*En su reciente novela “Doble Flio”, retoma algunos rituales
Ernestina Gaitán Cruz.- Las chamanas de la mixteca oaxaqueña tratan la tiricia o tristeza con el acompañamiento y sellan la curación con el ritual de dejar ir pétalos sobre un río. Ellas inspiraron a la escritora Mónica Lavín para crear el personaje de Antonia, una de las dos protagonistas de su reciente libro “Doble filo” con el que además incursionó en la novela corta.
La autora de “Yo, la peor” y “Ruby Tuesday no ha muerto”, entre otras obras y Premio Nacional de Literatura Gilberto Owen (1996), conoció el trabajo y la importancia de las curanderas indígenas por el músico mixteco Rubén Luengas, quien le explicó el significado de la tiricia, por cierto, nombre de la película que musicalizó junto con su Orquesta Pasatono.
El método para curar la tristeza le pareció una revelación a Mónica Lavín, porque físicamente tiene que ver con el dejar ir, dejar que el agua se lleve la tristeza. “Siempre me ha gustado el poder de los rituales que incluso tienen que ver con el lenguaje y con las metáforas”.
Por ello tomó algunos ritos de las chamanas oaxaqueñas, para conformar el personaje de la terapeuta que en la novela “Doble filo” (Editorial Lumen), es consultada por la joven Antonia para ayudarla a superar la tristeza que le dejó el primer amor.
La terapeuta, llamada “bruja”, es una mujer mayor que tiene la capacidad de escuchar e inventar curaciones poco convencionales como masticar el odio, acariciarse con un pan recién salido del horno, encerrar a la paciente en un closet para que sepa que es la oscuridad y desbaratar collares para deshacerse emocionalmente de las historias que le cuentan.
El relato fue entre dos mujeres, no porque la historia del primer amor sea patrimonio de las mujeres, dijo, sino porque su punto de vista tiene que ver con ella como mujer. Sin embargo su novela ha tenido aceptación entre los hombres, y es que “todos tienen el dolor del primer amor que normalmente se acaba”.
“Me interesa contar historias de lo humano. En este caso la historia me pidió mujeres, pero esa es la maravilla de escribir, te travistes, te vuelves el otro. Hombres y mujeres escribirnos historias de lo que nos intriga y nos preocupa y a veces descanso del punto de vista masculino porque estoy intentando mirar desde un hombre y hacerlo verosímil, que a mí me conmueva. Creo en la literatura que te conmueve”.
La lectura, la literatura y los maestros
La escritora que visitó Oaxaca para sostener un encuentro con profesores de la sección 22 que forman parte del Programa de Lectura y Escritura Crítica, promovido por la Proveedora Escolar, señaló que “la lectura es una forma de comprensión de la condición humana, de nuestra conducta, sea novela histórica, presente o experimental, es un acercamiento a las fragilidades y grandezas del hombre, a sus empeños, a sus sueños”.
“En la literatura están los sueños, nuestros lados oscuros. La literatura además es el gozo estético, es la identidad a través de las palabras, a través del lenguaje. El reconocerse no sólo en los personajes, sino en el poder de las palabras. Es reivindicar la literatura como un asunto de permanencia”, dijo.
“La literatura sobre todo tiene una función de lente óptico. Es capaz de magnificar, de acercar lo que está lejos, de reflejarnos y por lo tanto, es una manera de mirar y de comprender y de acercar aceptar la diferencia”.
Cuestionada acerca del impacto que tendrá entre el alumnado, el hecho de que sus profesores participen en estos ciclos de lectura, escritura y acercamiento con los autores, comentó que “leer nos hace más tolerantes de la diferencia. Y yo supongo, he pensado siempre que un maestro apasionado el que tiene tanto contacto tantas horas con los estudiantes, un maestro apasionado de la lectura contagia su pasión por la lectura”.
Lectura para adolescentes
Sobre el acercamiento a la literatura en las escuelas donde a los alumnos a veces se les hace leer obras enormes como “Don Quijote”, comentó que es fascinante y divertido, pero quizá que los acerquen a algún capítulo, no a toda la obra.
“Para mí, el género más poderoso para crear el gusto pro el lector es el cuento. Son universos muy pequeños y compactos. Como el tiempo de lectura es breve, se le puede sacar jugo. A los cuentos los puedes exprimir como naranjas”.
“Los cuentos mexicanos también, ya que tenemos una enorme tradición. También hay de ciencia ficción que a los jóvenes y a los adolescentes les gusta mucho, son vehículos reveladores de lo que hace la palabra escrita… Hay de Julio Cortázar, de Jorge Luis Borges… Con ellos ves otro mundo, creo que son perlas para cautivar a la lectura, por lo menos eso he visto en mis talleres de cuento”.
Mucha de la literatura que se ve en secundaria es a través de la historia de la literatura, y no necesariamente formas un lector por hacer un recorrido por la historia de la literatura. Un lector se forma también por la libertad de elegir entre títulos que podrían ser de su interés. Creo que leer a escritores contemporáneos mexicanos podría ser un vehículo para sentir cercano el mundo.