América Latina y el Caribe requieren de políticas ancladas en principios de justicia y progreso: UAM

*Comienza el Seminario Internacional Repensar el desarrollo de América Latina y el Caribe desde México

*Convocado por esta casa de estudios, la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe

*Instituciones como la Casa Abierta al tiempo se posicionan como actores clave, al generar conocimiento y espacios de reflexión crítica que inciden en políticas públicas de problemática urgente

María Teresa Cedillo Nolasco

Las problemáticas que enfrenta la región de América Latina y el Caribe requieren de la implementación de políticas a largo plazo, innovadoras y ancladas en principios de justicia social y progreso, sostuvo hoy el doctor José Antonio De los Reyes Heredia, rector general de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

En la ceremonia inaugural del Seminario Internacional Repensar el desarrollo de América Latina y el Caribe desde México, convocado por esta casa de estudios, la Secretaría de Relaciones Exteriores y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, señaló que estas políticas deben ser inclusivas, enfocadas en la equidad y el combate a las estructuras que perpetúan la pobreza y marginación, es decir, que busquen el bienestar de todas y todos.

Ante especialistas invitados provenientes de distintas naciones de la zona, el doctor De los Reyes Heredia indicó que, en el actual contexto, las profundas desigualdades, los desafíos estructurales, las fluctuaciones y posicionamientos políticos demandan soluciones que vayan más allá de los enfoques tradicionales.

“Nuestra región enfrenta al menos tres brechas fundamentales: la externa, caracterizada por la ralentización del comercio mundial y los conflictos internacionales; la social, evidenciada por la marcada inequidad y el aumento de la pobreza, y la ambiental, exacerbada por el cambio climático y la destrucción de ecosistemas”.

Estas problemáticas no pueden tratarse de manera aislada. Se requiere un enfoque integral que promueva el crecimiento económico basado en tecnologías sostenibles y la redistribución de la riqueza hacia los sectores más vulnerables, y aquí, las universidades, con su capacidad para integrar saberes multidisciplinarios y su compromiso con la sociedad, juegan un papel crucial.

Destacó que instituciones como la UAM se posicionan como actores clave, al ser generadoras de conocimiento y espacios de reflexión crítica, pues su contribución va más allá del ámbito teórico, incidiendo directamente en la creación y transformación de políticas públicas que abordan los problemas más urgentes.

Bajo este panorama, la Casa abierta al tiempo e instituciones aliadas tienen la capacidad de convertir el conocimiento académico en propuestas que redunden directamente en la mejora de las condiciones de vida y, en ese sentido, en el ámbito de la formulación de políticas públicas, “nuestra universidad actúa como un puente entre la teoría y la acción”, asegurando que el saber se traduzca en medidas que mitiguen las desigualdades y enfrenten estos desafíos estructurales.

“Estamos seguros de que las universidades no deben mantenerse aisladas, sino colaborar con actores políticos, económicos y sociales, garantizando que el conocimiento generado impacte de manera real y efectiva en las políticas que promuevan el bienestar social”; sin embargo, para ello es imprescindible que las políticas públicas sean consistentes y sólidas.

El Rector General subrayó la importancia de “evitar los extremismos ideológicos y los retrocesos conservadores que obstaculizan el progreso” y de promover una visión equilibrada y orientada al bien común, basada en la evidencia científica, así como en el conocimiento tradicional y multidisciplinario, garantizando que las políticas públicas no se vean afectadas por coyunturas políticas pasajeras.

Afirmó que sólo mediante la colaboración entre academia, política y sociedad civil, “podremos construir proyectos de nación innovadores que aborden los problemas estructurales de la región sin caer en las trampas de la demagogia o el conservadurismo extremo”.

El seminario internacional Repensar el desarrollo de América Latina y el Caribe desde México confirma la capacidad de las universidades para influir en el debate y la acción política, puntualizó.

