Salvador Flores Durán
Oaxaca.- El caricaturista Darío Castillejos señaló que actualmente la censura y las amenazas por las críticas en caricaturas y medios de comunicación, se enfilan contra el “mensajero” por lo que a pesar de la libertad de expresión que se ejerce en medios y las redes sociales, México y Oaxaca siguen como lugares de alto riesgo para los comunicadores.
Entrevistado luego de presentar su libro “Impresiones de un mundo desdibujado”, el caricaturista oaxaqueño advirtió que la censura a los medios de comunicación tiene para rato porque “es una tendencia del gobierno siempre tratar de callar las voces críticas, no se acostumbra a la crítica no les gusta ser exhibidos, y creo que va a seguir la tendencia de comprar las voces que son críticas”.
El “embute” para comunicadores, señaló es algo que continúa presente “el chayote solamente ha cambiado de envoltura”, señala mientras firma y dibuja en los libros de los lectores que acudieron a la presentación.
“Los políticos no han aprendido a capitalizar la crítica y por eso tenemos esta especie de tiranuelos que andan por ahí haciendo de las suyas”, señala el monero que se ha desempeñado por largos años en un diario de la capital oaxaqueña.
Dijo que con Internet y las redes sociales ahora hay más caminos para expresar lo que se quiere “pero noto no la obsesión por callar lo publicado, sino por callar al mensajero, esa es la tendencia. El chayote famoso se transformó en manejo de imagen y ahora las llamadas son para que los ayuden a posicionarse. De una manera muy diplomática sigue siendo el chayote pero con nueva envoltura”.
Un político presente en el lugar, compañero de Darío en la facultad de Derecho de la UABJO cuando ambos estudiaban leyes, recuerda que un día un porro gordo y enorme, intentó golpear al caricaturista porque éste lo había dibujado con un cerdo rodeado de marranitos en un chiquero, y como tuvieron que intervenir sus amigos para que no lo golpearan. Desde entonces, el arte crítico de Darío ha sido objeto de amenazas e intentos de censura.
Explicó que Oaxaca tiene toda una tradición y antecedentes importantes en la caricatura y ahora hay varios caricaturistas que están dando la batalla en medios impresos y el panorama con las redes se abre aún más para los jóvenes que quieren hacer cartón.
“Ya no hay que pasar ese filtro editorial, pero falta mucho porque la condición de caricaturista no es tan fácil y más en provincia por las condiciones laborales, porque es el trabajador que primero sufre de los recortes cuando reducen personal, pero auguro para Oaxaca más y buenos caricaturistas”, indicó.
Castillejos señala que sí se puede vivir de la caricatura, porque cualquier cosa que se hace con pasión es redituable, “yo me dedico de tiempo completo a la caricatura, es algo que amo, y veo la satisfacción del trabajo cuando se pone el alma, el cuerpo y corazón en la caricatura”.
Actualmente hay muchas vertientes la ilustración editorial, una vasta gama de posibilidades en el humor gráfico que necesitan ser exploradas por los jóvenes que empiezan en este oficio, señala el artista que distribuye su trabajo mediante agencias que publican sus cartones en todo el país, en Estados Unidos y Europa.
Dijo que los intentos de acallarlo no han sido directos “siempre es a través de mensajeros, se me han hecho un par de advertencias, no para comprar la conciencia si no para beneficiar editorialmente a algún personaje, para manejar su imagen o posicionarlo en política, pero desde luego apuesto más al trabajo de la caricatura como un estilo de vida que como un proyecto sexenal”.
Castillejos dijo que en todos los gobierno que le han tocado en Oaxaca siempre ha habido presión para los medios de comunicación “en todos los sexenio es una constante, el intento de comprar, el tener a medios consentidos, a gente de los medios en nóminas. Esto sucede en todos los sexenios y he sabido de nóminas donde están colegas periodistas que incluso han sido evidenciados. Esto ha existido siempre, todos más o menos cojean del mismo pie”.
Dijo que el conflicto del 2006 fue muy difícil para los medios de comunicación y los periodistas y comunicadores, porque se vivió un ambiente muy enrarecido, “todo este ambiente de confusión e incertidumbre social a todos nos expone, porque se genera un vacío de autoridad en el que los que hacemos crítica estamos muy vulnerables”.
Sin embargo, dijo que no se trató del momento más complicado, “Oaxaca tiene momentos difíciles, 2006 fue uno pero nuestro estado tiene muchísimos problemas, lo que estamos viviendo hoy pinta muy complejo”.
Darío Castillejos Lazcares nació en la Villa de Etla en 1974 y es caricaturista profesional desde hace más de dos décadas, ha sido Premio Nacional de Periodismo en el género de caricatura en 2012 y en 2014, y su trabajo fue reunido por primera vez en el libro “Impresiones de un mundo desdibujado”, publicado por la Editorial Almadía.
Recuerda que el dibujo fue su lenguaje para hacer amigos. “Me buscaban y hasta acababa haciéndoles las tareas y me daban juguetes o estampitas a cambio. Recuerdo los dibujos del kínder cuando dibujaba animalitos. En esos tiempos se estilaba llenar los álbumes. Calcaba las calcomanías y las replicaba en mis cuadernos y empezaba a crear todo un imaginario… Empecé a hacer comics en la primaria. Creaba mis mundos donde yo era un súper héroe. Proyectaba todo aquello para lo que me sentía imposibilitado”.
“Curiosamente me fue dando seguridad, por eso defiendo que el dibujo es excelente herramienta para que los niños desarrollen la creatividad y su potencial en muchas áreas como la emocional y la afectiva. Para mí fue una herramienta que me dio vida”, explicó.
El libro abarca su trabajo del año 2000 al presente. Son más de 100 ilustraciones a color que cubren diversos temas, generando una visión del mundo que captura toda la irracional y el sinsentido que lo distingue. Divido en 5 ejes centrales, que capturan con un humor perspicaz momentos y acontecimientos del día a día de la política global y nacional, así como características más generales de la sociedad moderna.