Oaxaca.- ¿Es viable hablar de arte y cultura en un país donde hay crisis y hambre? pregunta la experta en gobernanza para la cultura y el desarrollo de la UNESCO, Lucina Jiménez. Y la respuesta es “sí”, justamente por eso, sostiene, es urgente e imprescindible hablar de arte y cultura, para establecer una educación “sensible, estética y para la diversidad”.
Doctora en Ciencias antropológicas por la Universidad Autónoma de México (UAM), catedrática de la UNESCO en políticas culturales, y especialista en políticas culturales y desarrollo sostenible, Lucina Jiménez impartió la noche de este viernes la conferencia magistral “Arte para la convivencia y educación para la paz”, como parte del Tercer Foro de Gestión Cultural que organiza la Feria Internacional del Libro Oaxaca 2015.
En el claustro del Centro Cultural San Pablo, la expositora mencionó que antes se pensaba que los temas de cultura sólo eran para un sector alto de la sociedad que podía acceder gracias a su contexto académico o socio económico, sin embargo, frente al dominio de la violencia que se ha instalado en lo que llamó “el mercado simbólico de la vida cotidiana”, se ha convertido en una necesidad.
“Estamos viviendo en una sociedad en conflicto donde la violencia es una industria global que reúne otras industrias como la del mercado de armas, la de las drogas sintéticas y la del mercado sexual” por ejemplo, precisó. Son formas de violencia también, subrayó, el hambre y la desigualdad.
Lo anterior, agregó, es consecuencia de los cambios que vivió el mundo en el siglo XX cuando ponderó la consolidación de Estados Nacionales con el propósito de erradicas los conflictos por la diversidad étnica.
Por otra parte, estamos viviendo en una época en la que coexisten la mayor cantidad de generaciones al mismo tiempo y debido a las tecnologías de la información accesibles a todos los sectores de la sociedad, las generaciones tienen poca o nula comunicación.
“Por primera vez los chicos están viviendo de manera aislada las experiencias globales sin la mediación de sus padres que desconocen donde están instalados sus hijos”, ejemplificó.
También habló de la fuerte tendencia de la gestión cultural independiente y autogestiva en el mundo, y de cómo cobran cada vez más importancia en esta tendencia las ciudades pequeñas, las localidades, que tienen mucha más cercanía con la ciudadanía, y ya no las metrópolis.
Lucina Jiménez quien acaba de retornar de Bogotá y Buenos Aires, manifestó que las iniciativas de los gestores culturales en la capital colombiana, por ejemplo, donde se han vivido procesos de violencia similares a los de México, acaban de conseguir una inversión de 50 millones de dólares para derechos culturales de los niños y los jóvenes para formar 20 centros de formación en lenguajes artísticos.
Estamos en un momento de mucha emergencia y es importante que se invierta en capacitación en gestión cultural, porque en la medida que los gestores adquieren más herramientas y capacidades podemos hacer más real que los recursos culturales tengan un beneficio comunitario, concluyó.
La FILO lleva a cabo por tercer año consecutivo su Foro de Gestión Cultural, como parte de un proyecto, para fortalecer las iniciativas ciudadanas para la promoción del arte y la cultura.