomenta el crecimiento de microorganismos benignos como los de la flora intestinal que permiten combatir mucho mejor las enfermedades y mantener la buena salud general. Es particularmente bueno para atender infecciones intestinales y de garganta.

Si tenemos un día lleno de estrés, un té de tila nos hará respirar tranquilos, pero tiene propiedades mayormente antivirales, así que cuando las defensas del cuerpo están muy bajas, un té de tila, no sólo te relaja y ayuda a dormir sino que será un elemento activo para combatir cualquier infección.

Y no podríamos dejar fuera de la lista de antibióticos naturales a la miel de abeja, existe evidencia científica que sugiere que la miel de abeja podría ayudar a combatir diferentes infecciones como las ocasionadas a nivel intestinal.

Estos alimentos los pueden consumir en ensaladas, como condimento en tu comida y otros agregarlas en tu licuado, en tu yogurt con frutas y en el agua de la comida, para reforzar el sistema inmunológico y el cuerpo estará protegido contra las enfermedades comunes.
Recuerden que ” Mejor es prevenir que curar. ”
( Erasmo de Rotterdam, humanista neerlandés)