La doctora Alicia Bárcena Ibarra, secretaria de Relaciones Exteriores de México, indicó que una gran transformación regional sólo será posible “si prestamos atención a los desafíos que enfrentamos en nuestros países”.

La zona es diversa y heterogénea en lo político, lo económico y lo social, pero aun así es posible explorar caminos juntos para superar las barreras que hoy enfrentamos en un contexto mundial complicado.

La funcionaria expuso que durante muchos años “hemos tratado de cultivar ese camino alternativo a la ortodoxia y al neoliberalismo rampante, y lo hacemos de cara al contexto actual, marcado por crecientes asimetrías globales entre los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo”.

En América Latina y el Caribe “nos encontramos ante una desaceleración del crecimiento productivo regional que implica grandes retos para aumentar el empleo formal, el poder adquisitivo y la confianza de los ciudadanos, a lo que se suma una baja inversión, la cual permanece en rangos inferiores a 20 por ciento, y aunque “la muy grata excepción es México, que se encuentra por arriba de 25 por ciento, la zona no logra pasar de ese promedio que es muy bajo”, consideró.

Además, las naciones “enfrentamos niveles de pobreza que son inaceptables y, por ello, debemos poner atención a los cambios que tenemos que hacer, porque si bien se anticipaban tasas de crecimiento menores a las que se alcanzaron después de la pandemia, la verdad es que persisten brechas, sobre todo de carácter social y productivo, que son inadmisibles y debemos encontrar vías mucho más efectivas para superarlas, puesto que sigue siendo nuestra región la más desigual del mundo”.

No se trata solamente de atender la pobreza, también de tener en cuenta la distribución, “porque en realidad eso es lo que implica encontrar un modelo alternativo; el objetivo “no es focalizar la pobreza, sino entender cómo podemos redistribuir mejor los recursos que este territorio tiene o puede producir”.

Es necesario analizar cómo avanzar en este objetivo mediante inversiones, sin olvidar reconocer los límites ambientales, “no sólo se trata de crecer, sino de desarrollarnos con sostenibilidad”, indicó.

La doctora Bárcena Ibarra felicitó a la UAM por su 50 aniversario y celebró la presencia de las doctoras Yadira Zavala Osorio y Verónica Medina Bañuelos, rectoras de las unidades Azcapotzalco Iztapalapa; al doctor Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad Xochimilco, así como a la doctora Norma Rondero López, secretaria general de la Institución.

“La UAM cumple 50 años y para esta cancillería es un momento de celebración y de festejar a una casa de estudios que ha hecho contribuciones tan importantes para nuestro país”.

Por su parte el doctor Christian Asinelli, vicepresidente de la Corporación Andina de Fomento, del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, puntualizó que dicha organización ha crecido y actualmente forman parte de ella 25 países de la región.

Resaltó que en este momento se impulsa una iniciativa de México para que “se pueda bajar la tasa de las condiciones financieras de los créditos, si se avanza con metas y compromisos en temas de medio ambiente y de género, lo cual es una gran innovación que ha sido muy bien recibida en el directorio de nuestra entidad”.

El doctor Francisco Javier Soria López, rector de la Unidad Xochimilco, manifestó la importancia de discutir en el marco de la economía global fragmentada los asuntos de baja productividad, desempleo, falta de financiamiento, bajo desarrollo tecnológico y otras dificultades que limitan el desarrollo industrial y la articulación de las empresas latinoamericanas con cadenas globales de producción.

Ante tales problemáticas, “existen varias ventanas de oportunidad que queremos identificar para que podamos incidir en la política pública de manera colectiva”.

En el marco de este Seminario “se planteará la propuesta de crear un grupo de trabajo con académicos de los distintos países, al que se sumarían progresivamente decisores de políticas”, lo que es fundamental, porque se trata no sólo de discutir desde la academia, sino de que las propuestas que surjan “se conviertan en acciones concretas”.

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