Guadalajara, Jal.- Con una sonora ovación al arribo del Premio Cervantes de Literatura, Fernando del Paso, además de un llamado a la paz en Asia y Europa, inició la vigésima novena edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara con el Reino Unido como país invitado, representado por el ministro de Cultura y Deporte, John Wittingdale, y el galardonado con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, Enrique Vila Matas.
El presidente del Comité Organizador, Raúl Padilla López, expresó en la ceremonia inaugural su solidaridad “al sufrimiento de los familiares y amigos de las víctimas. La aspiración de todos es compartir un mundo en donde las distintas ideologías convivan pacíficamente y no sean motivo de conflicto, sino terreno fértil para la convivencia pacífica y desde la diversidad plural”, al tiempo de recordar que la literatura es el antídoto contra la barbarie.
En el mayor encuentro de la literatura hispana en el mundo, participan desde hoy y hasta el próximo 6 de diciembre, más de 1,900 editores, 400 mil títulos, 20 mil profesionales del libro y se espera acudan más de 750 mil personas de por lo menos 45 distintos países. Oportunidad que a decir del premiado Enrique Vila Matas, significará acercarse a la palabra escrita… “El libro habla de como la gente se adapta a la nueva realidad, esa realidad que ya ha sucedido pero aún no se percibe del todo, está aquí entre todos susurra el coro trágico y ustedes ahora me van a perdonar, pero lo que dicen las voces del gran coro es el futuro”, sentenció momentos después de recibir el reconocimiento, parafraseando la lección del accidente de Chernobyl, escrita por Cheryl Parson.
“Celebrar este evento multicultural es una gran señal de paz que mandamos al mundo entero en un momento en el que el conflicto amenaza la tranquilidad de los pueblos… dicen que no hay nada menos agresivo que un hombre que baja la mirada para leer el libro que sostiene en sus manos”, apuntó al respecto durante la inauguración el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, mientras que el titular de Conaculta, Rafael Tovar y de Teresa, recordó que tras los ataques en París, un libro dejado como ofrenda entre flores mitigó el dolor e invitó a los franceses a no claudicar ante la barbarie. Esta sencilla ofrenda demuestra que la gente reconoce el valor de libro como referencia y ancla para luchar por los valores que recuperen la dignidad y los derechos de cada ser humano en el planeta. Que con el libro recupera un trozo de luz y celebra la cultura, un bien común que se resiste al horror”.