* Es momento de que Oaxaca aproveche sus riquezas, dice el candidato de la colación Juntos Hacemos Más a miles de istmeños volcados a su causa

Juchitán de Zaragoza.- El recorrido que comenzó en Guelatao de Juárez, el pasado 3 de abril, llegó a su fin este miércoles en la Heroica Ciudad de Juchitán de Zaragoza. Luego de ocho semanas, 60 días y mil 440 horas de campaña, Alejandro Murat Hinojosa terminó la jornada que lo convertirá en el nuevo gobernador de Oaxaca, un final en el que se escuchó el “sí se puede” de un pueblo istmeño que volcó su apoyo al candidato tricolor.

“Termino donde empezó todo, en la tierra de mi mamá Juana, en la tierra que tanto quiso mi mamá Lupita, el lugar donde aprendí que todavía hay luchas que pelear y causas por las que seguir avanzando”, dijo el candidato.

Acompañado por César Camacho Quiroz, líder priista en el Congreso de la Unión; Mariana Benítez, secretaria general del PRI en Oaxaca y su compañera de vida, Ivette Morán de Murat, el abanderado de la coalición Juntos Hacemos Más terminó en el Istmo su ejercicio proselitista, el cual lo llevó por las ocho regiones del estado, cientos de municipios, agencias y rancherías.

Frente a miles de simpatizantes, Alejandro recalcó su intención de encabezar un gobierno donde no quepa la apatía y la indiferencia de los últimos seis años. Una administración que provea de salud e igualdad a las mujeres, que dé oportunidades a los jóvenes y herramientas a los campesinos, un estado en el que se fortalezca al turismo, se terminen las obras y haya desarrollo económico con miras sociales: “la nueva cara de Oaxaca”, como la define.

En ésta, su tierra, refrendó el objetivo de construir un estado con desarrollo social y económico, que integre en cada municipio los cinco ejes que componen su plataforma política, que otorgue modernidad y sustentabilidad, que sea seguro, productivo e incluyente.

Foto: El candidato Alejandro Murat refrendó el objetivo de construir un estado con desarrollo social y económico.

Con el respaldo de mujeres, hombres, jóvenes y adultos mayores de esta orgullosa región zapoteca reunidos a lo largo de la avenida 16 de Septiembre, Alejandro Murat Hinojosa expresó sus últimas frases como candidato, con las cuales explicó la ruta a seguir a partir del primero de diciembre, esa que otorgue créditos a la palabra, salud universal, tecnifique el campo y arrastre la inversión económica que se refleje en la estabilidad de lo hogares y el desarrollo de las familias.

“Vamos a a aprovechar las riqueza que tiene nuestro estado, empezando por el anuncio que hiciera ayer el presidente Enrique Peña sobre las zonas económicas especiales, aquí tendremos una y en seis años el Istmo será el referente de desarrollo de todo el país y de Latinoamérica, aquí es donde vamos a hacer el corredor industrial que detone todo el sureste mexicano, pero principalmente a los pueblos istmeños”, dijo.

El que fuera su último evento de campaña se convirtió en un homenaje a la cultura oaxaqueña, con trajes multicolores, banda de viento y cohetes. En medio de este mosaico, arribó el abanderado seguido por miles de simpatizantes, quienes desde las cuatro de la tarde se reunieron al pie de la efigie de la “Mujer Juchiteca” para caminar junto a su candidato, a quien posteriormente le hicieron un pasillo que lo condujo hasta el templete.

Ahí, Alejandro Murat Hinojosa se dirigió a los zapotecas, zoques y también mixes de Juchitán, Tehuantepec, San Francisco Ixhuatán, Matías Romero, Salina Cruz, entre otros, quienes abarrotaron esta avenida principal y a quienes agradeció el respaldo en su objetivo de alcanzar la administración estatal.

“Ustedes son los verdaderos protagonistas de este proceso electoral, agradezco a todos los oaxaqueños que me han dado la oportunidad de sentir lo que hoy sentimos aquí en Juchitán y eso es la esperanza de cambio por un Oaxaca mejor”.

“Lo que bien comienza bien termina”, había dicho César Camacho minutos antes, y esa consigna habría de comprobar Alejandro cuando, al terminar su discurso, miles de voces gritaron al unísono el esperanzador lema que ha resonado por todo Oaxaca: “Sí se puede”. Claro que se puede, contestó él.

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